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'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.

La Vida Moderna, el humor antiguo

La vida moderna Oh my LOL

Rosa Mª Egea

Murcia —

Sábado noche. Unas estrellas, unas marineras y un poco de show. Parece un buen plan, pero no lo terminó de ser. Yo sabía lo que era La Vida Moderna, claro. Muchas noches, mientras leo o veo Youtube escucho como mi pareja ríe en el otro sofá. - ¿Qué haces?, - Viendo a Broncano y cía. Alguna vez me he puesto frente a la tablet para ver si les pillo el punto a estos tres chavales, hombres, cómicos, como queramos definirlos. Pero no. Que si gritos, que si “te chupo un pezón”, que si mucho bukake, que si muchos chistes sobre parejas, hombres, mujeres, bastante estereotipados. Ya sabéis, lo típico, a las mujeres nos encanta ir al IKEA y ellos se aburren mazo, ellos aman el fútbol y nosotras amamos el amor, el sacrificio y el romanticismo. En fin, por mucho que me digan que el programa mola yo es que no le acabo de pillar el punto.

Pero llegan los sábados, los planes de grupo y ahí que me planté en el Teatro Circo para ver el “espectáculo”. Mucha gente joven, no tan joven, alguna bandera de “No al muro”. Bien, venga, sé positiva, me dije. Se apagan las luces y la gente aplaudía mientras yo preguntaba si se podía beber cerveza dentro. Sabía que iba a presenciar bastantes machiruladas, así que quería ponerme mi vacuna.

Entra Broncano, más aplausos. ¡Bien!, ¡el chico que asegura que es feminista porque hay mujeres en su programa! En La resistencia una mujer asiste como colaboradora cada 15 días... y en La Vida Moderna... ¿Ignatius es una mujer y no lo sabemos? Si no hay ninguna, no pasa nada, se hace un poco de autocrítica y ya está. Que también está bien no poder ir a la manifestación del 8M porque tienes un partido de tenis, pero no ridiculices a la gente que si va y que hace huelga, ¿no?

No quiero ser hater, pero es que a veces me sale solo. Yo únicamente pido un poquito de humor con perspectiva de género, gente comprometida, gente que entienda que con el feminismo se puede bromear, pero que no es motivo de chiste. Alguna vez lo he hablado con mis amigas, ¿cómo puede ser que La Vida Moderna guste tanto? A los chicos, claro. De hecho los mismos cómicos lo dijeron al finalizar el show. “Gracias a todos por venir. Y a todas. Porque aunque muchas hayáis venido aquí para acompañar a vuestros amigos, parejas, etc... vais viniendo, que es lo importante”. Lo importante es que vayamos y nos sintamos a gusto, creo.

¿Pero cómo vamos a conseguir eso si una parte del espectáculo consistía en desacreditar al movimiento feminista? O a desacreditar a las mujeres, sin más. Quequé, Ignatius y Broncano, los aliados (nótese la ironía), empezaron por criticar a Barbijaputa que mira, nos guste o no, ha hecho bastante por el feminismo de este país. Ha salido de lo académico para contar las cosas que nos pasan a todas. Tendrá un discurso feminista con tintes de clase (cómo si el feminismo pudiera no ser de clase) que ofende e incordia a algunos (y algunas) pero, oye, llega. Señala y llega.

Lo que pasa es que a estos señores de broma fácil no les gusta que haya otras personas que señalen sus privilegios como hombres y sus carencias como humoristas. Porque las mujeres tenemos que tener derechos pero también tenemos que seguir estando buenas dentro de la lógica de belleza normativa para que ellos puedan hacer chistes. Como uno que hizo Ignatius después de que cuatro mujeres se subieran al escenario a luchar contra él. “He tenido dos culos al lado de mi cabeza, esta noche me voy a pajear con esta imagen” JAJAJAJA me parto. Muchos me tomarán por sosa pero es que, ¿en serio?, ¿es gracioso objetivar a la mujer y hablar de masturbación?, ¿en el siglo XXI? Por favor, qué aburrimiento.

