La enviada de la ONU pide rendición de cuentas y diálogo inclusivo a Birmania

La enviada especial de la ONU a Birmania (Myanmar), Christine Schraner Burgener, llamó hoy a las autoridades birmanas a promover la rendición de cuentas y el diálogo para afrontar los diversos conflictos étnicos que afectan al país asiático.

Schraner Burgener concluyó una visita de diez días centrada en los conflictivos estados Rakáin, en el oeste, y Kachin, en el norte, durante la cual se entrevistó con la líder de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi, representantes del Ejército, guerrillas étnicas, ONG y líderes locales.

“La rendición de cuentas es uno de los dos pilares importantes para la reconciliación nacional. El otro es el diálogo inclusivo. Una investigación creíble es el primer paso hacia la rendición de cuentas”, dijo Schraner Burgener en un comunicado.

En Rakáin, la enviada visitó varios campos de desplazados de la minoría musulmana rohinyá, el grueso de la cual, más de 700.000 personas, huyó el año pasado a Bangladesh tras una ofensiva del Ejército en la que una investigación de la ONU encontró “elementos de genocidio intencional”.

Schraner Burgener volvió a pedir a las autoridades birmanas libertad de acceso al norte de Rakáin, donde se concentró la campaña militar, y señaló la necesidad de encontrar una solución digna y duradera para los desplazados para alentar el retorno de los refugiados en Bangladesh.

“Cerrar los campos de desplazados no basta. Los plenos derechos humanos de los desplazados deben ser respetados, empezando por la igualdad de acceso a la educación y salud, y la libertad de movimientos”, dijo.

Birmania no reconoce la ciudadanía a los rohinyás, a los que considera inmigrantes bengalíes, y les somete desde hace años a todo tipo de discriminaciones.

La enviada también visitó campos de desplazados por la violencia en Kachin, donde siguen los combates entre el ejército birmano y la guerrilla kachin iniciados tras la ruptura del alto el fuego en 2011.

Schraner Burgener lamentó el limitado acceso a la ayuda a los más de 100.000 desplazados en Kachin y mostró su “profunda preocupación” por la intensificación de los combates en esta zona del país fronteriza con China.

“Al final, solo la paz y un diálogo político genuino pueden resolver estos problemas”, aseguró la enviada que destacó los esfuerzos del gobierno para comenzar negociaciones informales con los grupos armados de minorías que firmaron hace tres años un acuerdo de alto al fuego.

Una mayor autonomía es la reivindicación principal de casi todas las minorías étnicas de Birmania, incluidos chin, kachín, karen, kokang, kayah, mon, rakáin, shan y wa, y que juntas representan más del 30 % de los 53 millones de habitantes del país.