Asociaciones de estudiantes de Cachemira denuncian agresiones tras el atentado

La Organización de Estudiantes de Jammu y Cachemira denunció hoy que miles de jóvenes originarios de esa región están sufriendo agresiones en toda la India tras el atentado del jueves contra las fuerzas de seguridad, en el que murieron al menos 42 policías.

“Después del atentado, turbas en varias partes de la India han empezado a atacar a estudiantes procedentes de Cachemira. Muchos se han visto obligados a huir de sus residencias”, afirmó a Efe el presidente de la organización, Khwaja Itrat.

La fuente calificó de “crítica” la situación de decenas de estudiantes cachemires en la ciudad de Dehradun, en el estado de Uttarakhand (noreste), que se han visto obligados a buscar refugio en un edificio para protegerse de un grupo de manifestantes.

“Se han encerrado en sus habitaciones y hace más de un día que están allí sin comida”, lamentó Itrat.

Desde que tuvo lugar el atentado, el más grave en tres décadas de conflicto en la Cachemira india, la asociación ha acogido en pisos y templos de la religión sij a más de 300 estudiantes llegados de diferentes ciudades a la ciudad norteña de Chandigarh, donde la situación es “tranquila por el momento”.

“Esperamos que vengan cientos más. Solo pedimos al Gobierno que nos permita volver a Cachemira de forma segura”, explicó Itrat.

El Ministerio de Interior pidió el sábado en un comunicado oficial dirigido a todos los estados del país que aseguren el bienestar de todos los estudiantes y personas originarias de Cachemira.

Por tercer día consecutivo, las autoridades impusieron restricciones al movimiento y al derecho de reunión en el distrito de Jammu, de mayoría hindú a diferencia de la mitad cachemir del estado dominada por musulmanes, después de que grupos de manifestantes atacaran a habitantes de barrios musulmanes.

“La situación es normal y estuvo bajo control anoche excepto por algunos incidentes aislados”, dijo a Efe el inspector general de Policía del distrito, M.K. Sinha.

Srinagar, la capital de verano de Jammu y Cachemira, amaneció paralizada por una convocatoria de huelga en protesta por los actos de violencia contra cachemires en varias partes del país.

Ambos países han librado dos guerras y numerosos conflictos bélicos por el control de Cachemira, donde en los últimos años ha aumentado la violencia, produciéndose solo en 2018 la muerte de 250 insurgentes en operaciones militares indias, el número más alto en una década.

Según datos oficiales del Gobierno indio, desde 1989 han muerto cerca de 44.000 personas en incidentes armados relacionados con el estallido independentista en la Cachemira india, concretamente 24.558 insurgentes, 13.976 civiles y 5.123 miembros de las fuerzas de seguridad.