Lamento decirlo por los miles de aficionados y aficionadas que opinan lo mismo y por el buen nombre de la institución, pero pareciese que el antídoto por blanquear a la dictadura sangrante y medieval de Arabia Saudí, fuera hacerse embajador del Athletic, ya que Jon Rahm haciendo lo mismo que Rafa Nadal, por ese acto tan gratuitamente indigno, insensible, avaricioso y cómplice, apenas ha tenido críticas.