Osakidetza expedientará a la médico del 112 por no enviar la ambulancia

La decisión tomada por la médico de coordinación del 112 que atendió a la madre de la niña fallecida por complicaciones de varicela el pasado 17 de marzo fue incorrecta. Por este motivo Osakidetza incoará un expediente disciplinario a la médico que atendió por teléfono a la madre de la menor “dado que su modo de proceder puede ser constitutivo de una falta con su correspondiente sanción tipificada en el ordenamiento jurídico”.

A pesar de que la ambulancia no le habría salvado la vida, Osakidetza sí reconoce que la actuación de la médica coordinadora de Emergencias no fue la acertada. Durante el transcurso de la conversación que mantuvo con la madre “no valoró adecuadamente la información recibida, en la que claramente se ponían de manifiesto criterios de gravedad y no se decantó por el recurso oportuno dado el grave estado de la menor”, declaraba el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria.

Durante la comparecencia en comisión parlamentaria los responsables del Departamento de Salud han leído parte del contenido de la conversación telefónica en la que madre detalló a la coordinadora el estado de la pequeña. “Ha tenido gemidos durante toda la noche, lleva seis días en la cama sin poder levantarse y apenas comer; ahora no tiene fiebre pero ha tenido prácticamente 39 y medio de forma continuada, tiene las manos frías, está morada..” fueron algunas de las frases pronunciadas por la madre que aseguró a la doctora que su hija estaba agonizando.

La facultativa, ante tal descripción, debería haberse decantado por movilizar el recurso en vez de indicarle que pidiera asistencia en el centro médico local, según recoge las conclusiones de la investigación abierta tras la muerte de Anne Ganuza.

El consejero de Salud, Jon Darpón, ha asegurado que la muerte de Anne se trató de “un desgraciado caso puntual fruto de una enfermedad común como es la varicela”. Una asistencia prestada media hora antes no habría evitado el fatal desenlace porque “el fracaso multiorgánico” estaba presente con anterioridad en la menor, según explicaciones de la jefa de Pediatría del Hospital Universitario de Álava, HUA, la doctora Botella. Por ello Osakidetza considera que ha quedado acreditado que el traslado de la ambulancia no hubiera cambiado el curso de los hechos.

Infección fuera de control

Los síntomas que presentaba la menor en sus últimos momentos, han asegurado los responsables de Salud, “aparecen en pocas horas y por eso se denominan sepsis fulminantes”. El diagnóstico clínico habla de shock séptico de probable origen bacteriano. Se trata de una infección fuera de control, “un cuadro catastrófico que acontece en muy pocas horas y desgraciadamente no se puede adivinar que va a producirse”, aseguraba la jefa de Pedriatía.

La familia de la niña ha denunciado a varios médicos de los servicios de salud del Gobierno vasco y de la Junta de Castilla y León por la atención que se prestó a la joven en los días previos a su fallecimiento, y por la decisión de no enviar una ambulancia a su casa cuando, unas horas antes de su muerte, los padres contactaron con el servicio de emergencias.

La menor murió en el Hospital Txagorritxu de Vitoria, al que había sido trasladada por su padre desde su domicilio en La Puebla de Arganzón, un municipio perteneciente al enclave burgalés de Treviño, situado en el territorio de Álava.

La familia había llamado previamente al servicio de emergencias 112 del Gobierno vasco, desde el que en lugar de enviar una ambulancia, se optó por remitirla al médico de guardia de Treviño. No obstante, para cuando el facultativo llegó a La Puebla de Arganzón, los padres ya la habían llevado a Txagorritxu.