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Por qué Pamplona no habló sobre la 'manada' en San Fermín

Concentración frente al juzgado contra las agresiones sexuales

N. Elia

Durante la presentación de la segunda campaña institucional contra las agresiones sexistas en San Fermín, los responsables municipales ni siquiera les mencionaron. Los cinco acusados de violación grupal el 7 de julio de 2016 a una joven de Madrid, para los que la Fiscalía solicita 22 años de cárcel, iban a pasar entre rejas sus primeros Sanfermines tras lo ocurrido en fiestas un año antes. Tres de ellos, José Ángel Prenda, Ángel Boza y Jesús Escudero, desde la prisión de Pamplona. El ex guardia civil Antonio Manuel Escudero, continúa en la cárcel de Logroño, mientras que el militar Alfonso Jesús Cabezuelo pidió su traslado a Alcalá Meco, en Madrid. La 'manada’, como se hacían llamar en un grupo de 'Whatsapp', no pudo participar este año en San Fermín, (“puta pasada de viaje”, lo definieron el año pasado), las fiestas en las que se hicieron tristemente célebres. Esta misma semana, la Audiencia de Pamplona ha rechazado los recursos y ha decidido mantenerlos en prisión provisional preventiva y sin fianza a la espera de un juicio que se prevé mediático.

Los responsables del Ayuntamiento de Pamplona que presentaron la segunda campaña “No es No. Pamplona libre de agresiones sexistas” tenían fundadas razones para no citar a la 'manada’ durante su rueda de prensa. El presunto delito cometido por los cinco sevillanos, y muchos de los detalles más morbosos de la investigación, han ocupado mucho espacio en los medios de comunicación. La 'manada’ y su repercusión mediática vinculan la imagen que de las fiestas de San Fermín se proyecta al exterior con una falsa permisividad hacia las agresiones sexistas, con una especie de anarquía sanferminera en la que “todo vale” durante nueve días. “Follándonos a una entre cinco”, encabezaron el vídeo en el que grabaron a la víctima. Ésa es la visión de San Fermín que transmite la 'manada’.

Apenas cuatro días antes de que se cumpliese un año desde la presunta violación grupal, se conocieron los argumentos con los que, en su escrito de conclusiones, el abogado defensor de José Ángel Prenda, pedía la absolución de su cliente: la víctima, según esta tesis, habría incitado a los cinco acusados a mantener sexo en grupo y mantuvo “cierta iniciativa”. “Todos mantuvieron relaciones sexuales consentidas con la mujer”, rezaba el escrito de la defensa del ‘Prenda’.

Mientras tanto, el Ayuntamiento presentó su segunda campaña contra las agresiones sexistas. Durante un año, se ha elaborado un mapa de “puntos negros” en la ciudad para las mujeres, en colaboración con el Área de Igualdad y asociaciones feministas de Pamplona; el Ayuntamiento puso a disposición de las mujeres recursos de atención sanitaria, psicológica, judicial o policial y de acompañamiento a los que se pudo acceder las 24 horas del día durante todas las fiestas; el Punto de Información de la campaña, situado en pleno centro, amplió su horario y por él pasaron a informarse cerca de 6.000 personas.

La apuesta por unas fiestas libres de agresiones sexistas se incluyó también en el bando municipal, se habilitó un correo para enviar información sobre puntos críticos o situaciones que pudieran generar inseguridad a las mujeres; se llevó a cabo un trabajo de campo con alrededor de 600 encuestas para estudiar las actitudes y discursos que inspiran las agresiones sexistas; se editaron folletos y se repartieron varios miles de pines con la mano roja que simboliza el rechazo de la ciudad a las agresiones sexistas.

Y aunque nadie habló oficialmente de la 'manada’, tanto instituciones como ciudadanos de a pie seguían con interés la actualidad informativa sobre el grupo de sevillanos que había pedido librarse de la prisión provisional en la que permanece desde el año pasado.

Balance del alcalde

Tras las fiestas, el alcalde, Joseba Asirón (EH Bildu), hizo balance y ofreció datos que permiten hablar del buen resultado de las campañas contra las agresiones sexistas: Se recogieron 14 denuncias en total, dos por agresiones sexuales (una de ellas a una menor) y otras 12 por abusos sexuales por tocamientos. A raíz de estas denuncias se detuvo a 11 personas, con lo que el Ayuntamiento entiende que se arrestó al presunto autor en un 79% de los casos.

Además de la función educativa y preventiva de las campañas institucionales contra las agresiones sexistas, la faceta más contundente de estas iniciativas llega con el dato de cuántos presuntos agresores ha detenido la Policía. Colectivos feministas admiten que es un mensaje que transmite cierta tranquilidad y consigue apartar la imagen de que en Sanfermines agredir a las mujeres puede quedar impune. Pero insisten en que el objetivo fundamental de estas campañas es la concienciación y la implicación ciudadana en contra de las actitudes sexistas. Y citan como ejemplo que el vendedor ambulante de chapas con mensajes sexistas fue denunciado por la ciudadanía, aunque posteriormente la Fiscalía no vio delito en el contenido de los pines que vendía.

Recién pasadas las fiestas, la Audiencia decidió, con el voto discrepante de uno de los magistrados, mantener a ‘La Manada’ en prisión. Aunque el Ayuntamiento no ha ofrecido una valoración oficial de este mandamiento judicial, técnicos municipales reconocen que un pronunciamiento de la Audiencia en sentido contrario, es decir, permitiendo a los integrantes de la 'manada’ salir de la cárcel hasta que se celebre el juicio, hubiera sido “muy contraproducente” para los objetivos logrados por las campañas contra las agresiones sexistas. “El hecho de que sigan en la cárcel permite poner el foco sobre las cuestiones más importantes, concienciar a la ciudadanía y provocar su respuesta ante actitudes sexistas. Si hubieran salido de la cárcel, toda esta tarea hubiera sido mucho más difícil”, aventuran.

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