¿Autocrítica en Sánchez? Claro que sí, aquí va otra mención a Marcial Dorado
Gabriel Rufián se queja de que Sánchez no puede pretender que la izquierda “haga de paracaídas del PSOE y trague con todo”. Yolanda Díaz exige una “reformulación radical” del Gobierno con la salida de varios ministros. Aitor Esteban plantea que si el Gobierno no contiene “la hemorragia”, tendrá que pensar en convocar elecciones. Pedro Sánchez ni se inmuta ante el estado de alarma en que viven sus socios. Hubo un tiempo en que se autoconcedió cinco días de reflexión y sufrimiento ante la que le estaba cayendo. En julio, parecía hasta desmejorado. Ahora ha decidido que le da igual todo el ruido y que lo suyo es seguir disfrutando del poder.
El lunes, hizo balance del año antes de las vacaciones de Navidad. Una rueda de prensa compuesta por 55 minutos de discurso y 25 para responder a las preguntas de los periodistas. Le preguntaron si no iba a hacer autocrítica por la situación legal de Ábalos y Cerdán, dos personas a las que había confiado el control del partido. Parece que quiere dar ese tema por cerrado, porque prefirió hacerle la autocrítica a Alberto Núñez Feijóo. “Se conoce más a una persona yendo de vacaciones en un yate que compartiendo la mesa del Consejo de Ministros”.
La única medida nueva que planteó fue la creación de un abono de transportes para su uso en Cercanías, trenes de media distancia y autobuses de gestión estatal de toda España (60 euros al mes, 30 para los menores de 26 años). No era eso lo que le estaban pidiendo sus socios y lo más probable es que queden profundamente decepcionados. Sobre cambios en el Gobierno, nada de nada: “Este Gobierno está haciendo una gestión extraordinaria, todos y cada uno de los ministros”.
“El inmovilismo no es una opción”, dijo después el ministro Ernest Urtasun, de Sumar. No parece que Sánchez tenga otra idea que seguir donde está, convencido de que el Gobierno aún puede hacer cosas, siempre que eso no incluya el presupuesto.
Su discurso inicial incluyó la habitual recopilación de buenas cifras macroeconómicas entre las que destacó la creación de tres millones de puestos de trabajo. Todos son datos reales empezando por el PIB, aunque no puede asegurar que todo el mundo se beneficie por igual. No mencionó en detalle el asunto de los precios de alimentos, uno de los motivos más extendidos de malestar en el electorado. “Este Gobierno le sienta bien a España”, dijo en una de esas frases que han repetido todos los presidentes del Gobierno y que suelen tener fecha de caducidad.
No podía ser muy triunfalista sobre la gestión de las denuncias por acoso sexual contra Francisco Salazar, pero el caso es que lo intentó. El hecho de que las denuncias estuvieran cinco meses guardadas en un cajón solo le llevó a decir que se trató de “un fallo” que luego se corrigió. “Ser feminista no te hace infalible, pero te marca el camino”, dijo. Entre ser infalible y tener que encajar el escándalo de Salazar, al que hay que sumar los casos de José Tomé, presidente de la Diputación de Lugo, el alcalde Toni González y el senador Javier Izquierdo, hay un trecho muy grande.
Fuentes socialistas han confirmado a este diario que las denuncias contra Tomé “eran un clamor” en el PSOE gallego desde hace meses. El líder del partido, José Ramón Gómez Besteiro, cambió de versión y reconoció que sabía del tema desde octubre a través de lo que le contó una tercera persona. Ciertamente, no se puede decir que el partido haya sido “infalible” en este asunto.
Las palabras de Sánchez contrastaron de forma poderosa con los comentarios que los dirigentes socialistas han hecho en privado en los últimos días y que han aparecido en los medios de comunicación. Es el peor momento del PSOE desde 2018 y cada semana arroja noticias negativas en mayor o menor medida.
Las elecciones del domingo en Extremadura pueden suponer otro golpe durísimo. En la comunidad en la que los socialistas han gobernado en 36 de 42 años y en la que rozó el 40% de los votos en 2023, las encuestas ofrecen un panorama desolador. En los sondeos de cuatro medios diferentes, el porcentaje que se asigna al PSOE oscila entre el 27,1% y el 31,2%. El candidato procesado Miguel Ángel Gallardo está cerca de conseguir el hito de perder uno de cada cuatro votos en solo dos años.
Las opciones no son mucho mejores en Aragón y Andalucía. La última encuesta del 'CIS andaluz' anticipa un futuro sombrío para María Jesús Montero. No garantiza la mayoría absoluta a Juanma Moreno, pero el pronóstico es más humillante en el caso del PSOE, que se tendría que conformar con un 21,4%.
Frente a todo esto, Sánchez puso cara de estar encantado con lo que tiene por delante. Mientras sus compañeros están tiritando bajo el aguacero, él abre la ventana y, como mucho, cree ver sólo nubes y claros. Se vino arriba y dijo que “para mí, (España) es el mejor país del mundo”. “No hay más que ver cómo están los restaurantes, los bares o las salas de teatro”. Mucho más animados que las sedes del PSOE.
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