Finaliza el conflicto en la escuela La Baluga
Las familias de los siete niños de Sopuerta que se encontraban sin escolarizar, como medida de presión para exigir oferta pública de enseñanza de Primaria en el municipio vizcaíno, han decidido llevar a los menores a aulas de Zalla, tras obtener el compromiso del Departamento de Educación de “abrir negociaciones activas en busca de una solución a la falta de derechos educativos”, según han anunciado.
Su intención es “seguir con las reivindicaciones desde allí” y estar “vigilantes a las futuras negociaciones”, han asegurado en un comunicado este sábado Handitzen Guraso Elkartea. Según han recordado, desde el inicio del curso, se han mantenido negociaciones con el Gobierno vasco para “conseguir, para la ciudadanía de Sopuerta, un derecho básico y normal en todos los pueblos de Euskal Herria, como es poder matricular a sus hijos en la escuela pública del pueblo hasta los 12 años de edad”.
Los ciudadanos de Sopuerta, han denunciado, no tienen “este derecho porque el gobierno sigue manteniendo los privilegios del Obispado y su monopolio en la educación”. Las familias decidieron “mantener el pulso” y llevar a sus hijos a la escuela pública La Baluga, donde se imparte educación infantil, con profesoras voluntarias hasta que el Ejecutivo “impidió su paso” y sin ellas en los días siguientes.
Reunión con Educación
Finalmente, este pasado viernes, en una reunión mantenida por las siete familias con el Gobierno vasco, “se logró el compromiso firme por su parte para abrir negociaciones activas en busca de una solución a la falta de derechos educativos en Sopuerta, poniendo como condición la inmediata escolarización de los niños en Zalla”, han explicado. Las familias han decidido, “como muestra de buena voluntad y preocupados por la adecuada escolarización de los niños”, pasar a “otra fase en nuestra reivindicación”.
“Acudiremos a Zalla, y seguiremos nuestra reivindicación desde allí, estando vigilantes a las futuras negociaciones”, han asegurado las familias, que han agradecido las “innumerables muestras de solidaridad” y el apoyo que han recibido en sus protestas por “conseguir que la escuela pública sea el eje vertebrador de nuestro sistema educativo”.
