Caza mayor
Hasta el dirigente político más hábil puede caer en estrategias disparatadas y causar sonrojo. La reciente operación policial para desentrañar las finanzas de CDC nos ha permitido ver cómo Artur Mas es, a la hora de la verdad, más de los mismo. “Somos pieza de caza mayor”, ha sentenciado el presidente de la Generalitat. Me pasma que a estas alturas los políticos sigan recurriendo a este discurso del pleistoceno, con el que pretenden trasmitir la idea de que estamos única y exclusivamente ante una conspiración. Me causa estupor que no aprendan nada de los errores del rival político (“Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP”). Me horroriza pensar que adoptan esa actitud porque creen que la sociedad es todavía sensible a su victimismo.
En estas circunstancias, yo le preguntaría a Artur Mas qué momento le parece apropiado para iniciar una investigación judicial. ¿Acaso él conoce a alguna persona a la que le venga bien un registro y una detención? Perdone, agente, pero ¿le importaría venir dentro de cinco minutitos? Es que tengo un pollo en el horno. Señoría, me hubiera venido mejor que entraran en la sede de mi partido hace un mes, es que ahora no puedo atenderles porque quiero pasar más tiempo con mi pareja. Sí, claro, no se preocupe. Ya le llamaré y ya volveré por aquí cuando le venga bien. ¡Ah! Y siento haberle interrumpido cuando estaba reunido con Jordi Pujol, pobre. Dele recuerdos. Y dígale que se anime.
Luego está la parte en la que Mas sugiere que el Estado se esconde detrás de esta operación. Si eso fuera así, aun tratándose de algo burdo y grave, no puede servir para tapar el fondo de la cuestión. Pero es que además, el origen de las actuaciones procede de un juzgado catalán que empezó a actuar por una denuncia de ERC, cuando este partido aún ejercía de líder de la oposición. Entonces, ¿qué me está contando, caballero? Hable con Oriol Junqueras...
A estas alturas, me parece entrañable la polémica por el tono despreocupado de Albert Rivera y Pablo Iglesias en La Sexta sobre el dinero que les devolvía Hacienda. Hubo quien consideró revelador que ninguno de los dos le diera al F5 durante días para ver si se había producido el ingreso. Puede ser sintomático, no digo que no. Pero hombre, vivimos en un país en el que dirigentes políticos muy relevantes dicen desconocer completamente las entradas y salidas de dinero de sus propios partidos. Y hablamos de millones de euros. Sin embargo, les parece más rentable políticamente subrayar que hay dos tipos que no saben cuándo les devolvió Hacienda 200 euros.
En definitiva, entiendo perfectamente que a Artur Mas le entre la risa cuando escucha al Gobierno decir que los jueces son independientes, que hay separación de poderes y que CDC tiene que dar explicaciones. Entre otras cosas, porque el PP no puede dar ninguna lección en esta materia. Ninguna. Pero ya que Mas es hábil, osado y da la cara, que no lo estropee con un discurso apto para niños de 0 a 3 años.
