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Joseba Asiron, exalcalde de Pamplona y candidato de EH Bildu: “Al PSN le toca correspondernos con la alcaldía”

El candidato de EH Bildu a la Alcaldía de Pamplona, Joseba Asiron.

Rodrigo Saiz

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Joseba Asiron (Pamplona, 1962) llegó a la Alcaldía de Pamplona en 2015 sin experiencia previa en política, directamente desde la ikastola San Fermín (escuela privada de enseñanza en euskera), donde impartía clases de Historia del Arte. Tras cuatro años como alcalde, esta legislatura le ha tocado ser el líder de la oposición al Gobierno de Enrique Maya (Navarra Suma). Ahora, confía en que la unidad que han mantenido las fuerzas “progresistas” en el Consistorio (EH Bildu, Geroa Bai y PSN) durante la legislatura se mantenga para que vuelva a ser investido como alcalde. Para ello necesitará del apoyo de los socialistas, a quienes pide “correspondencia” por el apoyo que EH Bildu les ha dado permitiendo la investidura de María Chivite en 2019 y pactando los cuatro presupuestos de su mandato.

Si es reelegido alcalde no prohibirá los toros en Sanfermines, aunque se muestra partidario a abrir un proceso de participación para que la gente decida. Sí que tiene la intención de que la ikurriña vuelva a ondear en el balcón municipal durante el Chupinazo y promete un plan de vivienda para reducir el precio de los alquileres.

¿EH Bildu tiene que ser la fuerza más votada en las elecciones municipales para que usted sea investido alcalde o se pueden dar mayorías alternativas?

Creo que hay dos maneras de llegar a la alcaldía. Una es como la fuerza más votada, cosa que es posible gracias a la división de la derecha; y si no es posible, existe la vía de un acuerdo de las fuerzas progresistas, que creo que se puede dar. Durante toda la legislatura la oposición mayoritaria de izquierdas en Pamplona hemos estado trabajando codo con codo y se trataría de llevar ese trabajo común hasta el despacho de Alcaldía.

¿Y cree que el PSN estaría por la labor de formar una mayoría alternativa?

Es lo suyo, lo natural, y espero que sea así. EH Bildu ha demostrado, tanto aquí haciendo oposición en Pamplona, como con el apoyo que ha brindado en cuestiones centrales al Gobierno de Navarra y al del Estado en Madrid que es un apoyo fiable, un grupo con el que se puede trabajar. Creemos que en lógica correspondencia, EH Bildu debería contar con el apoyo del resto de fuerzas progresistas.

En 2019 existía la posibilidad de conformar una mayoría alternativa, pero el PSN optó por dejar que gobernase la lista más votada, la de Navarra Suma. ¿Qué cree que le puede llevar a cambiar de postura?

De entrada, se ha demostrado que aquello fue un gran error, lo ha visto todo el mundo, y no podemos volver a caer en el mismo error. Lo que ocurrió en 2019 no fue en perjuicio de Joseba Asiron o de EH Bildu, fue un claro perjuicio a la ciudadanía de Pamplona, que ha tenido que padecer durante cuatro años políticas de derechas que desde la oposición mayoritaria hemos combatido codo con codo. No podemos ahora volver otra vez al escenario de 2019 y mirar a la cara a la ciudadanía de Pamplona y decirle que les vamos a castigar cuatro años más de este tipo de políticas excluyentes.

¿Cree que esta decisión se tomará en Pamplona o en Madrid?

Por desgracia, en demasiadas ocasiones la decisión de las cosas importantes para Pamplona no se ha tomado en Pamplona. Eso es triste y muy injusto, porque lo que en Madrid no se considera bueno para Madrid no sé por qué se tiene que considerar bueno para Pamplona.

¿Y teme que pueda pasar este año?

Confío en que no pase, obviamente no estoy en disposición de saber qué es lo que va a ocurrir, pero confío en que en que no sea así porque sería un suicidio político para quien lo hiciera.

EH Bildu ha demostrado ser un apoyo fiable, un grupo con el que se puede trabajar

¿La ruptura de Navarra suma puede convertir al UPN en un potencial aliado del PSN?

