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ENTREVISTA | Candidato de Más País

Íñigo Errejón: “Sánchez e Iglesias nos llevan derechitos a terceras elecciones mientras Vox no para de subir”

El candidato de Más País, Íñigo Errejón.

Fátima Caballero

Málaga —

“Ante el auge de extrema derecha por la irresponsabilidad de los líderes de la izquierda que no han podido pactar, lo que hace falta es plantearse medidas excepcionales”, asegura el candidato de Más País, que plantea que los diputados no cobren hasta que haya un Gobierno. Íñigo Errejón se muestra muy crítico con los partidos de la izquierda que, a su juicio, han regalado una segunda oportunidad a la derecha: “Me parece una irresponsabilidad con los españoles que más tienen que temer el auge de la extrema derecha y en particular con los españoles de abajo”, asegura.

Errejón recibe a eldiario.es en Málaga, antes de uno de sus mítines de campaña. Le quedan aún por delante tres más: en Cádiz, Valencia y Madrid, con los que pretende remontar la tendencia de las encuestas, que les dejan lejos de uno de sus objetivos: el grupo parlamentario propio. Errejón confía en sus posibilidades a pesar de los sondeos: “Suelen fallar con los partidos nuevos”, defiende. El líder de Más País, no obstante, se muestra pesimista con la posibilidad de una nueva repetición electoral

Ha pedido esta mañana dejar sin sueldo a los diputados hasta que se forme un gobierno. ¿Cómo contribuye eso al desbloqueo?

Es una medida que reconozco que es excepcional. No creo que tenga que ser una norma del sistema político español, pero estamos en una situación dramática. El debate del pasado lunes trastocó toda la campaña porque ha instalado un pesimismo y una preocupación muy grandes entre la gran mayoría de los españoles. Sánchez e Iglesias nos llevan derechitos a terceras elecciones y hay un actor que, como vimos en el debate, se frota las manos de la repetición electoral constante y no para de subir que es Vox. Entonces es un estado de emergencia nacional. Ante el auge de extrema derecha por la irresponsabilidad de los líderes de la izquierda que no han podido pactar, lo que hace falta es plantearse medidas excepcionales. No es una medida de mi agrado. Ya sabemos cuál es la fuerza política que está sacando más provecho del desánimo, de la decepción de la gente progresista y de la antipolítica, de la creencia de que la política no sirve para nada: el señor Abascal, que pudo dar un mitin sin que nadie le contestara toda la sarta de mentiras que dijo en televisión.

Dijo que se le había dejado en el debate una “autopista” libre a Abascal. ¿Cómo lo hubiera combatido usted si hubiera estado allí?

Hay dos maneras. La primera es formar gobierno y es lo más importante. Iglesias, por un ministerio más y Sánchez, por cinco escaños más, le regalaron una segunda oportunidad a Abascal. Pero cuando uno está en un debate con los señores de Vox y dicen mentiras, hay que decírselo.

Hay quien considera que es mejor ignorar a la ultraderecha en vez de confrontar con ella. ¿Cuál es su opinión?

Sé que se ha abierto un debate entre activistas, intelectuales y analistas de cómo tiene que ser el combate y el trato a las fuerzas de extrema derecha y el fascismo. No creo esa tesis de que en realidad lo que hay que hacer es ignorarlos para que dejen de existir. Hay que confrontar con una idea de España fuerte: la mejor manera de ser un país es reconstruir la igualdad de oportunidades, defender los servicios públicos, cuidar nuestro medio ambiente y utilizar el reto climático para producir empleos. Una España que garantiza la igualdad a todos los españoles, hayan nacido en el barrio que haya nacido.

Hay que contraatacar a quienes quieren sembrar el odio. Vox es básicamente un partido cobarde, un partido que nunca lo vimos atreverse con los fondos buitres, con los bancos, con la explotación o con que las grandes multinacionales que no pagan impuestos. Pero que, sin embargo, se atreve siempre contra las mujeres maltratadas, contra los niños migrantes que vienen de fuera. Es un partido cobarde y hay que chocar. No se le puede dejar una autopista. Esto sólo ha sucedido por una inmensa irresponsabilidad de Sánchez e Iglesias.

¿Vox va a estar tan alto como auguran las encuestas o cree que al final su resultado no será para tanto?

