El momento de Torra

La crisis del coronavirus parece no haber desgastado a los políticos en su totalidad. Con el decreto del Estado de Alarma el ejecutivo español quiso tomar el mando de operaciones, recentralizando las competencias estatutarias de las CCAA.

Desde su investidura, Quim Torra se ha visto desde la opinión pública como un personaje provisional, sin el liderazgo suficiente para sustituir a Puigdemont. En su sesión de investidura, él mismo señaló su firme voluntad de investir de nuevo al ex presidente. Con la actual crisis sanitaria, la figura de Puigdemont se ha vuelto totalmente ausente, insignificante. Torra no tiene una carrera política, él mismo lo ha reconocido en distintas ocasiones, su ámbito no es más que un representante de la sociedad civil, un líder de manifestantes. Donde él está más cómodo es en las primeras filas de una manifestación, donde nadie va a juzgarle ni pedirle justificaciones.

Desde que se decretara el Estado de Alarma, son varias las ocasiones en las que el presidente de la Generalitat ha mostrado su opinión contraria a la gestión de la crisis por parte del gobierno central. Junto con Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), han establecido un frente contrario al gobierno de Sánchez, criticando duramente las acciones o inacciones del ejecutivo. Cabe destacar la inclusión por su parte de expertos en las consideraciones que hace sobre la gestión de la crisis, el más conocido Oriol Mitjà.

¿Según las dos consideraciones propuestas, puede ser este el momento de auge de Quim Torra? Mi humilde opinión recae en que no hay escenario que le guste más que este. Torra no tiene competencias suficientes para gestionar la crisis, y consecuentemente no puede gestionar suficientes mecanismos para recibir críticas. Su acción se centra por tanto en un atril, únicamente en la opinión diferenciada del ejecutivo central, pero sin ámbito de actuación. ¿Os recuerda eso a algún tipo de escenario? Las oportunidades de Torra actualmente se ciñen solo a lo que más le gusta, atacar sin hacer.

Puede ser un giro histórico en las filas de 'Junts per Catalunya', que mientras están buscando algunos el próximo remplazo de Puigdemont, ven como el actual ha encontrado su posición de comodidad donde trabajar y forjar su apoyo.