El Gobierno de Ortega señala a grupos de nicaragüenses de tener el corazón ciego

El Gobierno de Nicaragua señaló hoy a los nicaragüenses que protestan contra el presidente Daniel Ortega de tener el corazón ciego, ante la crisis sociopolítica en el país que ha dejado cientos de muertos desde abril.

“Todavía hay grupos donde el corazón está ciego”, declaró en un mensaje a través de medios oficiales la vicepresidenta Rosario Murillo.

“Abramos los ojos del corazón y pensemos en nuestros niños, en nuestros jóvenes, en nuestros viejitos, en nuestras familias, porque todos merecemos un país en paz, trabajando y prosperando”, agregó la también primera dama.

Murillo indicó que los nicaragüenses merecen “vivir más allá del egoísmo”, y también encontrarse y reunirse cada uno con sus diferencias en el plano de la cultura y de la civilización, y no de la ofuscación y la destrucción.

“Ofuscación que desgraciadamente todavía algunos padecen y destrucción que todavía algunos buscan”, continuó.

Recordó que el sábado pasado el presidente Ortega alertó sobre “aquellos puchos (pocos) que quieren sangre todavía en Nicaragua”.

“¡Qué horror! ¿Cómo puede alguien tener una óptica y un corazón de vampiro que todavía quiera sangre? En nuestras calles, en nuestras comunidades, odio, sangre, eso no puede tener existencia”, prosiguió.

Sostuvo que eso no es de cristianos, ni de gente de fe ni de pastoral.

Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado, según organizaciones humanitarias locales e internacionales, entre 322 y 512 muertos, mientras que el Ejecutivo establece los fallecidos en 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.

En el marco de la crisis, la Policía de Nicaragua detuvo este domingo a 38 miembros de un grupo de opositores cuando pretendían protestar en las calles de Managua contra el presidente Ortega.

El 18 de abril pasado comenzaron las protestas contra el presidente Ortega por unas reformas de seguridad social, que se convirtieron en la exigencia de su renuncia y la de su esposa, la vicepresidenta Murillo.

Organizaciones humanitarias nicaragüenses denuncian la existencia de unas 459 “presos políticos”, mientras que el Gobierno de Nicaragua habla de más de 200 detenidos, a los que señala de “terroristas” y “golpistas”.