El Ayuntamiento de Beniel vertebra un proyecto contra el acoso escolar: “Se han normalizado las relaciones violentas”

Erradicar el acoso escolar, fomentar una buena convivencia dentro y fuera del aula y armar las bases para la resolución de conflictos entre los escolares del municipio. Estos han sido los principales caballos de batalla del Ayuntamiento de Beniel para este curso que se cierra esta semana. A través de las concejalías de Educación y Juventud se han llevado a cabo distintas líneas de acción para trabajar contra el bullying.
La alcaldesa del municipio, Mari Carmen Morales, ha destacado que “gracias a este proyecto impulsamos la convivencia escolar, escenario principal de socialización para niños, niñas y adolescentes”, ya que “valores como el afecto, el respeto, la igualdad y la tolerancia son centrales para seguir construyendo juntos un Beniel mejor entre todos”.
El proyecto arrancó con la instalación -a principios de año- de cuarenta señales de tráfico en zonas estratégicas y comunes de colegios e institutos, como patios, pasillos o escaleras en los cuatro centros escolares del municipio. Y tras un informe sobre el acoso en colegios e institutos, en la tercera evaluación se ha trabajado el bullying en 1º de la ESO y 4º de Primaria, “lo hemos querido hacer así porque en estas edades los niños forjan su personalidad”, explica a elDiario.es Región de Murcia, Yolanda Pacheco, edila de Juventud, quien explica que se han impartido talleres entre los escolares “muy satisfactorios, en los que tanto alumnos como profesores han aprendido mucho y además han servido para corregir algunas conductas”.
“Esperemos que dé resultados con el tiempo”, afirma José Antonio García, concejal de Educación, para quien era “fundamental” insistir en la toma de conciencia del poder del lenguaje y la empatía como recurso para el manejo de emociones, así como el uso positivo de las TIC y las redes sociales. “Los profesores han detectado tras la pandemia más casos de acoso en los centros escolares en particular, y en general en cualquier espacio del municipio; hay una excesiva violencia, entendemos que es un problema de salud mental global que afecta a todos los estratos sociales y también a nuestros jóvenes”.

Celia Marín, maestra y psicóloga educativa, considera que más que la pandemia lo que influye en el patrón de conducta “es que se ha normalizado una forma de relacionarse violenta, con mucho contacto físico, mucha impulsividad, y sin conseguir cerrar los conflictos que se dan en el día a día en las aulas, el rencor se queda ahí durante años en algunas ocasiones”. Marín ha sido la responsable de los talleres que se han impartido en 4º de Primaria y 1º de la ESO en todo el municipio, y que han llegado a casi 300 alumnos. “Me recibían con mucha ilusión porque han aprendido mucho, ellos y los profesores, para los que ha surgido una propuesta de formación en resolución de conflictos”.
Además, en Secundaria se ha organizado un concurso de cortos -que servirán como material para trabajar en los talleres que se organicen el próximo curso- y se han instalado señales de tráfico con mensajes sobre esta temática, que se han completado con frases en vinilo colocadas en los distintos centros en lugares estratégicos con lemas como 'empatía mejor que medicina', 'ahora estás solo, si lo cuentas seremos más', 'si hago algo que molesta al compañero, pido disculpas' o 'si veo a alguien triste, le pregunto qué le pasa'. Entre la Concejalía de Educación y la de Juventud se han destinado dos mil euros a estas actuaciones, que nacen con intención de continuidad para el próximo curso.
El concurso de cortos se realizó bajo el lema 'No bullying. Destápalo, sé mi refugio. Protégeme'. El objetivo era que los propios alumnos y alumnas de secundaria creasen una campaña audiovisual de concienciación sobre este tema. Los cerca de 30 participantes en esta actividad han disfrutado como premio de una jornada multiaventura en el espacio natural de Sierra Espuña Finca Caruana, Centro de Actividades Deportivas y de Naturaleza, donde han disfrutado de actividades como tirolina, rocódromo, tiro con arco, puente tibetano y gymkana, entre otras.

La autoestima, el manejo de la ansiedad o la imagen que proyectan en redes sociales han sido algunos de los temas estrella que se han abordado este curso para seguir rompiendo estigmas. “La gran fragilidad en estas situaciones es que los niños y niñas no cuentan muchas veces lo que les está pasando, no lo verbalizan ni a sus profesores ni a su familia”, explica la psicóloga educativa Celia Marín, quien añade que durante los talleres han salido a la luz algunos casos “como el de un alumno de 1º de la ESO que contó por primera vez el acoso al que estuvo sometido durante la Primaria, o el de una niña del mismo curso que tardó tres años en hacerlo público”.
Celia Marín subraya la importancia del lenguaje, su poder para hacer daño o para empatizar, “es esencial ponerse en el lugar del otro y dar su lugar en la familia a la educación emocional; mirarnos a la cara, saber escuchar y acompañar a nuestros hijos para que no tengan miedo en contarnos las cosas que les pasan”. La psicóloga confía en poder retomar el proyecto el próximo curso “para seguir enseñando a los y las escolares a gestionar la rabia, para no terminar haciendo daño a las personas que tenemos a nuestro alrededor”.
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