Santiago Carabias: “El simple hecho de escribir con las vidas tan ocupadas que tenemos es un triunfo”
“¡Corre!” (Baile del Sol) es la tercera novela del escritor segoviano Santiago Carabias tras “Crimen en el barrio” (2008) y “Colón nunca lo hizo” (2012). Dice que esta vez ha tratado de contar “una historia con un principio y un final” tras dos libros “muy locos”. Lo cierto es que no ha renunciado al humor absurdo en esta historia, que arranca con el asesinato de un concejal y que deriva en una persecución donde, como se anuncia en la contraportada, “el único que pasa un buen rato es el lector”. La llamada para esta entrevista le pilla pasando la ITV.
Puedo llamarte más tarde.
Qué va. Acabo de dar la documentación del coche. Me queda aquí un rato de la hostia.
Como quieras: “¡Corre!” arranca con un asesinato. Enseguida descubrimos que se trata de la venganza de un hombre cuyo galgo ha sido atropellado por la víctima. A primera vista parece humor, pero bien pensado…
El amor que se le tiene a un perro es un sentimiento… No quiero comparar los perros con los hijos, pero la realidad es que muchas personas lo viven igual. Vas al veterinario y ves las reacciones de la gente, lo que serían capaces de hacer por sus mascotas… Yo creo que sí se puede llegar al punto de matar por un perro.
Es también la historia de una persecución.
Sí, he puesto al personaje, un tío pacífico que nunca ha tenido problemas ni ha llamado la atención, en una situación extrema en que todo se va de las manos.
Tus novelas se caracterizan por el humor absurdo, pero en “¡Corre!” has tratado de “centrarte” un poco.
Yo siempre he escrito cosas un poco locas. Esta vez quería ver si era capaz de contar, digamos, una historia con un principio y un final, pero sin renunciar al humor.
Alguna crítica compara “Corre” con el cine español de los años 70.
En realidad creo que todo es muy variopinto en la historia. Luego cada cual encuentra sus referencias y no me parece mal. Al revés, me halaga. Sí es cierto que está la pareja de guardias civiles, que es una caricatura… Está todo muy sacado de quicio.
Eres abogado. ¿Qué te aporta tu profesión a la hora de escribir?
He escrito desde siempre, desde mucho antes de ser abogado. Sí me he dado cuenta con mi trabajo de que a cualquiera se le puede ir la cabeza en el momento menos pensado. Crees que tienes una vida completamente definida, un camino muy marcado, pero de pronto cualquier circunstancia, sea tu culpa o culpa de otros, hace que se vaya todo de las manos.
Nuestras vidas penden de un hilo.
Eso cada vez lo tengo más claro. A veces te agobias porque parece que no tienes más alternativas que trabajo, ocio, familia hipoteca y ya está, en el mejor de los casos. Pero resulta que en realidad eso es un equilibrio muy precario que se puede ir al garete fácilmente.
¿De donde sacas la inspiración para tus historias?
Suelo escribir sin ton ni son, sin saber adónde voy. Esta vez, con “¡Corre!”, sí he querido hacer algo que pudiese enganchar al lector, pero todo mi planteamiento era la historia de alguien que mata a alguien y que tiene que huir al bosque a esconderse. Más allá, ningún plan. Escribo lo que cada noche se me va ocurriendo.
En una biografía tuya se dice que desde niño mostraste “gran interés por diversas disciplinas que irías abandonando para centrarse en otras igual de efímeras pero todavía más inútiles”.
(Ríe) Eso es verdad: Hice cerveza, ahora soy apicultor, tengo abejas y eso que soy alérgico…
¿Es escribir una de esas disciplinas inútiles?
Sí, y cada vez veo que es más inútil (ríe).
Lo que nunca has dejado es la música. Llevas veinte años junto a Raúl Garzón en la Belcho Band.
Lo curioso es que ambos teníamos otros grupos y esto era una cosa más de humor, por reírnos, y al final la Belcho es lo que más ha durado.
Vuestros videoclips no tienen desperdicio.
A ver si hacemos alguno nuevo, por la excusa de tocar y hacer una buena fiesta. Tenemos algunos fans que nos han visto miles de veces y siguen viniendo. Es una locura.
¿Es un error tomarse la literatura demasiado en serio?
Para mí la literatura es muy importante, no ya como escritor, sino como lector. Podría vivir sin escribir perfectamente, pero sin leer… me jodería mucho. Pero tomárselo como que lo que estás haciendo es la hostia, pretender que sea más de lo que es… Eso es un error. Ojalá me lea todo el mundo y gane muchísimo dinero con mis libros, pero soy consciente de cómo va este tema y el simple hecho de lograr escribir es un triunfo para mí, con las vidas tan ocupadas que llevamos.
Bueno, suerte con la ITV.
A ver, estoy acojonado.