Razones desde Sevilla para pedir la retirada del pacto UE-Turquía sobre los refugiados

Manifestación contra el acuerdo de Turquía y la UE en Sevilla / FOTO: Carlos Escaño

María Iglesias

Ochocientas personas se concentraron en la tarde del miércoles en la Puerta de Jerez de Sevilla para manifestar su oposición al acuerdo Unión Europea-Turquía cuya firma se abordará este jueves y viernes en el Consejo Europeo de Bruselas.

Raed Aljundi, presidente de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio de Andalucía, leyó el manifiesto que exigía la no ratificación del pre-acuerdo “ilegal e inmoral” en una concentración entorno a la fuente a la generación de 27, sin consignas coreadas pero sí con muchas pancartas individuales: “No más muertes, vías seguras ya”, “Las políticas de la UE matan #VergüenzaEuropa”, “STOP Pre-acuerdo” o “Por una Europa Humanitaria”.

Macarena Álvarez y David García (23 y 21 años), ambos estudiantes de Políticas -y él de Derecho- comentaban la situación con cinco amigos. “Hay que alzar la voz por los derechos de estos seres humanos abandonados” -expuso Álvarez a eldiario.es/andalucia- “Había fijados unos cupos de 1 refugiado por cada 22.000 europeos, asumibles, ¿dónde han quedado? -se preguntó-. ”Ya eran cortos -manifestó García- pero era un gesto. Ahora son papel mojado y Europa paga a Turquía y le facilita la incorporación en la UE para, con perdón, quitarse ‘el muerto’ de encima“.

Julián Sobrino, profesor de Arquitectura de la Universidad de Sevilla (60 años) aseguraba que “Europa tiene que tener una política de asilo abierta porque cuenta con recursos y nuestro Estado del bienestar no se puede fundar en el malestar del resto”. “Por desgracia -añadió- la tradición de asilo de España la vemos en Ceuta y Melilla”.

Luis Expósito, “pescadero de un súper” y su mujer, Elisa, profesora de Universidad asisten con sus dos hijos pequeños. Ella es miembro de la Red Comunica, integrante, como traductores, de la Plataforma del Ayuntamiento pre-constituida “para asistir a los refugiados que iban a llegar... y que no han llegado” -añade con desánimo.

Astrid Navarro, educadora social, también fue con sus niños, uno de dos años y otra de nueve meses, en la mochila porta bebé. “Quiero que aprendan -explicó- que hay que dar voz a los que no la tienen”. “Debemos exigir que se cumplan los cupos -afirma- y no dejarnos manipular por los que hablan de ”efecto llamada“, ”de que van a quitarnos el trabajo“, o que ”los refugiados forman parte del ISIS“.

Las lágrimas le afloran a Cintia Márquez, 22 años, estudiante de Magisterio Musical al exponer sus razones para asistir a la protesta, con dos compañeras. “Vengo porque soy consciente y siento impotencia y rabia por ver este país inhumano que no reacciona ante el drama de tantas familias que huyen de la guerra y a las que ahora se quiere devolver”.

María Luisa Zamorano, ama de casa de 63 años, que se define “con el corazón partío entre los dos partidos de izquierda, Podemos e IU” charlaba con cinco hombres de unos 40. “Los refugiados vienen porque no les queda más remedio que huir -señala- Y lo que está haciendo Europa con ellos es un crimen. ¡Canallas!”. Alberto Gil y Ricardo Amaya, “arqueólogo reciclado en profesor de instituto” y archivero, “simpatizantes de IU” intercalan sus opiniones: “El pacto vulnera los principios fundacionales y la legalidad de la UE” -dice el el segundo-, “Es una política inhumana” -remacha Gil-.

“La injusticia con estas personas no es casual” -declara Rosalía Abad, “maestra y concejala de Podemos en Mairena”- sino el resultado de políticas consumistas que ponen la ganancia por encima de las personas“. Abad, que desconfía de que ”ahora el PP haya acordado, con el resto de partidos españoles, no aceptar las devoluciones“, alberga, en cambio, ”esperanza en la respuesta ciudadana que sí que está dispuesta a la acogida y, desde ahí, los municipios pueden construir propuestas“.

“Andalucía en la calle es solidaria -afirmó Amalia Rodríguez, diputada autonómica del PSOE- , reprueba que se vulneren los derechos humanos. Y hoy yo estoy aquí con estas cinco mujeres” -dos ex diputadas, una ex alcaldesa y una militante- “porque como socialistas, llevamos en la sangre y pensamiento la justicia con cualquier ser humano”.

Junto a ellos, afiliados a sindicatos como Francisco Alfonsín, ferroviario de CCOO-A (57 años), Alberto Pascual UGT-A de Administración Pública (41) y “Lulú” estudiante de traducción (26 años) “militante de Voz Obrera, organización comunista internacional”, que defendió la “apertura de fronteras, no sólo a los refugiados políticos, sino también económicos”. O Pablo Mortedero, Presidente de la Asociación Adriano Antinoo (LGTBI) que denunció que “España, en sus fronteras, da asilo a los perseguidos por su homosexualidad, pero no a los bisexuales”.

Raed Aljundi, en la “cabecera” de la protesta, estuvo rodeado por representantes de algunas de las entidades convocantes como los secretarios generales de Podemos-A, Teresa Rodríguez, PSOE-S, Verónica Pérez, CCOO-A, Francisco Carborero, y UGT-A, Carmen Castilla, o el cabeza de lista de Equo-S, Esteban de Manuel. También convocaban Ciudadanos, Facua, Médicos del Mundo, HOAC, Cáritas, MPDL-Movimiento por la Paz, Federación de Derechos Humanos de España, Consejo General de la Abogacía, Coordinadora de ONG para el Desarrollo, EAPN, ACCEM, CEAR y UNICEF.

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