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El presidente de la Comisión Islámica expresa su “profundo dolor” por los vínculos con el clan yihadista de los Kutayni

El presidente de la Comisión Islámica expresa su "profundo dolor" por los vínculos con el clan yihadista de los Kutayni

EUROPA PRESS

MADRID —

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El presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, ha reconocido con “profundo dolor” su vinculación con el clan familiar de Fares Kutayni, uno de los diez españoles originarios de Siria que fue detenido por la Policía Nacional en una reciente operación antiterrorista por supuestos vínculos con el yihadismo.

“La reciente operación policial en la que han sido puestos a disposición judicial numerosos ciudadanos de confesión musulmana me ha afectado personalmente, dado que algunos de ellos están estrechamente vinculados a mí”, ha reconocido Tatary en una carta fechada el 26 de junio, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que pide que se respete la investigación judicial de la Audiencia Nacional.

Se refiere a la familia de Fares Kutayni, que regentaba la carnicería de la Mezquita Central de Madrid, en el barrio de Tetuán, según especifica el propio Tatary. Desde los años 90 este sirio nacionalizado como español aparece relacionado tanto con este centro de culto como con la Comisión Islámica en España.

Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía lo detuvieron el 18 de junio en una operación con diez arrestados por integrar una célula que supuestamente financiaba a Al Qaeda en Siria a través de una caja B de negocios legales que operaban en España.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ordenó el 20 de julio el ingreso en prisión de siete de los diez detenidos del clan de los Kutayni por los delitos de integración en organización terrorista, blanqueo de capitales, trata de seres humanos y delitos fiscales.

La macrooperación, bajo secreto de sumario, afecta también a otras doce personas. Se incautó documentación y otros efectos en 14 registros llevados a cabo en Madrid, Valencia y Toledo. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Europa Press subrayan que el clan desarticulado tenía negocios relacionados con la compraventa de camiones y la promoción inmobiliaria.

ACATAR EL ORDENAMIENTO JURÍDICO

En su carta, Tatary muestra su “confianza en las instituciones españolas” y su voluntad de “acatar el ordenamiento jurídico”. También defiende su compromiso para ayudar “a cualquier hermano que lo necesite, sin importar su nacionalidad, siempre dentro de la ley y respetando las competencias de la administración y los tribunales”.

“Os traslado el profundo dolor que siento como persona por lo ocurrido”, asegura Tatary en referencia a la detención del clan de los Kutayni, “y rezo a Allah para que inspire a ser justos a aquellos que corresponde aplicar la ley”. Además, manifiesta su compromiso “en la construcción de un islam español”, conciliando este culto con el ordenamiento jurídico vigente.

Según informó la Policía Nacional cuando lanzó la operación, uno de los arrestados y miembro del clan fue detenido en Siria en 2008 y condenado por su participación en un atentado y su integración en la organización terrorista yihadista Fatah al Islam. Tras cumplir su condena, regresó a España para integrarse en los negocios de la familia.

La investigación, que cuenta con apoyo de Europol, apunta a vínculos familiares de los cabecillas con miembros de Al Qaeda en la región siria de Idlib. También señala que gran parte de este dinero “b” era remitido a esta zona para dar sostenimiento y apoyo económico a las milicias terroristas que allí subsisten.

SISTEMA FINANCIERO CLANDESTINO

Esta organización se encuadra presuntamente dentro de una macroestructura financiera internacional de naturaleza clandestina que tiene como objetivos la “grave desestabilización del sistema económico capitalista occidental y el sostenimiento y apoyo a organizaciones terroristas yihadistas a Al-Qaeda y afines”, según la información del Ministerio del Interior.

Los expertos en financiación del terrorismo de la Comisaría General de Información han logrado desentrañar un sistema financiero clandestino que se basaba en la falsificación de facturas, conceptos y registros.

El dinero era enviado por los miembros de la organización utilizando diferentes sistemas, desde el uso de “correos humanos” que trasladaban el dinero de forma ilegal eludiendo las regulaciones del blanqueo de capitales, al envío de maletas con dinero oculto.

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