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ENTREVISTA Presidenta del MDYC
Fatima Hamed: “Si acatas lo que Vox te impone eres el 'morito bueno', si te levantas contra su xenofobia, promarroquí”

Fatima Hamed (Ceuta, 1978), en el pleno de Ceuta

Gonzalo Testa

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“Usted es Yihad, usted es Sharia, usted es un retroceso social, un fracaso del sistema educativo español”, espetó en febrero en uno de sus ya habituales ataques de ira en la Asamblea de Ceuta el portavoz de Vox, Carlos Verdejo, a Fatima Hamed (Ceuta, 1978), portavoz del partido Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC). “Mi Yihad es luchar para buscar soluciones, para que no se criminalice a nadie… Usted con esa palabra ha querido decir otra cosa, pero le ha faltado valor para hacerlo”, replicó al representante de la “ultraderechita cobarde”, que hace nada propuso “deportarla” a Marruecos por proponer declarar persona non grata a Santiago Abascal.

“Entiendo ciertas pérdidas de control, pero saltar como machos alfas para imponerse en la manada es algo incomprensible y patético”, lamenta Hamed sobre las escenas que se han repetido en el Pleno durante el último año y medio hasta que Vivas decidió a finales de junio, suspender la actividad parlamentaria 'sine die'. Casi dos meses después de la crisis fronteriza instigada por Marruecos, la diputada localista repudia las acusaciones de “quintacolumnismo” del país vecino que los de Abascal vierten sobre parte de la sociedad local en alusión a la población musulmana, pero advierte que el PP tampoco es un “referente” de cuidado de la convivencia intercultural y, como el PSOE, tampoco de compromiso con la España norteafricana.

¿Cómo vivió la avalancha migratoria de mediados de mayo?

Hoy en día las redes sociales te van adelantando los acontecimientos. Primero algunos compañeros desde Benzú avisaban sobre la entrada desde Beliones mostrando la laxitud con la que actuaba la policía marroquí. Luego llegó la entrada masiva por el Tarajal que permitieron las autoridades del país vecino. La primera reacción fue de escepticismo, no crees que de repente doce mil personas entren en la ciudad sin ningún tipo de control, luego intentas reaccionar pensando en cómo se puede parar e intentas aportar poniéndote al servicio de las autoridades. Una vez que se ha logrado paralizar, procuras ver cómo se puede atender a estas personas, muchas menores, y empezar a ver la solución para que vuelvan a sus hogares, porque han llegado engañadas. 

¿Tiene una idea más o menos clara de qué pretendía Marruecos?

Desconozco lo que buscaba, pero sí que los perjudicados, además de los ceutíes, son estas personas que huyendo de la pobreza y de una falta de futuro han venido buscando una solución que no existe. Por eso debemos buscar entre todos la solución para que retornen a su país.

¿La mayor victoria del país vecino ha sido que un partido como Vox dé pábulo a su teoría de que una parte de los ceutíes milita en sus tesis anexionistas?

No hacía falta una avalancha para que la extrema derecha diga que hay traidores en Ceuta. Es su discurso, para ellos se está produciendo una 'marroquinización' y estarían encantados de volver a cerrar la ciudad desde el Foso y de que los musulmanes tuviéramos que pernoctar en el Campo Exterior. Tienen una visión tergiversada de nuestra historia, que para ellos empieza con la llegada de los portugueses. Entonces ya había una Ceuta musulmana, visigoda, fenicia y hasta prehistórica, pero Vox se quedó en la conquista lusa, que aniquiló a la población existente musulmana, judía, veneciana, catalana… Yo no veo ideas promarroquíes entre los ceutíes: somos españoles, la religión no es un hecho que influya en la nacionalidad.

¿Teme que la polarización extrema que se vive en los Plenos se traslade a la calle?

La sociedad ceutí pasa de las burradas que dice la ultraderecha. Está preocupada por llegar a fin de mes, por encontrar una vivienda o un empleo para su hija que le permita independizarse y crear su propia vida, por garantizar el futuro de su familia... Ahí la religión de cada uno nada influye porque todas queremos lo mejor para los nuestros.

