Esta semana se ha producido un hecho en la política regional que no sé si calificarlo de errático o, directamente, de ridículo. Si es que en esta Región se puede hacer más el ridículo que en la pasada legislatura. Y es que el líder del PSRM ha pegado un tremendo gatillazo, al pretender acceder al Senado por designación autonómica sin soltar el acta de diputado regional.
En este sentido toca clarificar que el artículo 5.3d de la Ley Electoral de la Región de Murcia establece la incompatibilidad para acumular ambos cargos. Y en este caso, el que suscribe, no puede hablar con más propiedad, pues fue Ciudadanos quien registró esta iniciativa en la Asamblea Regional allá por el mes de julio del año 2015, siendo este humilde juntaletras el que la defendió como ponente en la tribuna del Parlamento Regional.
Pero lo que más me llama la atención es que el propio PSOE apoyó aquella ley, junto con Podemos y con un Partido Popular que también la votó, aunque en este caso a regañadientes. Obligados por mor del acuerdo de investidura que Pedro Antonio Sánchez y yo habíamos rubricado unos días antes. Recuerdo que no fueron pocas las presiones del Partido Popular a la hora de cumplir lo pactado. Incluso como anécdota les recordaré que los populares convocaron a todos sus alcaldes a manifestarse en la puerta de la Asamblea Regional para protestar contra una ley, que una vez dentro ellos mismos votaron a favor. Las cosas de nuestra política regional.
Pero reitero, el PSOE la apoyó desde el primer momento, sin condiciones y sin ambages.
En aquella ley, para refrescarle la memoria al lector, se modificaba la circunscripción electoral. Pasando de cinco a una. Como correspondía a una Comunidad Autónoma uniprovincial con el fin de que todos los votos de los ciudadanos de la Región tuvieran el mismo valor, con independencia del lugar de residencia.
También se bajaba el umbral del 5% al 3%. Una vieja reivindicación histórica, debido a lo injusto que resultaba que en múltiples ocasiones, únicamente habían podido entrar al Parlamento regional el PP y el PSOE. Habiendo quedado fuera del hemiciclo partidos como IU o UPyD, con nada menos que sesenta o setenta mil sufragios recibidos. Que, obviamente, habían ido directamente a la basura. Resultaba particularmente sangrante lo de IU, pues le había sucedido en más de una ocasión.
Y por último, se trataron de evitar las duplicidades. Resultaba muy característico por aquella época ver como un alcalde era a su vez diputado, o incluso se podía dar el caso de que fuera a la vez diputado y senador. Por tanto, entendimos que este afán por amasar cargos iba en detrimento de la calidad del trabajo que había que desarrollar en cada institución, si es que se quería hacer bien. Que es lo menos que se merecen los ciudadanos representados.
En definitiva, esa fue la ley que registramos, y la ley que se aprobó. Reitero, con el apoyo de todos los grupos. Es verdad que, como he explicado más arriba, algunos la votaron de mayor agrado que otros.
Lo que no acierto a entender es que un partido con la enjundia y con la estructura que tiene el Partido Socialista haya pegado semejante patinazo. Y haya tenido que comprobar como desde fuera les tuvieran que rectificar, les afearan la decisión, y en definitiva, les pintaran la cara.
¿Pero es que en ese partido no tienen a nadie que se lea las leyes?¿En manos de quien está ese histórico y tan necesario partido en la Región? Me aventuro a decir que esto con gente tan brillante y tan minuciosa como Emilio Ivars o Joaquín López a los mandos de la nave no hubiera pasado.
Y eso que a mí, personalmente, Pepe Vélez me cae bien. Pero, sinceramente, y dejando al margen simpatías personales, de un tiempo a esta parte, pienso, y que nadie se me ofenda, que el mayor activo que tiene en esta Región, un paupérrimo y desgastado PP, es el PSOE.
Hay elecciones, como las últimas, que directamente las han ganado por incomparecencia del rival.
Bien es cierto, y aquí me toca ser honesto y autocrítico, que en 2019 hubo una oportunidad. Pero Ciudadanos decidió traicionar sus principios y pegarse un tiro en el pie. Y así nos ha ido.
Aunque tengo para mí que, con aquel PSOE en el Gobierno de la Región, hubiera pasado lo mismo que en el Ayuntamiento de Murcia, donde Ballesta dormitando a pierna suelta durante dos años ha recuperado sin mayor problema la alcaldía, más por deméritos del rival, que por méritos suyos. Y cuando hablo del rival, no me estoy refiriendo en concreto a Serrano, persona por la que profeso un especial afecto. Pero el hombre, con lo que tenía a su alrededor, no podía ir con garantías a ninguna 'guerra', por pequeña que fuera.
En definitiva, que o el PSRM espabila y sale de la zona de confort en la que se ha instalado en la oposición, o López Miras se nos jubila de presidente.
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