No lo sé. Creo que va a haber una participación muy elevada y que eso es gracias a nosotros. Mucha de esa gente que en abril se sintió defraudada o desilusionada va a poder votar y va a poder hacer que sus votos cuenten para el bloque progresista gracias a que existe Más País, que saca mucha a gente de la abstención. El otro día lo decía un señor que viene de una trayectoria conservadora como es Narciso Michavila, que nosotros estábamos sacando gente de la abstención. Creo que si la participación es elevada va a haber victoria progresista.

¿Cómo está viviendo la campaña? Más allá de Valencia, donde se presentan con Compromís, un partido consolidado en la Comunitat Valenciana, y en Zaragoza donde van de la mano de la Chunta, están siendo actos pequeños.

El clima político en España ha cambiado. La gente en general no ve estas elecciones con entusiasmo y es bastante normal. A mí me está sorprendiendo el contraste entre la falta de entusiasmo con la confianza de la gente. Acabo de venir a Málaga de Bilbao y la gente que te encuentras en el trayecto en general tiene voluntad y ganas de salir de este bucle. A mí me transmite mucho cariño, mucho respeto, muchas ganas. No sé lo que luego estas personas marcarán en las encuestas y seguro que no van a los actos electorales, pero me da las gracias por haber dado el paso adelante. La falta de personas en los actos creo que no solo nos está pasando a Más País, sino a todas las candidaturas. El clima no es de entusiasmo. Así que es verdad. Hay más bien un clima de entre enfado y preocupación. Nuestra gran aportación es dar un paso adelante para que ese enfado y esa preocupación cuenten en la balanza, y no se queden en casa. Si toda la gente decente y demócrata se enfada y se queda en casa, el 10 de noviembre podemos tener un susto. Toda esa gente tiene ahora una opción que votar, una opción que no ha faltado al respeto a su voto en las anteriores elecciones.

¿Esa insistencia en que vienen para desbloquear, no les deja atados de pies y manos para el día después de las elecciones? ¿No estarán obligados a aceptar cualquier oferta que les haga el PSOE para no correr el riesgo de aparecer como otro obstáculo al gobierno de izquierdas?

Es verdad que al PSOE hay que exigirle que se aclare. La pregunta que me surgía y que que luego les trasladé tanto a Sánchez como Iglesias es, ¿mereció la pena? Por cinco escaños más que usted quería sacar y por un ministerio más que usted quería sacar, ¿de verdad ha merecido la pena?

Yo no lo comparto, pero Iglesias ha sido más honesto: si el número de ministerios ofrecidos no es el suficiente, volveremos a ir a elecciones y se le va a dar una tercera oportunidad a Vox. A mí me parece una irresponsabilidad con los españoles que más tienen que temer el auge de la extrema derecha y en particular con los españoles de abajo. Pero Sánchez no ha sido nada honesto. Sánchez saca un lema que dice ‘Ahora, sí’ y que en mi opinión es tomarle un poco el pelo a la gente. Ahora, sí, ¿con quién? Y Sánchez tiene que despejarlo y decir si va a buscar una abstención de Casado, aunque eso serían seis meses de legislatura.

Si, por el contrario, Sánchez, como creo que quieren sus votantes, se decide a empezar a caminar por la senda de un gobierno de acuerdo progresista, no siempre estaremos de acuerdo en todo. Pero el otro día lo decía Mónica Oltra: la mejor manera de empezar a hacer un camino de diez pasos es dar los dos primeros. Si estamos de acuerdo en dar los dos primeros, caminemos esos dos y demostremos el pueblo español que la política puede servir para equilibrar la balanza social y para hacer vidas más libres de miedo, de injusticia, de precariedad.

Ciudadanos dice ahora que será parte del desbloqueo tanto si es el PP es que suma con ellos y Vox, como si suma con el PSOE. Si PSOE y Unidas Podemos siguen sin ponerse de acuerdo, ¿se ve pactando con PSOE y Ciudadanos para evitar un nuevo bloqueo?

Un matiz primero: Ciudadanos definitivamente ha perdido el norte. Les he visto hablar de la remontada, copiando una cosa que puse yo en juego en 2015. Les he oído acabar los mítines diciendo ‘Si se puede'. Al principio, con Sánchez y la banda no se podía pactar y ahora resulta que están dispuestos a pactar. En mi opinión, Albert Rivera ha perdido el norte y verle el otro día sacando papelitos, patos de goma o adoquines en un debate fue la prueba. Ciudadanos es una fuerza que ya no está muy claro para qué sirve. Ha acabado siendo compañera de viaje de Vox, e incluso el que le lleva las maletas. Creo que la suma del Partido Socialista con Ciudadanos no va a dar en números, así que aritméticamente no es posible. Ideológicamente no es deseable. Ciudadanos, si alguna vez quiso ser un partido regenerador, eso ha quedado muy atrás, y políticamente no sustentaría un gobierno para emprender la lucha contra el cambio climático, generar empleo verde y reconstruir el Estado bienestar en España. Así que ese no es el camino. No.

