Réquiem por el Mar Menor: Introuitus de Silvia Viñao

El Mar Menor agoniza. Hay ligeras esperanzas de que pueda recuperarse, pocas de que vuelva a ser lo que fue hace décadas, ninguna de que logre ser el precioso paraje natural que fue un día; y ello sin necesidad de remontar esta expectativa a cuando fue descubierto como paraje residencial: aunque ahí empezó el gran descalabro. Si bien la inobservancia ante avasallamiento de la laguna salada traspasó la frontera de la dictadura a la democracia, imperecedera la desmedida ambición de convertirlo arrebatadamente en un equipamiento turístico, la contumacia especulativa no ha hecho sino seguir hostigándolo hasta nuestros días. El ciego desarrollismo y la falta de coherencia entre producción y vida ha alcanzado incluso varios kilómetros tierra adentro. Inopinadamente, desoyendo las advertencias de naturalistas, ecologistas y científicos, incluso de economistas, la catástrofe se ha cumplido; las consecuencias, tristemente apreciables. Son muchas las voces que se han alzado denunciando el desastre, buena parte de ellas apoyadas en rigurosos estudios multidisciplinares y no menos desde el humano estremecimiento por la pérdida. A ellos nos remitimos.

Un grupo de artistas plásticos va a hacer pública aquí su opinión ante lo que ha sucedido con aquello que principalmente saben esgrimir para comunicar, que es su obra. Aunque el latrocinio del ser del Mar Menor se pierde en el tiempo, comenzamos a rememorar las fechas más señaladas por los medios de comunicación cronológicamente desde el 26 de mayo de 2016:

1.- Introitus: Silvia Viñao

“El Mar Menor se convierte en una sopa verde” 26 de mayo de 2016

Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. Exaudi orationem meam; ad te omnis caro veniet (Dales, Señor, el eterno descanso, y que la luz perpetua los ilumine. Escucha mi plegaria hacia Ti a quien van todos los mortales)

Las organizaciones ecologistas ANSE y WWF denunciaron con un vídeo a finales de mayo de 2016 que el Mar Menor se había convertido en “una enorme sopa verde” debido a la proliferación de algas. Tras realizar inmersiones en su cubeta norte, las organizaciones evidenciaron la “escasa visibilidad existente” a menos de medio metro de distancia. Calificaron la situación de “crítica e inusual”, sin “precedentes conocidos”.

De niña tuve la suerte de bañarme y de bucear en un Mar Menor lleno de vida, limpio y sano. Se podían ver caballitos de mar, crustáceos, peces de todo tipo y de vez en cuando alguna medusa. Ya de adolescente todo empezó a degradarse, cada vez más medusas, cada año más turbio, luego la sopa verde que todos conocemos. Por último, en 2019, peces y crustáceos muertos en nuestras queridas playas y finalmente la desesperación de ver como se repite el desastre ecológico en el verano del año 2021. No tengo palabras para expresar la tristeza y la rabia que siento.

 Artísticamente he realizado varias obras reivindicando un Mar Menor vivo y limpio, las dos últimas son: el libro de autor sobre el Mediterráneo y sus mares que expondré próximamente en la Biblioteca Regional, y otra, la acuarela de la que muestro ahora un detalle, esta acuarela fue realizada con motivo de las actividades de tituladas “Mar Menor en el corazón” en las que participé junto a varios artistas murcianos.