Pero bueno, volvamos a Barbijaputa. El caso es que la tuitera, columnista, mil cosas más, feminista, los bloqueó. Y ellos se ofendieron un montón, claro. Así que vamos a hacer shows y a cobrar entradas a 20 pavos (¡menos mal que no pagué la mía!) para que ellos vayan diciendo por ahí que el feminismo que mola es el que ellos quieren que hagamos. Y que se nos está yendo un poco la pinza con esto de la lucha por los derechos.

Fueron ellos mismos los que se quedaron callados cuando Rita Maestre en un programa les señaló que en España se violaba a una mujer cada 8 horas. Les cortó el rollo. Ellos que querían reírse a costa de que nos moleste que nos chisten por la calle (si es que somos unas amargadas) entendieron que hay cosas con las que no se puede bromear.

En Murcia siguieron viendo de qué mujer podían reírse un poco más. Solo un poquito más. Y le tocó a Amarna Miller, que les costó decir el nombrecito para no señalar a nadie, claro, pero vamos que la idea la dejaron clara desde el primer momento: “una actriz porno no puede hablar de feminismo”. No. Para defender la igualdad entre hombres y mujeres primero cambia de profesión, Amarna. Elegir libremente a lo que te quieres dedicar te quita punto en el carné de feminista. Te lo quita Quequé mientras que se jacta de haber visto toda tu filmografía. Qué risas otra vez. Veo porno y me pajeo JAJAJAJA. Joder, qué tenemos más de 13 años, el sexo ha dejado de ser un tabú, chicos Oh my LOL. Qué de modernos tendréis las zapatillas porque otra cosa... Dejaron el tema porque las risas iban en decrescendo

Eso sí, Ignatius repitió varias veces chillando al micro “el feminismo también come pollas”. JAJA, polla. El feminismo puede seguir de rodillas, chicas, podéis seguir dándonos placer pero no elijáis qué hacer con vuestros cuerpos, ni os sentáis libres para hablar sobre sexualidad porque estos chicos os quitan puntos del carné.

Hablaron de animalismo y hablaron de terrorismo. Primero criticaron un poco a PACMA, porque todos sabemos que luchar por los derechos de los animales es como luchar por los derechos de las mujeres. Primero otras cosas, y luego eso. Que a veces nos pasamos de puretas con tanto intentar consumir menos plástico y desmontar los intereses de la industria cárnica. Joder, que lo queremos todo.El otro día levantaron polémica con ello en Twitter. Broncano contestaba a Pérez Reverte, otro gran pensador, sobre los sentimientos de los animales. Buscaba ridiculizar a Arturo, claro. Y ya de paso a los defensores de los animales.

De ahí pasaron a hablar de atentados, de terrorismo islámico, de Bataclan. “Pero en Siria también lo están pasando mal y nadie lo dice” dice David. Dije bueno, se pone un poco interesante, un poco de denuncia social, coño, y acto seguido ponen una foto con el súper  power point que se curraron en la que aparecen dos hombres penetrando a dos cabras. Risas. Esto no sale en las noticias, dicen. ¿En serio?, ¿EN SERIO? Hubo un ataque de Occidente a esa misma mañana en Siria, joder. Un poco de seriedad.

El humor es un negocio y nosotros y nosotras somos los consumidores. Consume lo que te gusta, me dirán, y si no te gusta La Vida Moderna, pues no la veas. Vale, ¿y ya?, ¿qué hago?, ¿me quedo apartada de por vida porque no me gusta consumir el humor que se está haciendo en nuestro país, en nuestros medios? Como consumidora también puedo exigir. Plantear que no hay muchas mujeres humoristas, plantear que la risa fácil siguen siendo los chistes que acentúan los estereotipos de género, que ridiculizan las sexualidades no normativas o que hablan de porno y pajas cuando no consiguen que el público se ría con lo anterior. Plantear, que en definitiva, no se hace humor para nosotras. Pero podemos seguir acompañando a nuestras parejas y amigos. Qué consuelo.

Sobre este blog

'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.

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