Euskadi aprueba un plan contra la brecha salarial que apoya a las empresas que concilien

El Gobierno Vasco ha aprobado la Estrategia y el Plan Operativo de Acción para reducir la brecha salarial, que estará dotado con 283 millones en los dos próximos años y que persigue situar a Euskadi a la altura de los cinco países europeos con menor brecha retributiva entre hombres y mujeres para 2030. La brecha salarial “reproduce y perpetúa la desigualdad de mujeres y hombres” y es por tanto “responsabilidad” del Gobierno Vasco contribuir a su eliminación, aunque es un “problema complejo cuyo abordaje ha de ser multidimensional y ha de venir de la mano de todos los agentes implicados”. Así se ha expresado la directora del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde, Izaskun Landaida, tras aprobar un plan que pretende  eliminar la discriminación salarial, reducir la segregación ocupacional y profundizar en una educación desde y para la igualdad. Una de las medidas que recoge el plan es apoyar a las empresas que potencien la conciliación de la vida laboral y familiar.

En Euskadi la brecha salarial es del 14,3 % si se toma como referencia el indicador europeo de ganancia por hora, pero la desigualdad se agranda al comparar la ganancia media anual, ya que un hombre vasco gana 31.000 euros, frente a los 23.423 de una mujer, es decir un 24,4 % menos. Más del 80 % del trabajo a tiempo parcial lo desempeñan las mujeres, lo que supone un obstáculo en la promoción laboral y el acceso a puestos mejor remunerados.

Además, la gran mayoría de las personas que se acogen a excedencias, reducciones de jornada o medidas de conciliación para el cuidado de los hijos o de personas dependientes son mujeres. Una decisión que tiene una incidencia directa en la brecha salarial porque se quedan fuera de las promociones de la propia empresa.

Reducir la desigualdad

El plan tiene por objeto reducir la desigualdad en el salario por hora y recoge iniciativas como reforzar la inspección, impulsar la presencia de mujeres en la toma de decisiones, fomentar de itinerarios educativos y laborales “libres de estereotipos” y dar a los jóvenes “modelos de referencia”, entre otras acciones.

También prevé apoyar a las empresas que implanten medidas de conciliación, visibilizar y dar valor a los trabajos de cuidados no remunerados y fomentar la educación y sensibilización social, así como apoyar a las pymes para que hagan planes de igualdad y formar a empresarios y sindicatos encargados de la negociación colectiva.