Los mercados locales dinamizan el comercio de pueblos y ciudades, pero están en declive

Un estudio realizado en diez mercados de productores locales de Gipuzkoa concluye que el impacto económico anual que reportan es de 76,5 millones de euros, más o menos un 0,35 % del Producto Interior Bruto del territorio guipuzcoano. Este trabajo ha sido elaborado por un grupo de investigación de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad del País Vasco (UPV).

Mirene Begiristain, miembro del grupo de investigación que ha desarrollado el trabajo, recalca que “los mercados locales no son meros lugares de conexión del medio rural y la ciudad, son también centros de dinamización de cada municipio y comarca”. Así, sostiene que “si en el futuro se quiere mantener vivos estos mercados, hay que valorar la importancia que tienen y deberían tener en el sistema alimenticio de los municipios y ciudades. La proliferación de otros modos de comercialización han llevado al declive de los mercados”.

En el estudio, se ha realizado el diagnóstico de diez mercados semanales y diarios de diez municipios de Gipuzkoa: el mercado de la Bretxa y el mercado itinerante de San Sebastián; el de Tolosa; Ordizia; Arrasate; Azpeitia; Eibar; Bergara; Zumarraga y el mercado de Zarautz.

Los autores del trabajo facilitaron un cuestionario a personas que asisten diaria o semanalmente a dichos mercados para vender o comprar productos. Según los datos obtenidos, los 26.000 ciudadanos y ciudadanas que semanalmente se acercan a esos mercados de Gipuzkoa realizan un gasto medio de 19,5 euros al día.

Eduardo Malagón, investigador de la UPV/EHU, puntualiza que el impacto económico de los mercados no solo se limita a las ventas. “En muchos municipios, los mercados son un espacio para la dinamización comercial y social, y los días de mercado las tiendas y los bares de los alrededores también obtienen unos beneficios económicos significativos”.

En la actualidad, no existe ningún modelo de gobernanza para la regulación de los mercados. “El conocimiento de la situación real y concreta de los mercados ayudaría a definir las prioridades y acciones a desarrollar de cara a su reactivación dentro de la estrategia de comercialización”, apunta Aintzira Oñederra. “Es ”importante que los distintos agentes tengan en consideración el impacto económico y social que producen estos mercados para que lleguen a ser un lugar de encuentro para la compra y venta de productos diarios, y no un espacio para una compra ocasional de productos“.