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Ferraz admite que no espera una participación alta en la consulta sobre el pacto con Ciudadanos

Pedro Sánchez votando

Irene Castro

Cerca de 189.000 militantes del PSOE están convocados en las urnas este sábado para dar su opinión sobre el pacto que Pedro Sánchez ha alcanzado con Ciudadanos y los que ha planteado a otras formaciones, como Podemos, IU-Unidad Popular y Compromís, pero que no han llegado a buen puerto. En el momento de la votación de las bases, el acuerdo no tiene números suficientes para que sitúe al candidato socialista en Moncloa.

En Ferraz dan por hecho que ganará el en la pregunta que se ha formulado, aunque temen una baja participación, que en los sectores más críticos interpretan como la forma de protesta. La dirección creen que el silencio puede significar que los afiliados le dicen a Sánchez “que siga adelante”.

Ferraz ha lanzado una campaña informativa a favor del con más de 500 actos de dirigentes socialistas por agrupaciones de toda España. Aunque la dirección socialista da por hecho que saldrá el , reconoce que puede que haya una baja participación. “No se juegan mucho”, expresan fuentes oficiales. También en distintas federaciones consultadas por eldiario.es admiten que “puede ser” que la abstención sea alta porque “no hay mucha tensión”.

El pacto que Sánchez tiene sobre la mesa solo suma a día de hoy 131 apoyos en el arco parlamentario, los del Grupo Socialista, Ciudadanos y Coalición Canaria. El PNV aún no se ha pronunciado y las demás fuerzas se decantan por votar en contra. El principal mensaje del secretario general es atacar a los que lo rechazan por favorecer “la continuidad de Mariano Rajoy” en La Moncloa.

Los principales barones socialistas se han puesto de perfil ante la consulta y no están haciendo activamente campaña por el sí. Es el caso, por ejemplo, de la dirección andaluza, que aglutina a cerca del 25% de los militantes socialistas, y que no se ha movilizado ni por el ni por el no. Susana Díaz respaldó el acuerdo, aunque no la parte que plantea suprimir las diputaciones. Ese punto se ha encontrado la férrea oposición de cargos intermedios del PSOE, entre ellos varios presidentes de esas instituciones y secretarios generales en las provincias, que han anunciado su voto en contra. 

“La protesta es no votar”

Algunas federaciones sostienen que la falta de movilización de sus respectivas direcciones se debe a que es Ferraz quien promueve la consulta y quien debe organizarla. Fuentes oficiales del PSOE dicen que se está trabajando “en coordinación” con las organizaciones territoriales, aunque una vez más, desde las más críticas, llegan reproches, como la falta de información para la celebración del referéndum. 

Desde los sectores más críticos reconocen que la campaña por el no es complicada y reconocen que no va a haber prácticamente movilización en contra, según las fuentes consultadas por eldiario.es. “No se puede hacer campaña en contra por responsabilidad porque el partido saldría mal parado -expresa un dirigente que pide anonimato-. Pero tampoco puede ser un cheque en blanco para el  porque no es lo que siente la militancia”.

“La forma de protesta es no votar”, admiten varias fuentes. “Es la forma de mostrar el enfado: no votar en esta farsa de consulta”, expresa uno de los dirigentes consultados.

Fuentes de la dirección del partido en Madrid reconocen que el resultado puede ser muy ajustado. Es una de las federaciones más divididas. Entre los más alejados de la dirección regional -el sector afín a Tomás Gómez- reconocen que no está habiendo una movilización organizada para votar en contra pero aseguran que hay “desilusión” en sus filas por haber “mirado antes a la derecha que al espacio natural del PSOE a su izquierda”. Es precisamente el mensaje que circula a través de WhatsApp en la que destaca que no es un pacto “progresista” porque solo incluye a Ciudadanos y Coalición Canaria “en detrimento” de acuerdos con “fuerzas de izquierdas”. Además, reprochan que el texto es “ambiguo” respecto a cuestiones fiscales y laborales, como la polémica por la derogación de la reforma laboral o el “estudio” de un impuesto extraordinario para las grandes fortunas.

