Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

La muerte de la política

El pleno del Ayuntamiento de Murcia, durante el debate de los presupuestos de 2022

0

En realidad, el título íntegro sería 'La Región de Murcia y la muerte de la política', pero, por mor de la ley de economía de medios que debe regir todo enunciado, he preferido simplificarlo. Pero este es el mensaje principal: en la Región de Murcia asistimos a una muerte de la política que ha reducido dramáticamente el margen del debate y ha ampliado trágicamente la extensión del campo de insultos y amenazas. El argumento matizado, la crítica constructiva y el respeto al otro se consideran como un síntoma de debilidad. Primero, Vox, y luego la facción del PP más próxima a la ultraderecha han terminado por arrasar cualquier proceso dialéctico de confrontación de ideas. Existen los antagonismos políticos y es democráticamente saludable que estos se zafen -hasta el punto del conflicto- en pos de hacer triunfar sus visiones del mundo. Pero esta lógica política ha desaparecido, durante los últimos tiempos en la Región de Murcia, como consecuencia de la normalización del 'trumpismo' y, con él, de todas las males artes afines al populismo más voraz.

Hace unos días, publiqué un tuit elogiando al Ayuntamiento de Murcia por haber sustituido los estruendosos fuegos artificiales por drones y evitar así el sufrimiento de humanos y no humanos. Miles de personas autistas y decenas de miles de mascotas se horraron estrés, momentos de pánico y, en el peor de los casos, la muerte. Cualquier persona con un mínimo de sensibilidad -con independencia de sus gustos- respetaría al menos una decisión que elimina daño y violencia acústica a muchos seres vivos. No es una cuestión esta ni de partidos políticos ni de ideologías: si la política es el medio para mejorar la vida de quienes nos rodean, he aquí un ejemplo magnífico e irrefutable. Pero nada más lejos de este planteamiento de sentido común: una jauría de ultras se lanzó contra mí por publicar este tuit, dedicándome lindezas del tipo de “violador”, “abusador”, “cocainómano”, “comunista”, etc., etc.. Reconozco que, después de tantos insultos y amenazas bajo perfiles anónimos, todavía me sorprendió esta reacción. Y, por si tal baño de realidad no hubiera sido suficiente, pocos días después, tras el partido España-Marruecos, escribí un tuit sobre las palabras amables de un joven marroquí que me encontré por la calle y de cómo esta había sido mi única experiencia con las supuestas hordas magrebíes que iban a arrasar España en sus celebraciones, y lo que me encontré fue con más de mil comentarios racistas que, sinceramente, daban mucho miedo. Este raudal de odio ha fluido hasta ahora por unas cloacas que, sin embargo, ya están rebosantes y que no pueden contener por más tiempo tamaña pulsión violenta. Las amenazas resultan cada vez más directas y públicas, y quienes las perpetran se sienten legitimados por un contexto que los vitorea. La concejala del Ayuntamiento de Murcia, Teresa Franco, sufre una persecución demencial por parte de la ultraderecha que conoció, el pasado domingo, la última entrega a cargo del incalificable diputado nacional de Vox, Luis Gestoso. Un importante dibujante colocó ese mismo día, en el centro de la diana, a la periodista Rosa Roda, a la que acusa de favorecer al PSOE con tal de hacerse con el departamento de comunicación de este partido. Porque, claro está, uno de los mantras que repiten automáticamente los ultras es que cualquier persona que defienda una causa que no sea la suya es síntoma de que busca un “carguico”. No entienden -porque el sesgo miserable desde el que ven el mundo se lo impide- que pueden existir sujetos libres que opinen y reflexionen sobre lo que les dé la gana, sin rendir cuentas a nadie y sin buscar otro interés que el no sea que el de la justicia social.

Estamos viviendo los tiempos más oscuros de todo el periodo democrático en la Región de Murcia. Los radicales se sienten con el viento a favor y las estrategias de difamación les sale gratis. Ya no quedan asuntos transversales, a los que se puedan adherir las diferentes fuerzas políticas. Todo lo que diga el 'enemigo' -por el simple hecho de que salga de su boca- no es que sea solamente malo, sino que constituye una declaración de guerra, la excusa pintiparada para triturarlo y someterlo a todo tipo de escarnios. Me da miedo la Región de Murcia. Lo reconozco.       

Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Etiquetas
stats