En Moncloa se impone el pesimismo: Rajoy llega a la moción de censura sin apoyos garantizados para sobrevivir

Sin garantías. El presidente del Gobierno acude a la moción de censura sin saber si saldrá de ella con la organización de una mudanza como siguiente cometido del día. El PNV se ha negado a desvelar con anterioridad cuál será el sentido de su voto en una jornada parlamentaria en la que los nacionalistas vascos son la clave para generar un cambio de gobierno. En Moncloa se ha impuesto el pesimismo y nadie esconde el temor que dirigentes populares reconocen con una frase que se ha convertido en un mantra: “Podemos perder”.

Mariano Rajoy y Andoni Ortuzar han sido quienes han llevado directamente el peso de las conversaciones entre el Gobierno y el PNV. Según fuentes de ambas partes, los nacionalistas vascos no han trasladado al presidente cuál será el sentido del voto que aclarará este viernes el éxito o el fracaso de la acometida de Sánchez contra Rajoy. Según ha comunicado el PNV públicamente, la decisión no se tomará hasta que este jueves se reúna de manera extraordinaria la dirección de la formación vasca.

Mientras tanto, sobre el debate sobrevuela la idea de que Rajoy podría evitar en el último momento la llegada de Sánchez a La Moncloa si reacciona con una dimisión que provoque la paralización del debate sobre la censura. Fuentes del Tribunal Constitucional, consultadas por eldiario.es, ponen en cuestión la legalidad de una dimisión como elemento para frenar la censura.

El presidente del Gobierno puede intervenir en el debate todas las veces que considere y durante el tiempo que estime oportuno. Hace un año, Rajoy decidió contestar a Irene Montero, la persona elegida por Podemos para presentar la candidatura de Pablo Iglesias a la presidencia del Gobierno. En esta ocasión, parece poco probable que Rajoy se detenga a responder a las palabras que en el mismo turno le corresponderán al diputado socialista José Luis Ábalos.

Una intervención centrada en el daño económico

Rajoy ha redactado una intervención apoyada en el daño económico que la moción le estaría acarreando a la economía española. Insistirá en dibujar a Pedro Sánchez como un político dispuesto a cualquier cosa con tal de llegar al poder y recordará las veces que ha ganado elecciones mientras las noticias de Gürtel ocupaban las páginas de los periódicos.

Si la moción sale adelante, Pedro Sánchez será presidente de manera inmediata y tendría que ponerse a la tarea de formar gobierno con urgencia. La eventual toma de posesión se podría producir durante el fin de semana o a partir del lunes. Para entonces, Rajoy tendría que haber abandonado ya sus dependencias en la residencia oficial reservada para el presidente del Gobierno, en las que reside acompañado de su familia.