El ala izquierda del PSOE ya ha anunciado que votará en contra del acuerdo con Ciudadanos al considerar insuficientes las reformas que se plantean. “Se desdibujan contenidos, dotándolos de una ambigüedad especialmente preocupante en aspectos laborales y fiscales”, señala Izquierda Socialista, que afea que no se especifique la derogación de la reforma laboral, de la ley mordaza o la apuesta clara por el federalismo.

“Muchos percibimos el acuerdo con Ciudadanos como una variante light de la gran coalición”, expresó José Antonio Pérez Tapias, uno de los miembros más conocidos de la corriente. “Cada uno tendrá que decir por qué vota en contra -dicen fuentes oficiales- porque el espíritu del programa electoral está en ese acuerdo”. 

Ferraz: el silencio es un 'sí'

Aunque en Ferraz admiten que la participación puede ser baja, han diseñado una lectura de esa posibilidad distinta a la que hacen los críticos: “A lo mejor hay muchos militantes que con su silencio están diciéndole a Sánchez que siga adelante -ha dicho Antonio Hernando en una entrevista en RNE-. Me da la impresión de que todos los que pudiesen estar en contra irían y lo manifestarían”. 

Fue precisamente el enfrentamiento abierto entre Sánchez y algunos barones lo que movió al secretario general a anunciar por sorpresa la convocatoria de esta consulta a los militantes en el momento en el que los principales dirigentes territoriales rechazaban la posibilidad de que el candidato socialista llegara a Moncloa impulsado por Podemos, pese a que la batalla por el liderazgo interno era la principal razón que estaba detrás de ese posicionamiento. De hecho, algunos dirigentes próximos al secretario general hacen campaña en esa clave. También así lo perciben en el sector crítico, que consideran que Sánchez busca “salvar los sillones en los próximos meses”. 

La fórmula escogida para consultar a las bases tampoco convence en algunos sectores del partido. “Este acuerdo es inoperante e inútil. No tienen números y se sabe. La consulta es un insulto a la inteligencia, ¿cómo podemos hacer? [lo que se plantea en el pacto]”, se pregunta un dirigente provincial, que califica la pregunta como una “trampa”.

El contenido de la pregunta, que interroga sobre el respaldo a los acuerdos que “el PSOE ha alcanzado y propuesto” a distintas fuerzas políticas, también se ha cuestionado internamente. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reconocido abiertamente que la pregunta “se las trae” porque está “en tránsito” y tiene distintas “variables”: “Si la gente entiende que la pregunta es ¿apoya usted al secretario general en su intento de ser presidente? Unanimidad”, ha expresado en una entrevista en Telecinco. 

“Si se pregunta por el acuerdo con Ciudadanos, la respuesta es una. Si se pregunta en gerundio sobre lo que se está discutiendo o no discutiendo con Podemos, a lo mejor la respuesta sería otra”, ha agregado el dirigente socialista.   

El PSOE, a la baja

La convocatoria del referéndum interno ha obligado a Ferraz a revelar los datos sobre el actual número de afiliados, que ha descendido desde que Sánchez está al frente del partido, una tendencia que se mantiene desde que el PSOE salió del Gobierno. En el verano de 2014, cuando Sánchez se enfrentó a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias en las primarias por la secretaría general, el censo del PSOE ascendía a 197.480 militantes -frente a los 210.000 de un año antes-. Ahora, son poco más de 189.000 afiliados al partido. 

El PSOE ha introducido también una variable novedosa a esta consulta en la que las bases podrán votar también online. No obstante, solo unas 13.000 personas se han dado de alta en el sistema para participar telemáticamente, lo que supone apenas un 7% del censo total. La principal incógnita es cuántos de los restantes se acercarán a sus agrupaciones a votar.  

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