En los años de mayor dureza de la crisis económica aumentaron también las protestas en la sede del Parlamento de Galicia, en el compostelano Pazo do Hórreo. La indignación de personas afectadas por las preferentes de las antiguas cajas durante un pleno, por ejemplo, irrumpió con fuerza en la opinión pública gallega en un tiempo en el que también se hicieron oír en el legislativo reivindicaciones de sectores como el naval o el cultural o protestas de personas enfermas de Hepatitis C que entonces esperaban por un tratamiento. Escribe David Lombao.