¿Tú de quién eres?
Cuando yo era pequeña circulaba el chiste de que en el pueblo te preguntaban “¿tú de quién eres?”; en la ciudad de provincias, “¿en qué calle vives?”; y en la capital, “¿a qué te dedicas?”. Cada una de esas preguntas te identificaba en cada espacio, en cada contexto urbano. Apellido, calle o profesión. Eh, tú. ¿Y a ti qué te interpela?, ¿eh?, ¿eh?
Y, sin embargo, hoy. Por qué será que cada día tenemos indicios de que es en la confusión de lo público y lo privado que todo se ensucia. Por qué será que cada día en esto de las calles se nos llena todo de ruido.
LUNES. Hablan de Gamonal los tertulianos de un programa de ultraderecha. Intenten explicarle a un extranjero que aquí es legal que se emita El Gato al Agua y tendrán ante ustedes una magnífica definición de la Transición española. “¡Es que no podemos detenerles si no hacen nada!”, dicen, exasperados, sobre los manifestantes. Fascinante, además de la transparencia del enunciado, esa identificación con las fuerzas del orden. Comenta una seguidora: qué vergüenza la imagen que están dando de la ciudad esta gente. Y se refería a los ciudadanos. Oh sorpresa, qué cristalino todo.
MARTES. Seguimos con el asfalto y algo se nos opaca: ¿cómo debe entrar la infanta a declarar?, ¿un poquito caminando y otro poquitito a pie? Un pie real –de realeza, no de lo otro– en el asfalto público. No cualquier zapatito, a qué nos recuerda eso, a qué nos recuerda. “Todos somos iguales ante la ley pero no ante los medios de comunicación y eso es una verdad como un templo”, dijo Esperanza Aguirre. “Ni ella, ni nadie”, replica Patxi López, como si el tema fuera el paseíllo y no el zapatito.
MIÉRCOLES. En los lodos, una vez más, de lo público y lo privado, para qué llamarlo cotilleo si le podemos poner el precioso traje azul marino de la sección de internacional. Hollande prepara una serie de recortes sin precedentes de 50.000 millones de euros, pero qué es eso pudiendo hablar de hospitalización y fatiga extrema. De la historia de amor. De la primera visita al hospital, chispas. Qué pasa cuando lo nimio –ya no lo personal– se convierte en arena política. Qué pasa. Es pregunta.
JUEVES
Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos
Muere Juan Gelman, que con su obra, pero también con su vida, hizo política y memoria. Cada día aquello que era íntimo lo luchó hasta que fue público. Puro dolor. Dolor puro.
VIERNES
El viernes –día de entrega de esta columna– parecería que la pregunta es de qué lado están los bomberos. Ah, tienen uniforme, así que debería ser de uno solo, pero impera el sentido común en la calle.
La calle que en principio era de todos, la calle, lo público, lo opuesto a lo privado, sí, una vez más, aquí estamos entre tanto ruido, ¿tú de quién eres, eh, tú de quién eres? Y todos tan sorprendidos.