En numerosas ocasiones ha criticado que Pablo Iglesias no apoyase el gobierno de Sánchez por querer ministerios, pero, ¿entiende el veto de Sánchez a Iglesias?

No. No entiendo ni los vetos ni las exigencias personales en las líneas cruzadas. No creo que para entenderte con alguien tengas que empezar vetando a nadie, creo que eso es algo de quien tiene una voluntad escasa de entenderse. No entiendo tampoco las exigencias personales por las cuales un gobierno progresista sólo funciona si estás tú o gente extraordinariamente allegada. No entendí que la dirección de Podemos rechazara el acuerdo progresista de coalición que fue posible en julio y no entiendo que Sánchez lo retirara en septiembre. Me parece absurdo.

En una entrevista en la cadena Ser aseguraba que Más País obtendrá 15 escaños este domingo. De momento todas las encuestas les dejan lejos de ese resultado.

En mayo viví unas elecciones municipales y autonómicas y obtuvimos un resultado que estuvo muy por encima de lo que decían las encuestas. Todas nos estaban dando entre 7% y un 8%, y obtuvimos un 15%. Eso tiene que ver fundamentalmente con que las candidaturas nuevas, las marcas nuevas, son más difíciles de medir por las encuestas. No digamos aún si nosotros no concurrimos en todo el territorio nacional.

Yo entiendo que eso sea difícil medir para las encuestas, con todo y con eso, todas las encuestas, las últimas que se pudieron publicar y todas las que van llegando en forma de frutas, todas dan claramente una tendencia al alza. En mi opinión, por una razón muy sencilla: porque el debate puso de manifiesto que Sánchez e Iglesias nos llevan a terceras elecciones y que si eso ocurre, Abascal se frota las manos.

Los sondeos le dan representación segura en Madrid y Valencia, pero el partido se presenta en 16 provincias más. ¿Existe el riesgo de acabar restando al bloque de la izquierda y que suceda lo contrario a lo que prometieron cuando eligieron las circunscripciones?

Creo que vamos a tener un grupo parlamentario que va a tener un papel decisivo. Ya lo está teniendo. Hoy electoralmente estamos sacando a cientos de miles de españoles de la abstención. Los dirigentes de los partidos progresistas llevan a España a una suicida repetición electoral que da alas a la extrema derecha y les vuelven a pedir el voto para hacer otra vez lo mismo. La única forma de que todo ese voto progresista desencantado se movilice es que existamos. Hay que votar. Veremos cómo son los resultados el domingo, pero creo que si el bloque progresista sigue sumando, pese a la decepción, es gracias a Más País.

El viernes Ada Colau y Manuela Carmena, dos símbolos de los gobiernos del cambio y la izquierda alternativa, harán campaña en Madrid por dos partidos distintos. ¿No es esta división un fracaso para la izquierda?

Creo que la repetición electoral fue un fracaso para la izquierda. Que la ley mordaza siga vigente es un fracaso para la izquierda. El otro día veía una sentencia terrorífica, la del Constitucional que dice que, si te has puesto mala nueve días con baja médica firmada durante dos meses, te pueden echar a la calle. Y que eso está bien hecho, que eso es legal. ¿Eso por qué pasa? No sólo por una sentencia que firman algunos magistrados del Constitucional. Eso pasa porque la reforma laboral del Partido Popular sigue en pie.

El problema de la izquierda no es a quién elijas como compañero de viaje o si hace mítines. Es si es útil para transformar la vida de los trabajadores y de las familias más humildes. Y en nuestro país no lo ha sido en los últimos meses, y eso es un gran fracaso que está dando alas a la extrema derecha. Hay que asegurarse de que eso no vuelva a pasar. Y en mi opinión, los mismos que protagonizaron el fracaso no van a sacarnos de él. Pero ya no sólo por una creencia en el pasado. Es que los estamos escuchando, es que siguen erre que erre, llevándonos los dos derechitos a unas terceras elecciones.

¿Cuál es la propuesta de Más País para Catalunya?

