Osakidetza recupera la voz
La voz humana vuelve a los teléfonos de Osakidetza para alivio de los usuarios y pacientes del sistema sanitario. El Servicio Vasco de Salud ha decidido cambiar el sistema actual de contestador automático para solicitar cita previa telefónica debido a las numerosas quejas recibidas y será atendido por personas después del verano. El sitema de cita previa permite a los pacientes solicitar cita por teléfono con el médico de familia, el pediatra o las enfermeras. Su mal funcionamiento ha motivado las quejas y el enfado de los pacientes y también de los profesionales.
Según el Departamento de Salud, muchas de esas reclamaciones proceden de las personas mayores que tienen dificultades para utilizarlo. Precisamente, éste es uno de los colectivos que más demandan los servicios de Osakidetza debido a que es el más patologías sufre, en muchos casos de tipo crónico.
La idea es implantar después del verano un sistema de atención personal que comenzará a aplicarse primero en Álava, para extenderlo después a los otros dos territorios. Así, serán las personas las que vuelvan a atender las llamadas de los ciudadanos que quieren solicitar una cita con el médico. Solo en el caso que se encuentren ocupadas se activará el servicio automático para responder y fijar la cita. Este cambio de la centralita no afectará a ninguna otra parcela de las herramientas de comunicación e interacción no presenciales de las que dispone el Servicio Vasco de Salud, como la carpeta de salud y la gestión sanitaria no presencial.
Las quejas por el mal uso del contestador automático habían llegado hasta el Parlamento. Hasta el punto de que EH Bildu presentó una proposición no de ley que fue rechazada hace unos meses en la que aseguraba que el sistema de atención sanitaria telefónica puesto en marcha en 2011 no cumple con sus funciones. “El tiempo transcurrido desde su implantación”, recalcaba Bildu, “demuestra que no se ha logrado el objetivo y, en cambio, se han incrementado las colas en los ambulatorios y se ha acrecentado la lejanía con las personas. No tiene sentido obstinarse en mantener ese sistema automático cuando está claro que la atención personal es más eficaz”.
En este caso, las personas han derrotado a las máquinas.