¿Al tachar a parte de los ceutíes de “promarroquíes” y “quintacolumnistas” cree que Vox hace un cálculo electoral local o para el otro lado del Estrecho?

Lo de ‘promarrroquíes’ llegó con el mitin del 19 de mayo de Abascal, el rey de las mamandurrias, que mal asesorado vino a nuestra ciudad y abrió la espita de otra bombona. Del racismo, la xenofobia, la islamofobia, la homofobia, el machismo y el negacionismo pasó a tachar a la mitad de la población local de traidora sin datos objetivos, sólo porque al caballero templario que preside su partido en Ceuta [Juan Sergio Redondo] únicamente considera español al católico, apostólico y romano. Los demás deben ser expulsados, como se hizo con los judíos o los mudéjares, o deportados, como quieren hacer ahora conmigo. Pretenden ser la quintaesencia de lo español sobre valores retrógrados para promocionar a su ‘caudillo’ a nivel estatal como defensor de esa España una, grande y libre que intenta romper la constitucional.

Pero en la ciudad autónoma Vox consiguió un tercio de los votos en las últimas generales….

La radicalización no es buena en ninguna sociedad, menos en una como la ceutí, donde existen varias comunidades que no pueden verse en esa imagen única que quiere dar la extrema derecha. Aquí también existen grupos de intolerantes que pueden hacerle la ola, pero son o quiero pensar que son minoritarios. Vox imputa radicalidad a los demás creyendo que les va a dar más votos, pero los extremismos no son seguidos por las sociedades, a la gente le preocupa su día a día.

¿Cómo interpreta el éxito electoral de Vox en Ceuta y la celeridad con la que lo logró?

Vox se presentó como alternativa a casi 20 años de poder absoluto del PP y Vivas. Muchos votantes de derechas optaron por apoyarles cansados de los vicios que tantos años de poder crean y hasta una parte del PP les respaldó para intentar derrocar a su líder. Es un electorado prestado y no pienso que sea racista o islamófobo. El PP lo ha perdido y deberá pensar cómo recuperarlo.

¿Cree la enmienda de Vox a su discurso, que como matiza ahora no sólo hay “promarroquíes” entre los musulmanes y que no todos los musulmanes lo son?

La suya es una lectura franquista de la vida: si acatas lo que te impongo eres el ‘morito bueno’, pero si te levantas contra la explotación, la xenofobia o la islamofobia eres un ‘promarroquí’. Es la visión fascista, o estás conmigo o estás contra mí.

Al fascismo se le combate con hechos y palabras

El presidente de la Ciudad suspendió la semana pasada la actividad política en la Asamblea. Usted no era partidaria de hacerlo y hay quien ve en su partido y Vox una 'pinza'. 

Al fascismo se le combate con hechos y palabras. Si el Pleno es la soberanía de los ceutíes no se puede permitir que las provocaciones, los insultos y los ataques a los demás partidos provoquen su cierre y no puedan solucionarse los problemas de la gente. Quizá el más beneficiado sea el PP y los que ahora le apoyan, el PSOE, que dejan de dar cuenta de sus actos.

¿Hay forma de poner coto a las provocaciones de Vox en la Asamblea? ¿No cree que su portavoz busca tensar la cuerda al máximo ser expulsado de la Cámara?

El PP hizo un Reglamento a su medida y chapucero, pero Vivas nunca lo ha aplicado. Esta no es la primera legislatura en la que existen problemas en las intervenciones. No haberlas cortado de forma radical en su momento ha permitido a la extrema derecha sus actuaciones actuales. Existen las llamadas al orden, la suspensión del Pleno y su reanudación sin la presencia de aquellos que lo han perturbado. Si se hubieran aplicado desde un principio no se habría llegado a estos niveles. 

¿Entiende a los diputados de distintos partidos que han perdido el control durante los Plenos por las invectivas de Verdejo y Redondo?

Puedo entender ciertas pérdidas de control, pero hay otras que ni las entiendo ni las comparto. Es incomprensible que en el lugar donde debe reinar la palabra se quiera imponer el puño. Saltar como machos alfas para imponerse en la manada es algo incomprensible y patético.

