“Las palabras abren puertas sobre el mar, Rafael Alberti”. Las palabras son llaves de nuestro yo encerrado. Son la clave que nos desvelan. Ante nosotros y para los demás. Claves en cierta forma terapéuticas, en cierta forma liberadoras. Cuando nuestro propio cuerpo nos limita, ellas permiten trascendernos.
Pero muchas veces cuesta expresarse. Ya sea porque no encontramos esas palabras, ya sea porque nuestro cuerpo nos impide verbalizar. A veces, porque no tenemos quien nos escuche.
Nada de esto fue lo suficientemente desalentador como para que una chiquilla china de la región central de Hubei no se expresara. Rodeada de árboles y animales, un cuerpo limitante, solo su familia y el trabajo de una granja. Las perspectivas de futuro, escasas. Un matrimonio arreglado, un hijo y un divorcio. Pero la necesidad de expresión que habita en todo ser humano, emergió. Floreció en la veintena. Versos sencillos. Poemas que expresaban la desilusión del amor y la realización de una mujer que pertenece al fondo de la sociedad. La insatisfacción del amor la llevó a plantearse cuestiones sobre la existencia, la muerte, la verdad. Su poesía aborda temas como el afecto, su sentimiento de vida, sus limitaciones y la aldea cerrada de la que no puede huir. Cuando todo se empeña en estar en contra, la pluma saca a la superficie lo más profundo que bulle en nosotros.
Sin embargo, en nuestros días de sociedades interconectadas, hasta la soledad encuentra una ventana. Así subió una de sus composiciones a una plataforma de chat en Internet. Su poema ‘Atravesé la mitad de China para dormir contigo’, llegó a miles de personas cambiando el rumbo de su vida anónima y limitada. Había atravesado la mitad del mundo para conectar contigo, con miles.
Así, un importante editor del país se fijó en la humilde campesina con dificultades para moverse y hablar con fluidez, que escribía versos desde su pueblo natal, Hengdian. En 1998 había escrito su primer poema. En 2009 comenzó a escribir con regularidad. En 2014, varios de ellos fueron publicados en la revista nacional ‘Poem’. En 2015 presentó su primera antología y la nombraron Vicepresidenta de la Asociación de Escritores de la ciudad de Zhongxiang, provincia de Hubei. En la actualidad tiene tres poemarios publicados. A saber: ‘La luz de la luna cae sobre mi mano izquierda’ (2015), ‘Todavía mañana’ (2015) y ‘Amábamos y luego olvidamos’ (2016).
Su nombre es Iu Xiuhua. Ahora tiene cuarenta y dos años y es la poeta más leída de China. Nació con parálisis cerebral. Abandonó la escuela en su segundo año de secundaria, probablemente porque el sistema no le brindó las oportunidades que hubiera necesitado una estudiante con su discapacidad. Se recluyó en su aldea, al cuidado de sus padres, pero lo hizo con un gran tesoro entre las manos: el conocimiento de la escritura, La Literatura y, dentro de ella, la Poesía. Esa puerta que se abre… sobre el mar.