Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Ya sabemos que Rajoy no será presidente. ¿Qué viene luego?

Suso de Toro

Un día se presenta Rajoy, como si fuese un día eterno, nuevamente con su sorna, su cinismo, sus mentiras y utilizando a “la unidad de España” y Catalunya como una porra contra el PSOE pero al día siguiente Sánchez dice “no” y ya estamos en una nueva situación: salvo milagro caído del cielo, Rajoy no será nuevamente presidente en esta legislatura. O bien se vuelve a presentar como candidato a unas posibles próximas elecciones y las gana o ya nunca lo será. En ese caso ya nadie querrá acordarse de él y será una lástima porque aquel niño tímido se transformó en un personaje tan perverso como fascinante.

Gallos y gallinas no deben acostarse con el zorro y Rajoy acabó por transformarse al final de su carrera política en un destructor insaciable que traga todo y también a quien se le acerca. Rajoy, ese aparente hombre sensato, abarca todas los matices de la violencia, desde destruir pruebas a martillazos hasta los engaños y las zorrerías sistemáticas. De la mentira y el descaro hizo sus armas habituales, no es extraño que colocase a Pastor, vecina, amiga y compañera de veraneos, al frente del parlamento para seguir con sus triquiñuelas estos meses.

Pero cuando Sánchez recitó su “no”, desgranando los deméritos del candidato Rajoy, la diputada de Coalición Canaria expresaba en su cara un “tierra trágame” y Rivera mantenía la mirada baja para ocultar sus enormes ojeras de derrota y su mirada vacía que no veía futuro. El trato humillante que le dio a Ciudadanos durante la negociación e incluso el tono displicente con que se dirigió a Rivera sólo es Rajoy limpiándose los dientes con un palillo en plena digestión. A Rivera solo le quedó presentarse como un niño bueno, casi una víctima de un compañero abusón, Rajoy, que le obligó a pactar.

Rajoy se traga todo, fuera y dentro, hace años predije que siendo Rajoy el pasado del PP, con su pasado de corrupción que no es posible ocultar, con él perecería una nueva generación biológica de políticos, con Rajoy se irán Soraya y demás. “Es verdad que yo tengo aquí, en esta cámara, más gente en contra que a favor”, confesó el candidato y con eso ya sabemos el resultado de este intento: la mayoría no quiere a Rajoy.

Quizá lo nuevo sea el discurso de Sánchez, impecable desde el punto de vista democrático y que cierra el futuro de Rajoy, lo liquidó moralmente, le negó autoridad personal para gobernar: “Usted no es de fiar”. Otra forma de repetirle “indecente”. Sánchez se atuvo a un principio “dadme un punto de apoyo y con mi palanca moveré el mundo”, a pesar de las presiones, supo sostenerse en una posición política y eso le hizo fuerte. Hacia el exterior, derrota a Rajoy y se muestra como alternativa y, hacia el interior, sus rivales en el partido no pueden cuestionar esa estrategia ni cuestionarlo a él.

Iglesias no siguió la lógica de la situación, quién puede ser presidente de gobierno, y como también carece de pasado de gobierno aprovechó bien la ocasión para otra batalla más cercana, las elecciones vascas y gallegas. Lanzó pullas al PNV, su rival en Euskadi, y atacó al PP de Feijóo, su rival en Galicia, sin olvidarse de mandarle algún codazo al PSOE. Al fin alguien mentó en el parlamento lo que parecía innombrable, la amistad de Feijóo y el PP con narcotraficantes, el PP de Baltar, y enunció todos los matices del franquismo de Rajoy. Mentar y cualquier otra cosa que le echen no mueve un músculo de la cara de cemento del candidato, que está blindado por un entorno igualmente reaccionario, carca y rancio. Por otra parte, la fingida benevolencia de maestro a un alumno joven con que le contestó se debe a que a Rajoy le interesa tratar bien y realzar a Iglesias en demérito de Sánchez, a uno y otro les beneficia.

Ese discurso antifascista, antifranquista, es imprescindible y Podemos, que se abrió camino siendo un fiscal implacable de los poderes establecidos, cumplió con su función. Más adelante, cuando se salga de este enredo de nuevas elecciones sí o no ya tendrán tiempo de presentarse de un modo que les permita competir con el PSOE. Por ahora, con la idea de una España plurinacional y plural recoge parte del legado de Zapatero, eso responde al proceso de formación de Podemos que nació de la Puerta del Sol pero ha tenido que pactar con grupos nacidos en regiones y nacionalidades y ahí están las contradicciones que se irán manifestando en el futuro, como se acaba de ver en Galicia y se verá en Catalunya. Pero a partir de esta semana nos espera alguna novedad que para nosotros es imprevista y que quizá nazca del Palacio de la Zarzuela.

Etiquetas
stats