Me gusta el sentido del humor. Es una de las partes más características de la tierra en la que vivimos, y en mi opinión la más genial y brillante cuando las circunstancias se tornan difíciles. Lo es porque está llena de imaginación, ese poderoso recurso que a pesar de todos los recortes, nadie nos ha podido arrebatar ni coartar.
A risa hemos de tomarnos la intención descontrolada de ser el novio de la boda y el muerto del entierro, como por ejemplo es la persistente aparición del nuevo líder del PSOE en multitud de medios y plataformas, algo que los internautas han sabido llevar a su última expresión, porque realmente solo le quedaba sacar un disco.
En la misma línea de “atragantamiento soberano”, por aquello de querer estar en todas partes, también me han llamado mucho la atención los dos fenómenos de la escena periodística de los últimos meses, el pequeño Nicolás (que se merece un monumento) y el líder de PODEMOS.
Lo de querer estar en todas partes, además de un signo de protagonismo insoportable, es desconocer que la atención de la mayor parte de la ciudadanía se focaliza en si aquellos que están en el servicio público gestionan bien o no, y todo lo demás, a la mayoría, nos importa un pepino.
Hubiera muerto de cansancio buscando “memes” (fotomontajes para reirnos) de otros partidos. Los hay, y muchos, del PP y de IU todos los que queráis, pero estos dos me sirven de ejemplo para comentaros lo importante. No es necesario que veamos a nuestros políticos en todas partes a todas horas. Particularmente solo pretendo que hagan bien su trabajo, la hora ineludible de rendir cuentas siempre llega, son las urnas.
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