Selección de profesores

Estos días se está seleccionando profesorado para los grados de Turismo en el marco de las oposiciones que se celebran en Catalunya para incorporar nuevos docentes al sistema. Estos procesos selectivos acumulan numerosas denuncias y quejas sobre su arbitrariedad y, sobre todo, ineficacia a la hora de seleccionar a los mejores profesionales para el sistema público. El proceso que menciono es un buen ejemplo.

Como parte de la oposición, se ha venido celebrando la primera fase de la selección, suele haber tres, consistente en la presentación y evaluación de una programación didáctica. En realidad, la evaluación, según manifiestan en foros públicos algunos candidatos, se ha centrado más en responder con rapidez y aplomo a preguntas, referidas al proceso programador en general, que a la programación presentada por el candidato en sí. Parecería pues, que, el tribunal no ha leído a fondo la programación de cada candidato y ha apostado más por encontrar grietas en su discurso o en su capacidad de defenderse ante preguntas comprometidas.

Ha suspendido, esta fase, más del 50% de los candidatos. Podría decirse que muchos de ellos no estaban preparados y que el tribunal ha hecho su trabajo. Los hechos sugieren otra explicación.

En primer lugar, muchos de los candidatos que se han presentado a esta convocatoria ya lo hicieron hace dos años. Una rápida revisión a sus calificaciones publicadas en esta fase de la prueba muestra que, algunos de ellos han obtenido hasta dos puntos menos esta vez. ¿Quiere decir esto que han empeorado, en este tiempo, sus competencias para programar? En segundo lugar, casi nadie ha obtenido calificaciones por encima de 7 y, en tercer lugar nadie ha obtenido calificaciones entre 4,5 y 5 (más recurribles).

Estos procesos son recurribles. El tribunal de esta oposición ha ofrecido esta opción aunque la fecha que han proporcionado para realizar las revisiones personalizadas de la prueba mencionada son posteriores al inicio de la segunda prueba. Es decir, los candidatos suspendidos que han pedido una revisión de su prueba, sabrán si se estima o no su petición después de la realización de la segunda prueba. Esto les impedirá acceder a la segunda fase de la oposición en caso de aprobar la primera. ¿Significa esto que el tribunal no prevé aprobar a nadie de los ya suspendidos antes de realizar dichas revisiones?

El lector debe saber que, en estos procesos, al menos en Catalunya, se informa, de manera genérica al opositor de que se va a evaluar pero no cómo. Es decir: dos tribunales diferentes pueden decirte que valoraran que pongas un índice y una bibliografía en tu programación, pero luego, uno de ellos puede decidir que el índice representaba un 90% de la calificación y la bibliografía un 10 y, el otro tribunal justo lo contrario. Además, pueden no decirlo o decirlo a posteriori. Esto abre la puerta a numerosas arbitrariedades que son denunciadas por candidatos y sindicatos, oposición tras oposición, sin éxito.

En el proceso que he usado como ejemplo hay candidaturas con amplia experiencia en el sector turístico incluyendo trayectorias en líneas aéreas, eventos, hoteles, servicios de guía turístico y, además algunos de estos candidatos llevan años trabajando como interinos en otras especialidades de secundaria. Ahora han sido suspendidos y, aunque el sistema, sobre el papel, les ofrece un medio para reclamar posibles injusticias, en realidad se trata de un sistema que se valora a sí mismo y acostumbra a decidir que el proceso, hecho por ellos, se ha hecho correctamente. La impunidad es absoluta puesto que todo el sistema se auto referencia y, aunque existe jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre numerosos derechos de los candidatos como el de ver su propia prueba, una vez puntuada, estos derechos se le niegan a los candidatos desde la consciencia de lo que cuesta llegar a instancias judiciales, lo incierto de estos procesos en España y la falta de consecuencias reales para las conductas irregulares.

La única duda es pues conocer qué argumento, van a usar las miembros del tribunal para justificar su decisión ante los candidatos que reclamen, ya que, probablemente no prosperará ninguna reclamación. En cualquier caso muchas de estas justificaciones tendrán seguramente muy poco que ver con la capacidad de esos candidatos para ocupar esos puestos. Además, en este proceso en concreto, van a quedar más de la mitad de las plazas ofertadas sin cubrir. Eso sí, el tribunal se irá antes de vacaciones, al tener menos candidatos para evaluar. Como ciudadano me preocupa.