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Antiviolencia pide cerrar todo un mes el estadio del Sevilla por los altercados en el derbi que obligaron a parar el partido

Dispositivo de la Policía Nacional en un partido de fútbol.

elDiarioand

Sevilla —
11 de diciembre de 2025 18:01 h

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Segundo giro de tuerca para el Sevilla FC. La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte propone la clausura del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán durante un mes y la imposición de una multa de 120.000 euros para el equipo por los incidentes del pasado 30 de noviembre durante el derbi contra el Real Betis. El árbitro del partido suspendió durante un cuarto de hora el partido en los minutos finales ante el reiterado lanzamiento sobre todo de botellas de agua pequeñas.

El expediente elaborado por la Oficina Nacional de Deportes (OND) de la Policía Nacional “aporta abundante información sobre el lanzamiento de objetos al campo durante la celebración del encuentro y la exhibición de pancartas incitadoras del odio o vinculadas a grupos radicales como Biris Norte o Bukaneros”, apunta el Ministerio de Interior en un comunicado.

El organismo recordó que la legislación contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte “prohíbe expresamente dar 'promoción o apoyo' a grupos de seguidores radicales”, pero que en este partido se desplegó en uno de los fondos del feudo sevillista de un gran tifo de homenaje a los Biris en el 50 aniversario de su fundación.

Advertencias previas

“La pancarta ocupaba todo un fondo del estadio y mostraba un dibujo diferente al anunciado para su autorización por el club tres días antes del partido. El coordinador de seguridad advirtió expresamente sobre la posible vinculación al grupo radical, una posibilidad descartada por el Sevilla FC. Además, la autoría del tifo fue reivindicada por los propios ultras en perfiles abiertos de redes sociales”, remarca el ministerio.

Por otra parte, en la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán se detectaron “otras pancartas incitadoras del odio”, según la propuesta de sanción acordada por la Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte. Una de ellas aludía a la reyerta protagonizada por miembros de Biris Norte, Supporters y United Family antes del partido, investigada por la Policía Nacional.

Multas económicas a los dos equipos

Además, la Comisión propuso otra multa de 40.000 euros al Sevilla FC y una de 30.000 euros al Real Betis por el incumplimiento de las medidas de seguridad y control de accesos en los entrenamientos abiertos al público previos a la disputa del encuentro, ya que en las gradas de ambos equipos aparecieron bengalas, “elementos prohibidos por el grave riesgo que representan para la seguridad de los ciudadanos”.

Cabe recordar que el Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ordenó el cierre parcial del estadio del Sevilla FC durante tres encuentros por estos incidentes, además de una sanción de 45.000 euros. La clausura debería aplicarse en los sectores que conforman el Fondo Norte desde donde se produjeron los lanzamientos de mecheros y botellas en la última parte del derbi, lo cual provocó la suspensión del encuentro durante 15 minutos tal y como marca el protocolo tras un primer aviso por megafonía. El club ya recurrió esta decisión de la RFEF, anunciando que se defendería “tanto en instancias deportivas como ordinarias”.

“Sorpresa” del Sevilla

Nada más conocerse la noticia, el club ha emitido un comunicado en el que mostraba “su sorpresa y su más absoluta indignación” tras saber la propuesta de sanción realizada por la Comisión. Una decisión que han calificado como “totalmente desproporcionada, carente de cualquier mínimo fundamente y constituyente de un nuevo y clamoroso agravio comparativo”, en referencia a lo sucedido en otros estadios.

Por tanto, los servicios jurídicos analizarán el escrito, el cual, según ha mantenido el Sevilla, conocieron a partir de los medios de comunicación en vez de con una notificación personal. En todo caso, han defendido su postura de “condena a cualquier actitud y acción” que suponga “alguna amenaza” al desarrollo del partido o a la integridad de los jugadores. Así, han manifestado que el objetivo es “combatir y erradicar cualquier tipo de violencia en el fútbol”, colaborando estrechamente con las autoridades policiales y administrativas en su eliminación.

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