Casado minimiza el malestar interno y seguirá con su estrategia porque cree que España también ha girado a la derecha
Pablo Casado continuará el giro a la derecha que puso en marcha en el Partido Popular nada más ganar las primarias y persistirá en su estrategia de comunicación. Lo hará a pesar de las voces que desde dentro de la formación conservadora cuestionan la radicalización del discurso y la forma de difundir los mensajes de la nueva dirección popular. El líder del PP resta importancia a las críticas internas porque considera que el viraje emprendido por su equipo responde a las exigencias de su electorado y a la realidad ideológica del país que, según Génova, también se ha derechizado.
Fuentes de la dirección de los populares sostienen que polémicas como las de la semana pasada y que afectaron al propio Casado –que pronunció un discutido discurso alabando el pasado colonial español–, la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat –que convirtió una pregunta parlamentaria a la vicepresidenta del Gobierno en un extraño discurso en el que mezcló prostitución, Waterloo y las herriko tabernas–, o la vicesecretaria de Acción Social, Isabel García Tejerina –al cuestionar el nivel educativo de los niños andaluces– son “casos puntuales”.
Génova no entiende que esas declaraciones hicieran estallar a varios dirigentes críticos con Casado, que en los últimos días se han confesado “abochornados” por el “giro a la derecha” y la “improvisación” de la dirección del PP y han alertado de las posibles consecuencias que podría tener esa estrategia en próximas citas electorales. Es más, la cúpula de los populares considera que su estrategia de comunicación está dando resultados positivos que se traducen en un crecimiento en las encuestas, al menos en las que manejan de forma interna.
“Ahora estamos conectando con la gente”, aseguran fuentes de la dirección nacional. “Estamos en la línea con lo que nos pedían”, insisten para defender el giro ideológico puesto en marcha por Casado que les ha llevado, por ejemplo, a exigir la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya de forma indefinida, a articular un duro discurso antiinmigración o a considerar que el debate sobre la eutanasia “no existe” en España, como apuntó el líder del PP la semana pasada.
“Dicen que comunicamos demasiado”
“Nuestro proyecto va bien”, remarca Génova, que argumenta que una de las claves de ese supuesto éxito de los nuevos postulados del partido es que “ideológicamente hablando” España “está más en el centro derecha” que hace unos meses, cuando todas las encuestas situaban a la mayoría de los españoles en un espectro de centro izquierda.
Ante los problemas de comunicación denunciados por dirigentes de su partido, el líder del PP ironizaba ante los medios este lunes: “Ahora dicen que comunicamos demasiado”. Casado pronunciaba estas palabras durante la presentación de Adolfo Suárez Illana como presidente de la Fundación Concordia y Libertad, organización creada por el propio presidente de los populares a la medida del hijo del expresidente Suárez. Este último será el encargado de organizar la convención ideológica en la que el PP pretende renovar sus postulados ideológicos y que, en la práctica, supondrá la consumación del giro a la derecha emprendido en julio.
Este fin de semana el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido abogaban por no descuidar el centro político, unos mensajes que se han interpretado como una crítica al viraje emprendido por Casado. Pero este lunes el presidente de los populares rechazaba que esas declaraciones supongan que existe una “disparidad de criterio” entre esos dos dirigentes y la estrategia de la dirección nacional.
Casado considera que ocupar el centro es “no moverse de sitio” sino que es “ampliar espectro electoral”. “Por tanto, tenemos que seguir en nuestro siempre, en las raíces fieles a los principios liberal conservadores de centro derecha”, apuntaba.
“Hablamos claro”
“Los mensajes del PP de Casado lo que hacen es poner en evidencia los problemas a los que se enfrenta el Gobierno de Pedro Sánchez. Quizá de lo que se nos puede acusar es de que se nos entiende bien, de que hablamos claro”, recalcaba horas antes el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, que reafirmaba el apoyo de la cúpula del partido a Dolors Montserrat a pesar de su polémica intervención en el pleno del Congreso del pasado miércoles y a que fue por ello cuestionada por diputados y dirigentes del partido. “Es una gran portavoz y va a seguir siéndolo”, zanjaba.
Fuentes de la dirección nacional del PP vinculas las críticas internas y externas con una estrategia del Gobierno del PSOE y la izquierda que, explican, buscan resaltar que Casado no tiene experiencia ni equipo y es de derechas. De momento, a Génova no le preocupa que se ataque a su máximo líder ni por su giro a la derecha ni por su forma de comunicar ni por su sobreexposición en los medios.
El equipo de Casado cree que gracias a esa presencia permanente en actos y comparecencias ante la prensa los populares están “liderando el debate político”. “Es peor la irrelevancia”, concluyen.