La distancia entre el PSN, al menos entre sus bases, y la política que desarrolla UPN es muy grande. Durante estos últimos cuatro años lo hemos visto aquí en Pamplona, donde hemos tenido a un alcalde de UPN y la oposición, con una sola voz, hemos denunciado las chapuzas, los amiguismos, el despilfarro de dinero, etc. Eso no se cura simplemente con separarse del PP, es algo que UPN lleva innato en su ADN.

¿El Ayuntamiento de Pamplona será moneda de cambio del Gobierno de Navarra?

Esa expresión no me gusta nada. Lo que sí creo es que en Pamplona hay una mayoría progresista y esa mayoría es la que tiene que llegar al despacho de Alcaldía. A partir de ahí, espero correspondencia a un apoyo que EH Bildu ha dado al PSN en el Parlamento de Navarra.

¿EH Bildu exigirá la Alcaldía de Pamplona a cambio de sus votos para una hipotética investidura de María Chivite como presidenta de Navarra?

EH Bildu exigirá recibir un trato justo y equilibrado con respecto a lo que EH Bildu ha hecho y hace en otras instituciones.

¿Cómo ve desde Pamplona los acuerdos que EH Bildu ha alcanzado con los gobiernos socialistas de España y de Navarra?

Los veo como un ejercicio de responsabilidad. Estoy francamente orgulloso del trabajo que han hecho mis compañeros y compañeras de EH Bildu para desarrollar políticas sociales y que ha sido fundamental para desequilibrar a favor de la izquierda, de las de las fuerzas progresistas, una serie de políticas que, por ejemplo, en tiempos de pandemia han sido fundamentales.

¿Se ha convertido en un partido más pragmático, que busca acuerdos tanto aquí como en Madrid?

Creo que EH Bildu ha sabido situarse en este nuevo escenario político que existe en todo el Estado y también en Euskal Herria. Es un partido que después de diez años de existencia se ha situado en unos parámetros de responsabilidad y, cada vez más en Euskal Herria, en una alternativa real de gobierno.

¿Ha sido buen socio el PSN?

EH Bildu sí ha sido muy buen socio y ha demostrado estar a la altura. Por parte del PSN ha faltado que se quitaran determinados prejuicios, la losa que tienen en cuestiones muy concretas como, por ejemplo, la política lingüística, todo lo que se refiere al euskera.

En una entrevista con este periódico hace unos meses la presidenta de Navarra y secretaria general del PSN, María Chivite, señalaba que para que Bildu pudiera ser socio de un gobierno con el Partido Socialista tendría que seguir dando pasos en la condena del terrorismo de ETA. ¿EH Bildu será en un futuro socio de gobierno con el PSN?

Tiene que llegar en algún momento porque sociológicamente se está viendo que el ascenso de EH Bildu dentro de la sociedad de Navarra es constante y muy remarcable. EH Bildu, en mi opinión, sí ha hecho ese recorrido. Tanto las declaraciones que ha hecho Arnaldo Otegi en determinados momentos como las que se han hecho aquí mismo en el Ayuntamiento de Pamplona de desmarcarse absolutamente de cualquier vía que no sea la estrictamente democrática y pacífica, es clara y notoria. Se ha reconocido el escenario donde venimos, se ha reconocido el dolor infligido, se ha lamentado, se ha dicho que no fue justo. Yo creo que ese recorrido está hecho y ahora lo que hace falta es que todas y todos nos sintamos en un nuevo escenario, que es mucho mejor que el que teníamos hace veinte años.

¿Cree que ha llegado el momento de que EH Bildu deje de ser un socio externo para pasar a formar parte de un gobierno con PSN?

No sé si tiene que ser esa la fórmula. Nosotros, por supuesto, lo que vamos es a gobernar los ayuntamientos de Navarra. EH Bildu es la primera fuerza municipalista, es la que más ayuntamientos tiene, la que más candidaturas presentamos a las elecciones municipales y lo que aspiramos es a gobernar. Cuando no podamos hacerlo en solitario, miraremos alrededor y con el resto de fuerzas progresistas, llámese PSN, llámese Contigo Zurekin, etc. Aspiraremos a poder constituir mayorías progresistas en todas las instituciones de Navarra.

¿Prohibirá los toros en Sanfermines si es elegido alcalde?

