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Sánchez e Iglesias evidencian las dificultades para llegar a un gobierno de coalición

Iglesias interviene en el debate de investidura de Pedro Sánchez.

Andrés Gil / Irene Castro

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han evidenciado en la tribuna del Congreso que las negociaciones para un Gobierno de coalición no avanzan. El líder de Unidas Podemos apuesta por un reparto equitativo al peso de cada uno, con responsabilidades, contenidos y competencias. El secretario general del PSOE, en cambio, abunda en las “dificultades” por la diferente posición sobre Catalunya y que no suman mayoría absoluta. 

“Respeten a nuestros 3,7 millones de votantes y no nos propongan ser un mero decorado en su gobierno”, ha espetado al terminar su discurso a Sánchez. Un discurso cuyo eje ha sido poner en cuestión cómo quiere mantenerse el candidato socialista en La Moncloa. “Yo no renuncio a ponerme de acuerdo con Unidas Podemos, pero si no llegamos a un acuerdo, ¿cuál es la situación? ¿Cuál es?”, ha espetado Sánchez: “Con PP, Ciudadanos y Vox sí que sumarían una mayoría absoluta. Mediten bien su voto”.

Sánchez ha dicho tener “la mano tendida”, pero también ha propuesto “un acuerdo de investidura” en caso de que no hubiera acuerdo de aquí al jueves, si bien ha recurrido a “las culturas políticas” y el diferente enfoque sobre Catalunya para augurar “dificultades”. 

“Si no llegamos a ese acuerdo, no voten con la ultraderecha contra un candidato socialista”, ha dicho Sánchez en la réplica. “Sería la segunda vez que votan contra un candidato socialista, ya lo hicieron en 2016. No es serio que digan que les ofrecemos un papel decorativo”.

“Usted nos dijo que no a ministerios de Estado”, ha replicado Iglesias en su última intervención, a la que no ha querido responder Sánchez: “Me dijeron que no al modelo valenciano de equipos mixtos, y que ni hablar de competencia de Hacienda; ni de competencia de Trabajo; ni hablar de competencia de Igualdad; ni de Transición Ecológica; Ciencia, y dijeron, ni hablar: ¿qué nos han ofrecido? Explíqueselo a la Cámara. Sólo pedimos respeto y reciprocidad, y por eso le planteamos una salida sensata: una coalición y acuerdo integral, que seamos capaces de compartir el poder. Hay mucha gente que tiene la sensación de que usted actúa. No nos vamos a dejar pisotear ni humillar. Y si no, convenza al PP o Ciudadanos o a Vox para la investidura, o para reformar la Constitución para cambiar las reglas de juego; o hacer caso a [José Félix] Tezanos [presidente del CIS] y convocar elecciones”.

Moncloa y Ferraz han transmitido en ocasiones su preferencia por un Gobierno a la portuguesa –con apoyos al socialdemócrata António Costa desde fuera de la izquierda, PCP y Bloco–. “La moción de censura fue nuestra experiencia a la portuguesa”, ha afirmado Iglesias en su discurso, “que fracasó porque tuvimos un Gobierno incapaz de atar las mayorías suficientes para los Presupuestos Generales del Estado y hubo que convocar elecciones. Es legítimo que tratemos de construir una mayoría más estable”.

“Cuando insiste en PP y Ciudadanos”, ha proseguido Iglesias, “hay gente que piensa que usted desea ser presidente a toda costa, pero hace falta una mínima coherencia en los programas y en los alianzas. Si insiste en pedir la abstención a la derecha, se puede pensar que solo quiere el poder, no un programa de izquierdas con fuerzas de izquierdas. Hace un año le dije: ganemos las elecciones a la derecha. Y lo conseguimos juntos. Ustedes consiguieron el 28%, menos escaños que PP, Cs y Vox. Sólo con los 3,7 millones de votos de Unidas Podemos y el 14% de los votos, podemos sumar una fuerza más amplia que las tres derechas”.