Usted ha tachado al portavoz de Vox de fascista, racista, cortito y otras lindezas, pero más allá de lo verbal ha mantenido la compostura durante sus debates con Verdejo.

Esos apelativos describen la realidad de esos individuos, que se definen a través de las palabras que escupen en los Plenos. Me educaron para ser cortés, incluso con quienes quieren ‘deportarme’ o me consideran ‘el mayor fracaso del sistema educativo español’ porque soy libre para vestir como quiera, profesar la religión que he elegido y decirles a la cara las verdades. Ese es el problema de estos individuos, que o eres como ellos o no eres.

¿Cómo percibe que está digiriendo la comunidad musulmana y el resto de los ceutíes los ataques de Vox?

Con aburrimiento. No solo sólo votantes, que creían que iban a quitar a Vivas y acabaron gobernando con él y sus chiringuitos más de un año. También los demás: no se puede vivir constantemente en el conflicto, en el ataque permanente... Ceuta es una ciudad muy diversa y con muchos problemas, sobre todo de riesgo de pobreza. Nuestros problemas se remontan a una crisis económica de décadas que el PP y el PSOE no han sabido reconducir desde Madrid y que se ha agravado con la pandemia, el cierre de la frontera… Los ceutíes no se levantan pensando si existe una Ceuta promarroquí, sino cómo llenar los platos de su familia. No obstante, cuando un vividor de las mamandurrias viene a insultarte por segunda vez en una semana es lógico que la gente salte, proteste y diga que hasta aquí hemos llegado.

¿Cree que existe la posibilidad de que aparezca en Ceuta un ‘Vox musulmán’, un partido que intente aprovechar también desde el populismo y la radicalización el malestar con Vox?

No, sería una absoluta contradicción, Vox y musulmán. No creo que exista esa posibilidad de crear un partido de extrema derecha, ya existe y se llama Vox. 

La convivencia en Ceuta es ampliamente mejorable

Usted también ha criticado a veces la “convivencia” en Ceuta.

La convivencia en esta ciudad es ampliamente mejorable. Debemos seguir ahondando en el conocimiento mutuo porque será más fácil convivir. El PP no es un referente de la convivencia: ha creado una Ceuta de las cuatro culturas, pero les ha dado un trato distinto. Solo el conocimiento de unos y otros nos permite profundizar en la convivencia, saber de los ritos de nuestros vecinos, hace que los entendamos mejor. La educación es fundamental para ello, pero Vox no dejará de ver ‘marroquinización’ en cualquier rincón mientras no seamos todos como ellos. Son cortitos porque son incapaces de ver más allá de sus anteojeras.

¿Es usted partidaria de acabar con el régimen de doble frontera en Schengen y exigir visado para entrar en Ceuta a todos los marroquíes, también a los de la provincia vecina?

Ahora nos hablan de un plan estatal “urgente” para darnos a los ceutíes los mismos servicios que al resto de los españoles, lo que solo demuestra el fracaso de los gobiernos de España del PP y del PSOE. Su compromiso con Ceuta y Melilla no existe. Todos sabemos dónde nos encontramos tras padecer cuarenta años de bipartidismo imperfecto. Hace un año al PSOE y los comerciantes les parecía un error la supresión del régimen especial del Acuerdo Schengen. Habrá que estudiar, al menos con argumentos, qué nos interesa, porque el Gobierno pretende quitar la excepcionalidad, pero garantizar “agilidad en el tránsito transfronterizo de personas por razones familiares, laborales o de turismo”. ¿No es otra excepción? 

¿Y en la Unión Aduanera?

La propuesta del Gobierno local dice sí pero no. Ceuta no puede prescindir de su Régimen Económico y Fiscal, es la base de nuestro armazón económico. Llevamos 20 años pensando qué hacer al respecto y ahora quiere tomar la decisión en unas horas. En 1999 un estudio de ESECA, pagado por el Consejo Económico y Social de Ceuta concluyó que la adhesión no resolvería los problemas estructurales que padece nuestra  economía. Lo mismo ocurre ahora, la solución estará en la solventar esos problemas, algo que básicamente pasa por encontrar un nuevo modelo de desarrollo basado en la sociedad digital y que potencie la economía verde, fundamentalmente.                                                              

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