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Izquierda Unida agota los plazos sin encontrar un candidato para las europeas

El eurodiputado de IU Willy Meyer.

Aitor Riveiro

“Una gran candidatura para un mal candidato”. El mantra se ha extendido entre los militantes y cargos de IU que apostaban por un (o una) cabeza de lista joven, con vinculación con los movimientos sociales y sin el marchamo de pertenecer al aparato del partido. Una candidata, o un candidato, que supusiera el revulsivo necesario para superar incluso las ya de por sí altas expectativas de voto que deparan las encuestas a la coalición de cara a los comicios europeos del próximo 25 de mayo.

La pugna entre estos y quienes defienden que la experiencia y la edad también son un activo muy valorado por el electorado motivó una decisión salomónica del Consejo Político Federal (CPF, principal órgano de IU entre asambleas). O, según se mire, una patada a seguir que puso la pelota en el tejado de cada una de las federaciones regionales. Allí hubo que improvisar con apenas margen de tiempo un listado de nombres a sugerir para la candidatura y una propuesta de cabeza de cartel.

Las propuestas debían ser recogidas por una comisión plural de 15 personas creada ad hoc para alcanzar un consenso. Pero dicho grupo sólo se ha reunido una vez, el día que se constituyó. Este viernes celebra su segundo encuentro, 24 horas antes del CPF que debe aprobar, sí o sí, la lista definitiva.

Con estos mimbres, las federaciones decidieron a su antojo cómo organizar la elección. Aunque algunas ni siquiera han concluido sus procesos, dos nombres sobresalieron en la mayoría del territorio, si bien la sorpresa ha sido poca, ya que eran los mismos que sonaban desde el primer día: el actual eurodiputado Willy Meyer y la castellonense Marina Albiol.

Meyer partía con la vitola de favorito al contar con poderosos apoyos tanto dentro de IU como de la federación andaluza y del propio Partido Comunista de Andalucía (PCA). Además ha completado dos mandatos en Estrasburgo en momentos mucho menos propicios electoral y políticamente para IU que el actual. Pero esos mismos valores lastraban sus opciones. Meyer, nacido en 1952, es un hombre del aparato, referente de una forma de hacer política que algunos rechazan pero portador también de la memoria de los que lucharon en la clandestinidad durante la dictadura; concurre, además, por un tercer periodo en Europa (lo que requiere un amplio apoyo de la organización, según los estatutos).

Albiol semeja la cruz de la misma moneda. Nacida en 1982, cumple actualmente su segundo mandato como diputada en las Cortes Valencianas y está relacionada con los movimientos sociales, lo que podría arrastrar el voto de jóvenes comprometidos que no están en la órbita habitual de IU. Albiol recibió el apoyo de su propia federación, así como de otras como Castilla y León o La Rioja.

Puestos de salida para los socios

En cualquier caso, ni Meyer ni Albiol han logrado, de momento, el “amplio consenso” que requería el mandato dado a la comisión de los 15.

Y tampoco es el único obstáculo para pactar la lista. Las federaciones más importantes hacen valer su peso. Toda vez que Andalucía ha quemado sus naves en favor de Meyer, y Valencia, por Albiol, desde Madrid se han propuesto los nombres de Lidia Fernández y Javier Couso. Uno de los dos, quizá ambos, está en las quinielas para ocupar uno de los 10 primeros puestos de la candidatura. En liza está también la opción de Izquierda Abierta, Tasio Oliver, que logró el apoyo en primarias de los militantes de este partido integrado en IU y liderado por Gaspar Llamazares.

A estas dificultades hay que añadir la necesidad de incluir en puestos de salida (es decir, con opciones de resultar elegidos) a los socios que IU ha labrado en los últimos años a partir de la experiencia recabada en el grupo parlamentario en el Congreso, la Izquierda Plural (ICV y la Chunta Aragonesista); en Galicia, AGE junto a Anova; y Navarra, con Batzarre.

ICV ya eligió por primarias hace tiempo a su candidato, Ernest Urtasun. El acuerdo preferente de los ecosocialistas con EUiA (la marca de IU en Cataluña) suele ser correspondido con el número dos de la lista para las europeas. Sin embargo, la búsqueda de una lista paritaria complica esta opción. Precisamente el socio catalán de IU ha elegido, a falta de ser refrendado por la militancia, al independiente Gerardo Pisarello, compañero de Ada Colau en el Observatori DESC. Otro nombre para los primeros puestos de la candidatura.

En Galicia, los militantes de Anova decidieron en consulta coaligarse para las europeas con IU en lugar de con el BNG. La apuesta del partido de Beiras, aún por definir, debería optar también a ser elegido en los comicios.

La negociación se ha acelerado en las últimas horas. Si este viernes la comisión de los 15 no alcanza un consenso, cifrado por uno de sus componentes en un mínimo de 10 votos favorables (lo que representa un 66% de apoyo), será el CPF del sábado el que debatirá y votará las distintas listas que se puedan presentar. En este caso, Willy Meyer precisaría del voto favorable del 60% de los asistentes al tratarse de su tercer mandato.

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