“Desde el minuto uno les propusimos un gobierno de coalición”, ha recordado Iglesias, “pero ustedes plantearon excusas. Les pedimos intentarlo, nos dijeron que el programa era radical, aceptamos centrarlo y pedir que se garanticen los derechos sociales y  aplicar la Constitución. Su tercera excusa fue Catalunya, y no ha hecho una sola mención al conflicto que se vive en Catalunya. La cuarta fue un veto a mi persona, algo inédito en la cultura política democrática. Nuestra respuesta les sorprendió. Se quedaron sin excusas”.

“Pido responsabilidad, generosidad”, ha afirmado Sánchez, “estoy abierto a ese gobierno de coalición, a correr ese riesgo. Pero mediten su voto, lo que podemos hacer a partir de agosto va a merecer la pena. La propuesta está encima de la mesa, un gobierno de coalición, con cosas que compartimos y discrepamos, pero siendo conscientes que no contamos con una mayoría absoluta y en la composición de ese gobierno, hay que tener estas variables en cuenta. Hasta el jueves podemos dialogar, pero si no llegamos, les pido que mediten el voto”.

¿Por qué quiere formar un Gobierno de coalición Pablo Iglesias? “Para que haya justicia fiscal, para que se limite la precariedad laboral y haya salarios dignos, para que haya transición ecológica, para que haya garantías de que se les baja la factura de la luz, para que haya competencias municipales para intervenir en el mercado del alquiler, para que haya escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años; para que haya una ley de eutanasia, que no apoyaron en esta Cámara. Para que haya una ley de igualdad LGTBI”.

“Renunciamos a los ministerios de Estado, y tendríamos todo el derecho del mundo a pedir una parte”, ha concluido Iglesias: “Pero necesitamos competencias de acuerdo con nuestro peso electoral. Respeten a nuestros 3,7 millones y no nos propongan ser un mero decorado en su Gobierno”.

Y es que Sánchez ha comenzado su discurso reclamando una reforma constitucional para que, como ocurre en los ayuntamientos, el candidato más votado se convierta en presidente automáticamente si no se forma una mayoría alternativa. “No ha propuesto un pacto de Estado para las pensiones ni para garantizar la dignidad de los salarios”, ha dicho Iglesias: “Ha propuesto un pacto de Estado para reformar el artículo 99 de la Constitución. Quiere reformar el artículo para que una fuerza con menos del 30% pueda formar gobierno sin ponerse de acuerdo con nadie. Para ser constitucionalista es llamativo que borre de un plumazo el sistema político de la Constitución”.

Iglesias también ha afirmado: “Va en contra de lo que han votado los españoles: si hubieran querido un Gobierno de partido único, le habrían dado la mayoría absoluta. Pero si votan a diferentes fuerzas, dicen que no quieren un gobierno de partido único. Es una suerte de triquiñuela para evitar que hagamos el trabajo que nos han encargado: ponernos de acuerdo. Es poco serio cambiar la Constitución para cambiar la voluntad de los ciudadanos españoles”.

El líder de Unidas Podemos también ha dudado de la actitud negociadora de Sánchez: “Si usted quiere cambiar la constitución para hacer gobiernos de partido único con el 28%, revela que no quiere un acuerdo con nosotros y que negocia porque no le queda más remedio. Disimule un poco”.

En esas dudas sobre la actitud negociadora de Sánchez, Iglesias ha abundado en las múltiples peticiones de Sánchez a PP y Ciudadanos: “Al mismo tiempo, me llama la atención que usted insista en pedir la abstención a Ciudadanos y PP; le pido que no se la reclame también a Vox”.

Alberto Garzón (IU), Jaume Asens ('comuns') y Yolanda Díaz (Galicia en Común), coportavoces de Unidas Podemos, han señalado a Sánchez “la oportunidad única para el cambio”. Los tres han reconocido el gesto de Iglesias de renunciar a la aspiración de ser parte del Gobierno de coalición, y los tres han criticado que Sánchez tienda la mano a su derecha para lograr su abstención para la investidura.

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