Es un debate que creo que tiene que estar en la sociedad, lo he dicho muchas veces y cada vez que lo digo me critican de un lado y del otro. Pero se da una paradoja, ahora mismo en Pamplona no se conciben los Sanfermines sin toros, pero también es verdad que no se concibe en pleno siglo XXI un ocio basado el sufrimiento animal. Eso nos lleva a que tiene que haber un debate social, que yo creo que ya existe y por evolución natural de la sociedad se tiene que llegar al nuevo modelo festivo. Pero esa decisión no la puede tomar un alcalde que llega y firma un decreto, no es la forma de solucionar el tema.

Después de diez años de existencia, EH Bildu se ha situado en unos parámetros de responsabilidad y, cada vez más, de alternativa real de gobierno

¿Pero usted sería partidario de que no hubiera toros?

Yo soy el vivo ejemplo de esas contradicciones, porque no soy una persona taurina y, sin embargo, he ido cantidad de veces, y sigo yendo, a los toros en Sanfermines.

¿Por qué EH Bildu es antitaurina en otras ciudades como Donostia y no lo es en Pamplona?

Porque cada ciudad tiene su propia trayectoria e idiosincrasia. Este 2023 sería tan extemporáneo suprimir por decreto los toros en Pamplona como instaurarlos en Donostia porque la tradición, la historia y el arraigo en uno y otro lugar son completamente diferentes. Pamplona y Donostia se parecen mucho en muchas cosas, seguramente son las dos ciudades que más se parecen de Euskal Herria, pero también tienen grandes diferencias, como en este tema, por ejemplo.

Hablando de Sanfermines, ¿regresará la ikurriña al Chupinazo con usted de alcalde?

La ikurriña siempre ha estado y siempre va a estar presente en San Fermín. Desde que tengo uso de razón la he conocido, unas veces a pie de calle y perseguida a porrazos por la policía, y otras ondeando el balcón municipal con el resto de las banderas sentidas por la ciudadanía. Actualmente la derecha se ha ocupado de crear un marco legal donde eso no sea posible, pero insisto, la ikurriña siempre estará, de una forma u otra, en el corazón de un sector amplísimo de la ciudad y, consecuentemente, también en la calle.

Al comienzo de esta legislatura Navarra Suma y PSN aprobaron en el Parlamento una ley para limitar el uso de la ikurriña en los ayuntamientos navarros. ¿Se la saltaría?

Es una legislación que se basa en la prohibición. Nunca apoyaría que la ikurriña ondee en aquellos ayuntamientos donde no sea mayoritariamente deseado, pero hay ayuntamientos en Navarra en los que la ciudadanía mayoritariamente ha manifestado que sí, como Etxauri, Leitza o Villava, donde incluso hubo un referéndum en el que se aprobó. Por eso que no entiendo esas legislaciones que pretenden coartar la voluntad mayoritaria que la ciudadanía decide en cada localidad.

El pasado sábado en la final de la Copa del Rey se escucharon algunos abucheos de aficionados de Osasuna al himno de España. ¿Le parecieron bien?

Yo me quedo con la parte más positiva de lo ocurrido en Sevilla, que fue una fiesta para Osasuna. Pero que se vio entre los seguidores osasunistas es un reflejo de la sociedad. Existe un rechazo muy claro ante una institución como es la monarquía, que creo que es una institución absolutamente decimonónica y, desde luego lo que reivindicamos es el derecho a poder elegir, también a ese nivel, la democratización de las instituciones, porque la monarquía no es una institución democrática.

¿Es republicano?

Sí, claro. Como independentista vasco soy partidario de una república vasca independiente.

¿Cree que EH Bildu fue víctima de la censura en Sevilla con la retirada de la valla publicitaria?

Fue una medida controvertida, incluso dentro de EH Bildu. Ha habido gente a la que le ha gustado y gente que le ha gustado menos. Lo que creo es que el hecho de que una institución, en este caso la Junta de Andalucía, arbitrariamente tapará una valla publicitaria colocada por un partido legal denota muy bien cuál es el nivel de calidad democrática en España.

Estamos en el año 2023 y Pamplona sigue albergando el segundo mayor monumento franquista que hay en España y el primero enclavado en un entorno urbano.

