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El misterio del olor a tabaco en el baño de señoras del Parlamento

Interior del Parlamento Vasco en una sesión plenaria

Iker Rioja Andueza

En el Parlamento Vasco no sólo inquieta la política. De vez en cuando, como en cualquier otra empresa, la 'dirección' tiene que lidiar con problemas más terrenales. Esta semana, sin ir más lejos, con el misterio del olor a humo en los baños de señoras de la tercera planta, junto a una sala de comisiones.

Este asunto ha obligado ni más ni menos al órgano de gobierno de la Cámara, a la Mesa, a recordar sutilmente a la fumadora compulsiva que entre esas cuatro paredes esos mismos políticos aprobaron hace exactamente un año y sin oposición una norma que prohíbe el tabaco no sólo a sus señorías sino a toda la sociedad en centros de trabajo y edificios públicos. Que tienen que dar ejemplo, en definitiva.

Este pronunciamiento se recoge entre los asuntos que no se hicieron públicos tras la reunión de la Mesa del pasado martes. Concretamente, en el punto 4 se recoge el siguiente acuerdo: “Se recuerda a los grupos parlamentarios que, de acuerdo con el artículo 40.2 a) y b) de la Ley del País Vasco 1/2016 de 7 de abril de Atención Integral de Adicciones y Drogodependencias, está prohibido fumar en los centros de trabajo públicos y privados, así como en los centros y dependencias de las administraciones públicas”.

¿Por qué? ¿Qué ha llevado a la Cámara a recordar a los propios autores de la ley antitabaco su cumplimiento? De la documentación de la Mesa no salieron aclaraciones más allá del aviso a navegantes. Sin embargo, fuentes parlamentarias han explicado que la decisión viene motivada por las quejas de algunas usuarias de un cuarto de baño de la planta tercera, en el que olor a tabaco era evidente y molesto. El aviso, además, va dirigido “a los grupos parlamentarios”, es decir, que las sospechas sobre la misteriosa fumadora del Parlamento se restringen a las políticas y asesoras, nunca a las funcionarias.

Lo más llamativo es que en el Parlamento no está prohibido fumar en los espacios al aire libre, básicamente la entrada y un pequeño patio trasero. De hecho, es habitual que se reúnan con un cigarrillo en la mano sus señorías y el resto de trabajadores fumadores en los descansos de plenos y comisiones. Es más, ese espacio está al margen de miradas indiscretas de ciudadanos de la calle ya que la verja está cubierta con vegetación.

Precisamente, este miércoles el consejero de Salud, Jon Darpón, ha participado en la constitución de una comisión interinstitucional para velar por el cumplimiento de la Ley de Adicciones. Según los datos del Gobierno vasco, desde 2011, año en que entró en vigor la ley antitabaco estatal, las denuncias por fumar en lugares prohibidos han alcanzado el millar. Más de 300, en todo caso, se han concentrado desde abril de 2016 hasta hoy, es decir, desde que la Cámara aprobó la normativa vasca.

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