Hay que reconstruir un acuerdo amplio entre catalanes, que no va a ser fácil, que no va a ser rápido, que es un acuerdo que después tiene que tener un encaje con el resto de españoles. Hay que reconstruir un acuerdo en Cataluña que después se tendrá que votar y que tendrá que estar dentro de la legislación española. Creo que no hay otra salida. El camino de la unilateralidad se ha demostrado un camino fracasado y el camino de las derechas es un camino muy irresponsable.

¿Tienen que votar los catalanes en un referéndum sobre la independencia?

Yo creo que los catalanes tienen que votar un acuerdo. Pero el Brexit nos ha enseñado que el orden de los factores modifica el resultado. El Brexit, primero se votó y luego se intentó encontrar cuál era la vía, cuál era el camino. Así que votaron y se encontraron en un callejón sin salida, dando vueltas y vueltas y vueltas. Creo que tiene que hacerse al revés. Primero se tiene que acordar una hoja de ruta compartida por la inmensa mayoría de los catalanes. Una vez que salga esa hoja de ruta compartida en un acuerdo, se tiene que votar.

El PSOE les acusó de tener un candidato de la CUP.

Sí, pero en la candidatura de Juanan en Sant Boi de Llobregat iba gente, por ejemplo, que venía del PSC. Al Partido Socialista, que gobierna la Diputación de Barcelona con Junts per Catalunya o que tiene acuerdos con toda normalidad con Esquerra Republicana en algunos municipios de Barcelona o de Cataluña, yo le diría que claro que nuestro candidato iba en una candidatura municipalista en la que había gente que venía de partidos muy diferentes, también del PSC. ¿O esto se va a solucionar cada uno encerrado en su trinchera, reprochándole solo cosas al otro? Me esperaría una crítica así del Partido Popular, pero no del Partido Socialista que está teniendo una campaña electoral que le hace permanentemente guiños a la derecha.

¿Ha habido violencia en las manifestantes en Catalunya?

Sí, es evidente. He visto escenas de violencia que no me han gustado, escenas de violencia muy crudas. Al mismo tiempo que es evidente que es un comportamiento muy minoritario entre toda la gente que ha salido a manifestarse en Cataluña.

Pedro Sánchez dijo durante el debate que se comprometía a traer a Puigdemont, y hoy para justificar esa afirmación ha insinuado que lo hará desde la Fiscalía que depende del Gobierno, generando gran cabreo de las asociaciones de fiscales. ¿Qué le han parecido estas declaraciones?

Sánchez dijo dos cosas en el debate que me dejaron un poco estupefacto. La primera, que había que dejar gobernar a la lista más votada. Yo creía que estaba viendo a Rajoy decirlo. Pero no tenemos un sistema presidencialista, tenemos un sistema parlamentario en el cual alguien, si quiere llegar a ser presidente y no tiene mayoría absoluta, tiene que llegar a acuerdos.

La segunda cosa grave que dijo es lo que usted me pregunta. El presidente del gobierno diciendo que va a conseguir una cosa que tiene que hacer el Poder Judicial. Esto es grave. Y en Ferraz o en Moncloa alguien se dio cuenta de que eso podía sonar bastante a intromisión y a vulneración de la división de poderes, que es una piedra angular del Estado de Derecho, y ahora dice que lo van a hacer utilizando la Fiscalía.

Es muy peligroso que las medidas o los anuncios que tienen que ver con los derechos y libertades o con el funcionamiento de la justicia se conviertan en artefactos electorales. Es muy peligroso que el Consejo de Ministros saque adelante una medida para que se puedan cerrar webs sin autorización judicial, por ejemplo.

¿Qué le pareció la exhumación de Franco del Valle de los Caídos?

A mí no me gustaron nada esas imágenes en las que algunos nostálgicos de la dictadura sacaban al dictador a hombros. Pero ya era hora. Por lo menos se ha hecho. Ahora, lo digo de forma muy clara: no van a pasar a la historia ni los que sacaron al dictador a hombros, ni los que se crean que se van a apuntar una medallita por sacarlo. Era una cuestión de justicia democrática que llevaban trabajando desde hace décadas las asociaciones que defienden la memoria histórica de quienes en España defendieron y lucharon por la libertad y por la justicia social. Bien hecho está. Nosotros queremos desde Más País que esto sea un punto de comienzo y no un punto final. Quedan más de 100.000 españoles enterrados en cuenta sin identificar.

