España perdona a Costa de Marfil parte de su deuda para estrechar la relación

El Gobierno español ha acordado condonar a Costa de Marfil 60 millones de euros de deuda de forma progresiva y convertir otros 40 millones en financiación para proyectos conjuntos en materia de agua y energía como vía para estrechar las cooperación política y económica entre ambos países.

El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, informó del acuerdo al presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, en la reunión que mantuvieron en Abiyán durante su visita al país africano.

El acuerdo de canje de deuda venía negociándose desde 2014 y se ha cerrado ahora ante el interés de España en intensificar la relación con la antigua colonia francesa, cuyo ritmo de crecimiento en el último trienio ha sido superior al 7 por ciento.

El Gobierno español considera que Costa de Marfil puede ser una buena plataforma para extenderse a otros países de la región en los que su presencia ha sido testimonial.

“Este acuerdo nos abre la posibilidad de poner en marcha una cooperación económica que va a beneficiar a Costa de Marfil y también a España y a las empresas españolas”, dijo Dastis a los periodistas tras su cita con Ouattara en el palacio presidencial.

Dastis comunicó al mandatario marfileño la intención del jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, de acudir a la cumbre UE-África que tendrá lugar a finales de noviembre en Abiyán, la capital económica del país.

La reunión con Ouattara tuvo lugar después de que el ministro de Exteriores se viera con su homólogo de Costa de Marfil, Marcel Amon Tanoh, con quien firmó un memorándum de entendimiento que sienta las bases para impulsar la relación bilateral en todos los ámbitos.

Desde que los reyes Juan Carlos y Sofía visitaron esta nación africana en 1979, España ha mantenido vínculos diplomáticos, pero no ha sido un país prioritario en su política de cooperación.

Dastis subrayó que su gira por África Subsahariana, que ha incluido Mali, tiene como objetivo poner de relieve la importancia que España da a la zona por el impacto que tiene en materia de inmigración y de seguridad.

“Queremos dedicar toda la atención y los medios posibles para dinamizar la relación con África, que es un continente de futuro”, aseguró el ministro de Exteriores, que ha creado una dirección general específica para esta región dentro del organigrama del ministerio.

Dastis trasladó a las autoridades marfileñas que, una vez superada la crisis económica, España es un “país estable” que crece por encima de la media de los socios de la UE.

También hizo hincapié en el deseo de las empresas españolas de tener más presencia en el país, para lo que se empleará el fondo de conversión de deuda acordado con Costa de Marfil, que lo nutrirá con otros 40 millones.

El jefe de la diplomacia española se felicitó de que el país africano haya superado la grave crisis en la que se vio envuelto en 2010, cuando el entonces presidente, Laurent Gbagbo, se negó a aceptar su derrota en las urnas ante Ouattara, a pesar de la presión internacional para que renunciara.

Las hostilidades entre ambos bandos, que se prolongaron durante medio año, se saldaron con unos 3.000 muertos y miles de desplazados.

Gbabgo fue detenido en abril de 2013 y puesto a disposición de la Corte Penal Internacional, que le juzga por crímenes contra la humanidad.

Ouattara fue reelegido en 2015 y aspira a un tercer mandato después de que fuese aprobada por amplia mayoría la reforma constitucional el pasado noviembre, con el boicot de la oposición.

Prueba de que Costa de Marfil ha ganado peso en el continente es su reciente elección como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU en el periodo 2018-2019, además de ser sede del Banco Africano de Desarollo.

La agenda de contactos de Dastis con el Gobierno marfileño incluyó un encuentro con el primer ministro, Amadou Gon Coulibaly.

Acompañado del embajador español, Luis Prados, el ministro completó su programa con una visita a una empresa de transformación del cacao, del que Costa de Marfil es el primer productor mundial y sede de la Organización Internacional de Cacao (ICCO) desde abril.