El PSOE gallego, al borde de la implosión por las denuncias internas de acoso sexual
La crisis desatada en el PSOE por las denuncias internas que señalan comportamientos de acoso sexual de cargos varones hacia sus compañeras o empleadas están a punto de hacer saltar por los aires al PSOE gallego y arrastrar en esa implosión a su líder, José Ramón Gómez Besteiro. La denuncia presentada contra uno de sus hombres de confianza, José Tomé, y aireada en el programa “Código 10” de Cuatro Televisión ha sido gestionada de manera insatisfactoria para la amplia mayoría de las socialistas gallegas que piden ya sin reparo la caída del líder por su silencio durante meses y su actitud esquiva durante lo principal de la crisis en la esfera pública. Besteiro dijo el pasado miércoles que no sabía nada del asunto. Solo dos días después, el viernes, varió su discurso para reconocer que supo en octubre lo que sucedía, por el relato de una tercera persona que acudió a la formación a pedir amparo y apoyo para una de las víctimas.
La situación actual es casi insostenible para el líder de una formación en caída libre en Galicia, ubicada en la tercera posición de un Parlamento que gobierna sin sobresaltos el Partido Popular de Alfonso Rueda. Las mujeres del PSOE gallego dicen no entender cómo es posible que la dirección quiera solventar la crisis dejando caer al expresidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, y seguir hacia delante como si no hubiera pasado nada. Este viernes dimitió la secretaria de Igualdad, Silvia Fraga, descontenta con la gestión del escándalo. Los chats de la formación empezaron a hervir con la consigna de “ellos nos acosan, nosotras dimitimos”.
Entre el miércoles y el viernes Besteiro decidió esconderse y evitar cámaras y micrófonos. Para cuando dio la cara su partido estaba en llamas, más aún cuando reconoció que sí sabía de las denuncias y que dio la callada por respuesta. Este domingo el malestar ha tomado forma en un manifiesto que firman alcaldesas, altos cargos y militantes en el que se afirma que “denunciar estas conductas es un acto de valentía que debe contar siempre con el respaldo colectivo e institucional”. El líder del PSOE gallego quiere ahora hacer suya esa afirmación, pero llega tarde.
Según ha podido saber elDiario.es de fuentes socialistas, las denuncias contra José Tomé “eran un clamor” en la organización desde hace meses. El presunto acoso denunciado en el canal interno era conocido por las conversaciones en los grupos de Whatsapp de militantes desde hace semanas y se teme además que el programa televisivo que destapó el caso ofrezca pruebas en los próximos días de que el PSOE intentó esconder el conflicto y desanimar las denuncias, en vez de apoyarlas como dice ahora su líder.
Sumado a lo anterior, se extiende la creencia en el socialismo gallego de que Besteiro intentó proteger a Tomé hasta que el caso le estalló entre las manos. “Hay desconfianza”, asegura una dirigente del PSOE gallego en conversación con esta redacción. Y esa desconfianza es la que persigue ahora a un líder que no ha tenido tiempo para asentarse en el cargo ni impulsar una supuesta remontada que nadie vislumbra por el momento.
Como fondo de toda esta crisis aflora en el socialismo gallego la tradicional batalla entre el sector coruñés, liderado por la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey (y su segundo, José Manuel Lage), y el de Vigo, que orbita en torno a Abel Caballero. En este último foro se ha convocado una reunión para este lunes en la que fijar postura y decidir si se opta por ir a la romper y forzar la salida de Besteiro. Caballero tiene en su núcleo de máxima confianza a Carmela Silva, presidenta del partido en Galicia y voz reconocida en el feminismo gallego. Si ambos deciden porfiar en una crítica a la dirección, Besteiro tendrá los días contados. Hacerlo supondría darle el poder de la formación a la provincia atlántica del norte, frente al fortín que defiende desde Vigo el alcalde más mediático del socialismo. El gran problema del PSdeG es que su delgadez es tan extrema que cuesta imaginar candidatos para tomar las riendas si los que ahora mandan sorprenden y se echan a un lado.
La tensión se centra ahora en dos nombres de mujeres: Lara Méndez, portavoz de la formación, y Pilar García Porto, alcaldesa de Antas de Ulla (Lugo) y lugarteniente de Tomé hasta hace nada. La conversación que incendia los grupos de mensajería de la militancia señala a ambas como responsables de haber escuchado el relato de las víctimas y hacer mutis por el foro ante el problema. La parroquia socialista asegura convencida que en cuestión de días saldrán a la luz audios en donde se compruebe cómo estas dos dirigentes intentaron tapar las denuncias contra el barón socialista en Lugo. Todo está ahora en revisión y la cabeza de Besteiro, en el aire.
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