El otro día el señor Espinosa de los Monteros se reía cuando se decía en un debate electoral que España es el segundo país en fosas comunes, después de Camboya. El segundo que tiene más compatriotas sin identificar. Y el señor Espinosa de los Monteros se reía. Yo no sé si se estaba riendo de los 100.000 compatriotas españoles que están enterrados en fosas comunes, se estaba riendo de que sus familias el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, no le pueden ir a llevar flores a un cementerio dignamente. No sé de qué carajo se reía, pero es dramático. Y quiero que España siga dando pasos en reconocer que la libertad aquí no nos la regalaron. Bien sacar al dictador del Valle de los Caídos, pero hay que seguir dando pasos.

La Junta electoral acaba de archivar la denuncia de Más País contra la campaña sucia en redes sociales que ha usado su nombre, una supuesta página de apoyo a su candidatura, para fomentar la abstención de la izquierda.

Hay medios de comunicación, como el vuestro, que han publicado la estrecha vinculación de algunos de los que pagaban miles de euros en páginas falsas en Facebook con el Partido Popular. Las fake news no es decir mentiras: es esconderse e intoxicar. El PP tiene derecho a hacer una campaña en la que pida la abstención de los votantes progresistas. El PP, el señor Casado, tiene derecho a ponerse ante un micrófono y decir: 'votantes de izquierdas de España, como os han defraudado y la repetición electoral ha sido una tomadura de pelo, quedaos en casa'. Eso tiene derecho a hacerlo. Lo que no tiene derecho es a suplantar mi identidad y gastar miles de euros a través de supuestamente personas muy vinculadas estrechamente en el pasado reciente a Génova, en páginas falsas que intentan intoxicar el debate público. Eso es lo mismo que han hecho los Trump y los Bolsonaro o los que hacían la campaña por el Brexit.

A mí me parece grave, y me parece grave que la Junta Electoral lo desoiga. Pero no por nosotros, sino por la calidad de la democracia española. Acabo de conocer esa noticia y me deja estupefacto. No me lo esperaba, porque me parece un caso de intoxicación y de manipulación del libro

¿Es Más País un partido personalista y sin organización, como criticó Clara Serra cuando dimitió?

Es una candidatura que tiene como una de sus figuras más conocidas al candidato que usted está entrevistando, pero que sin embargo no habría podido dar todos estos pasos si no lo hiciera con mucha gente. Yo soy posiblemente la figura más conocida de Más País, pero vamos junto con los compañeros de Compromís, que son también muy conocidos y tienen una larga trayectoria política. Nada más y nada menos que la vicepresidenta de Gobierno valenciano, Mónica Oltra y Joan Baldoví. O con muchos compañeros y compañeras de la Chunta Aragonesista y de Equo.

Es una candidatura que efectivamente ha concurrido a unas elecciones que no tendrían que haberse producido. Y eso nos ha hecho concurrir más deprisa de lo que nos habría gustado, en unas condiciones que no habríamos elegido. Pero estoy orgulloso de que hayamos hecho lo correcto. Lo incorrecto era la repetición electoral. Lo correcto era ofrecerle a todos los españoles progresistas que estaban defraudados, y que querían votar verde y votar justicia social, una alternativa. Porque si no, ese voto se habría quedado en casa, que es lo que quieren las campañas de ‘fake news’ muy vinculadas al Partido Popular.

Más allá de la voluntad de no bloquear la formación de gobierno, ¿cuáles son las medidas concretas de su programa electoral que les diferencia de lo que propone Unidas Podemos?

Lo hemos explicado muchas veces. Creo que hace falta una candidatura que se esfuerce en conectar lo verde y la justicia social como sus dos pilares centrales. Pero también hace falta un poquito de sensatez: un ministerio más no merecía la segunda oportunidad que se le ha regalado a Abascal. Y lo mismo para el Partido Socialista. Sánchez en algunos momentos he creído que buscaba unas segundas elecciones porque a lo mejor sus encuestas o el mundo Tezanos, le daba que podía subir 5 escaños más. Yo creo que eso ha sido maltratar el voto progresista.

¿Cuál sería un mal resultado para Más País que le obligase a hacer autocrítica?

Para mí un mal resultado sería que se escapara la posibilidad de conformar un gobierno progresista. Vamos a ser decisivos para que eso no suceda. No sólo por la importancia de nuestro grupo parlamentario, que lo vamos a tener, sino por todos los votos progresistas que estamos sacando de la abstención y que vamos a meter en las urnas el día 10 de noviembre. Un mal resultado sería que la irresponsabilidad de repetir elecciones produjera una aritmética electoral que le entregara la llave del gobierno al señor Abascal y al señor Casado.

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