Política desde la tumbona
Estar de vacaciones no impide que los ciudadanos dejen de ver las caras de los políticos, sobre todo cuando encienden la televisión. La tradicional falta de noticias en el mes de agosto soluciona la encarnizada lucha por la cuota de pantalla en los meses laborables. Algunos, como la ministra de Sanidad, lo han hecho para trasladar la idea de que gestionan una crisis como la del virus del Ébola. Mato hizo el pasado martes un viaje fugaz a Madrid para participar en una reunión y volver enseguida a su retiro en la playa. Otros, como el flamante secretario general del PSOE, interrumpen su descanso para hacer breves comparecencias ante los periodistas y seguir haciendo política por los pueblos cercanos a Almería.
“La ministra está al frente de la situación. ¿Qué importancia tiene desde dónde lo haga?” fue la respuesta de los portavoces de Sanidad a eldiario.es para justificar que su jefa limitara a un viaje relámpago a Madrid su presencia en el ministerio en plena crisis por el virus del Ébola. Ana Mato, que empezó sus vacaciones nada más celebrarse el último Consejo de Ministros de julio, sólo las interrumpió para coordinar la reunión en la que se abordó la repatriación del sacerdote Miguel Pajares. La web de Sanidad recogió la imagen de la cita, aunque no se puede decir lo mismo de la alerta internacional que proclamó la Organización Mundial de la Salud. Este miércoles, la ministra ha vuelto a reaparecer en la misa funeral por el sacerdote.
Mientras Mato abandonaba por unas horas la localidad gaditana del Puerto de Santa María, el flamante secretario general del PSOE ya las ha interrumpido en varias ocasiones para aparecer en público y continuar dándose a conocer entre los ciudadanos. Primero en Mojácar (Almería) y, unos días después en Águilas (Murcia), el socialista ya lleva dos apariciones públicas en las que ha aprovechado para hacer declaraciones.
El primer día de sus vacaciones en Mojácar, Sánchez paseó con su mujer escoltados por una larga lista de cargos del PSOE andaluz. Después, ante la prensa, aprovechó para opinar sobre diversos temas de actualidad y para insistir en que va a hacer del PSOE “un partido ganador”. El paseo le sirvió también para sentenciar que “la razón y el corazón de muchos españoles y españolas está del lado de la izquierda.
Como sólo han transcurrido dos meses y medio escasos desde que dio el paso adelante para liderar el PSOE, Sánchez no ha perdido ocasión para dejarse ver en público. El segundo paréntesis en sus vacaciones, por el momento, le llevó el lunes hasta Águilas. ¿Tenía algo importante que comunicar? De sus palabras se deduce que no, ya que se limitó a insistir sobre su deseo de ser candidato a presidir el Gobierno.
“Septiembre ya llegará y tendrán ustedes noticias” fue su respuesta a si se postulará en unas nuevas primarias prometidas para noviembre y dejadas en el aire nada más ganarlas. Lo curioso es que su voluntad de ser candidato ya quedó clara en la entrevistas concedidas en plena campaña y en el debate en el que se enfrentó a los otros dos aspirantes, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
Otro de los dirigentes políticos que ha hecho parones en sus vacaciones es el presidente del Gobierno. Las imágenes de Mariano Rajoy en ropa deportiva caminando por los alrededores de la casa rural en la que se aloja en Pontevedra se han repetido este año. El jefe del Ejecutivo salió el sábado a hacer senderismo junto a José Benito Suárez, marido de Ana Pastor. Su actividad política durante las dos semanas que estará en Ribadumia se ha limitado a una comida con Alberto Núñez-Feijóo y varios alcaldes del PP.
Dos días antes, el martes, entregó un trofeo en el Real Club Náutico de Sanxenxo en el que aprovechó para elogiar la iniciativa privada y reconocer que la Administración “llega hasta donde llega” a la hora de solucionar los problemas de los ciudadanos. Reticente durante todo el año a los encuentros con los periodistas, tras su llegada a la casa rural se limitó a trasladar sus planes vacacionales. Gran aficionado al deporte televisado, explicó que lo primero que hizo nada más llegar fue sentarse ante la tele para ver un partido de tenis.
Pero una de las interrupciones de vacaciones más sonadas que se recuerdan fue la de Mª Dolores de Cospedal hace ya varios años. En el verano de 2009, la secretaria general del PP concedió una entrevista a la agencia Efe para acusar de espionaje al entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Con la playa de Marbella de fondo y desde una terraza del hotel Guadalmina, Cospedal acusó al ministro de montar un “comando Rubalcaba para espiar ilegalmente al PP”. Lo grave de la denuncia resultó chocante con el escenario escogido para hacerla pública. Mientras ella lanzaba sus acusaciones, en las imágenes se veía como unos metros detrás un golfista hacía lo mismo con la pelota en el campo del hotel.