Es una herida que todavía no se ha cerrado. En la pasada legislatura tomamos importantes medidas al respecto. Cambiamos el nombre de la plaza, que todavía se llamaba Plaza del Conde de Rodezno, el primer ministro de Justicia de Franco y responsable de la firma de miles de sentencias de muerte, exhumamos a los gerifaltes fascistas que allí estaban [los generales Emilio Mola y José Sanjurjo, así como otros seis combatientes del bando sublevado] y convocamos un concurso de ideas de donde salieron seis proyectos maravillosos para la resignificación de ese lugar. Proyectos que iban desde la resignificación del edificio hasta su eliminación total. Lo único que queda pendiente es dar continuidad a ese proceso, abrir un proceso participativo en el que la gente decida cuál es el proyecto que quiere para un espacio que es emblemático en Pamplona, porque es el remate del Ensanche, el espacio simétrico a la Plaza del Castillo.

Pero ese concurso de ideas fue paralizado por el Tribunal Administrativo de Navarra (TAN).

Fue por un defecto de forma de la selección previa de los trabajos. Pero es una cuestión que ya se subsanó y ahora toca dar continuidad al proceso. Cuando lleguemos en junio a la Alcaldía será una de las primeras medidas que vamos a poner en marcha.

¿Cree que se trata de un espacio que se puede resignificar u opta por derribarlo?

Creo que se puede resignificar. De hecho, algunos de los de los proyectos que se presentaron lo resignifican de una manera muy inteligente e interesante. El derribo, por supuesto, siempre será una opción, pero para quien no quiera derribar, hay también opciones muy interesantes.

En Pamplona existe un problema, cada vez mayor, de acceso a la vivienda. ¿La ley de vivienda aprobada en el Congreso con los votos de EH Bildu será suficiente para poner fin a la escalada de precios?

Nosotros hubiéramos sido más valientes, nos hubiera gustado avanzar más en las medidas. En cualquier caso, nos parece que es un comienzo interesante, una ley importante y que merecía la pena promulgar. La vivienda se encuentra en Pamplona en máximos históricos y, siendo un término municipal pequeño, reducido, castiga muchísimo a la gente, sobre todo a los jóvenes y a los más vulnerables. El plan de vivienda sería la primera medida que pondríamos en marcha al entrar a gobernar en Pamplona.

¿Qué se puede hacer desde el Ayuntamiento para reducir los precios de la vivienda?

Ya hicimos cosas en la pasada legislatura. Pusimos en marcha un proyecto para rehabilitar 200 viviendas que fueron a parar a personas en situación vulnerable. Y todavía se puede trabajar más en este tema. Tenemos en barrios como San Jorge, Buztintxuri o la Chantrea el proyecto de crear vivienda de alquiler social para destinarlas a personas mayores en régimen de viviendas colaborativas o a gente joven que quiera quedarse en su barrio. También hay otro más de medio centenar de viviendas encima de la antigua estación de autobuses que, una vez rehabilitado el edificio, podría destinarse al alquiler social.

El monumento a los Caídos de Pamplona se puede resignificar, aunque el derribo siempre será una opción

EH Bildu ha tenido esta legislatura a tres concejales de Eusko Alkartasuna (EA), los tres del sector crítico. ¿Va a mantener la misma representación este partido en la actual legislatura?

Sí. Dos de esos tres concejales, Maider Beloki y Borja Izagirre van en la lista de EH Bildu al Ayuntamiento en puestos de salida y son dos personas de mi máxima confianza. Además, desde un punto de vista de la lógica interna, durante estos cuatro años hemos estado formando a una serie de concejales para gobernar. Por eso apostamos por la continuidad y somos de todas las listas que se presentan la más continuista, en la que más gente repite.

¿Cómo ha vivido usted este conflicto interno?

Como una crisis interna de uno de los partidos EH Bildu. Es algo que me hubiera gustado que no hubiese ocurrido, creo que se podía haber evitado y, desde luego, lo que quiero es que se solucione cuanto antes. Pero es una cuestión interna de EA que no ha afectado en nada al trabajo de EH Bildu en el Ayuntamiento.

¿Nadie le ha cuestionado que lleve en la lista a dos personas del sector crítico a la dirección de EA?

No, nadie. En el proceso de elaboración de las listas se va hablando mucho y valorando cada puesto. No he tenido ningún problema para que Maider y Borja continúen en la lista. Van a ser dos magníficos concejales delegados en el próximo gobierno municipal y cuentan con la total confianza de este futuro alcalde.

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