El sabor agridulce de los Latin Grammys en Sevilla: ¿impacto millonario o una fiesta privada de espaldas a la ciudad?

La ceremonia de premios lanzó constantes guiños a la cultura andaluza

Sara Rojas

Sevilla —

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La 24 edición de los Latin Grammys, la primera celebrada fuera de Estados Unidos, arrancó con la promesa de convertir Sevilla en “un personaje más” de la celebración. Así lo avanzaba Manuel Abud, CEO de la institución organizadora del evento (la Academia Latina de Grabación), una semana antes de la gala, afirmando que la noche más importante de la música hispana contaría con un marcado “sabor y presencia local”. Sin embargo, el regusto que ha dejado en los ciudadanos combina notas dulces y amargas, empezando por la repercusión económica y mediática que ha significado para la capital (la retransmisión de la ceremonia en RTVE ha conquistado un 21,5% de share y 1.990.000 televidentes y el Gobierno andaluz cifró en más de 500 millones de euros el impacto promocional y turístico, y aún faltan los datos concretos de la retransmisión internacional), y terminando con la sensación en el paladar de que todo ha sido una “gran fiesta privada” de espaldas a la ciudad.

Para empezar, la tarta de los Latin Grammys con la que la Junta se frotaba las manos no se ha repartido por igual en el tejido empresarial sevillano. En lo relativo a la hostelería, fuentes del sector en Sevilla afirman a este periódico que la cita musical “se ha notado menos de lo que pensamos que se iba a notar”. A pesar de que se han celebrado fiestas durante toda la semana, sostienen que la mayoría de los establecimientos locales han mantenido su nivel de facturación habitual, pues los artistas invitados “han venido con todo organizado” por parte de las compañías discográficas. De modo que la visita de grandes personalidades de la industria musical ha tenido un impacto limitado en el conjunto de la hostelería, a diferencia de lo que sucede con otros eventos que ha acogido la ciudad con anterioridad y que sí redundaron en un aumento del volumen de consumidores porque “se llenaron las calles”, como sucedió con la final de la Copa del Rey, según recuerdan empresarios de la hostelería sevillana.

Solo para VIP

Por lo tanto, los beneficios en este apartado se han concentrado en determinados establecimientos y caterings con etiqueta VIP de la capital andaluza, pero también de la española, ya que los organizadores de los Grammy Latinos han optado por contratar, en muchos casos, empresas de Madrid para algunos de sus principales actos, de acuerdo con la información que manejan los miembros del sector hostelero de Sevilla.

En línea similar, los hoteles que han colgado el cartel de completo han sido los de categoría 5 estrellas, 5 estrellas gran lujo o 4 estrellas superior, así como los de las inmediaciones del Palacio de Congresos y Exposiciones (FIBES), por ser el escenario en el que se han entregado los premios de la música hispana 2023. A este respecto, el presidente de la asociación de los hoteleros en Sevilla y provincia, Manuel Cornax, explicó a este medio que la celebración de una gala del calibre de los Latin Grammys “se ha notado porque hay más ocupación y precios medios más altos”, apuntando a que algunas productoras han alquilado hoteles completos, en aras de garantizar la privacidad de sus invitados y eventos. En cambio, el resto de la planta hotelera sevillana ha mantenido la tendencia de esta temporada.

Una “estafa” para los fans

Más allá de los sectores productivos, la población en general ha manifestado su “decepción” por no haber podido formar parte del que se había anunciado como acontecimiento del año en la ciudad. Tanto fue así que la emoción e ilusión que llevó a cientos de fans a desplazarse desde diferentes puntos de la provincia (e incluso de la comunidad) hasta el Palacio de Congresos sevillano la noche de la entrega de premios se tornó pronto en un sentimiento generalizado de malestar y descontento por “no poder ver nada”. Agolpados detrás de unas vallas situadas a más de cien metros de las puertas del FIBES, los seguidores de Maluma, Rosalía o Karol G, entre otros artistas, compartían su “indignación” por la organización y por no haberlos hecho partícipes de esta cita histórica.

De entre todas las voces indignadas, se alzó la de Inma Domínguez para hablar en nombre de todos los que allí desesperaban: “No es justo que se gasten 22.748.000 euros y que no podamos ver nada”, clamó entre la multitud esta vecina que calificó de “estafa” el desembolso de la Junta de Andalucía y recibió el aplauso de los jóvenes y mayores que se habían acercado con la intención de formar parte de la noche más importante de la música latina.

Junto a los fans que se marcharon a casa con sus ilusiones frustradas, los taxistas sevillanos también han manifestado descontento con la organización de la 24ª entrega anual de los Latin Grammy. En su representación, el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi, David Capelo, traslada a este diario el lastre que ha supuesto el evento musical para el trabajo de los taxistas durante toda la semana. En ese sentido, el también presidente de Unión Sevillana del Taxi asevera que el servicio público del taxi “ha sido apartado” de la organización, en alusión a los “impedimentos” que dice haber tenido para acceder al FIBES durante la jornada del pasado jueves 16, día de la entrega de unos premios que ha contado entre sus patrocinadores con una importante firma dedicada a la movilidad internacional, como incide el representante de los taxistas sevillanos.

“El taxi se alegra mucho por la repercusión económica y mediática que pueda tener este escaparate internacional para la ciudad de Sevilla, pero como sector cualquier otro evento o congreso nos deja muchísimo más rédito económico que estos macro eventos, que sólo vienen a significar crispación y mucha inseguridad en cuanto al ejercicio de nuestra actividad, llegando hasta la suspensión y anulación de paradas oficiales”, ha abundado David Capelo. No obstante, al finalizar la gala la policía local sí abrió un paso cercano al Palacio de Congreso para que pasaran los taxis a recoger viajeros.

Ciudad dispuesta para la gala

Asimismo, el presidente de la Unión Sevillana del Taxi se ha referido al impacto que ha tenido la celebración de los Grammy Latinos en su cliente habitual: “Esta semana el turista ha huido porque los precios de los hoteles estaban disparados y la ciudad blindada por motivos de seguridad”, lo que entiende genera un “efecto disuasorio tremendo” en el turismo. Al hilo, ha recordado que sitios tan emblemáticos como los Reales Alcázares se han visto “muy afectados” por la celebración del evento, “con el perjuicio que supone para el sector del taxi”, según ha recalcado Capelo.

En efecto, durante toda la Semana Latin Grammy la ciudad ha puesto a disposición de la Academia Latina y de las discográficas algunos de sus espacios más singulares para acoger sus fiestas y recepciones, como la casa de Pilatos, que fue sede de la gala Leading Ladies of Entertainment que se llevó a cabo el lunes. Además, Warner montó su escenario particular en la Terminal de Cruceros del Puerto de Sevilla, en el Muelle de las Delicias, donde se han celebrado conciertos y fiestas privadas reservadas para sus invitados, mientras que Universal instaló una enorme carpa acristalada en la Plaza de España con capacidad para 5.500 personas.

Sobre la polémica que suscitó en la ciudad semejante estructura en plena Plaza de España, el alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, dijo entender las críticas —“e incluso las podría compartir”, añadió— para terminar esgrimiendo que el “esfuerzo de prescindir unos días de ese espacio emblemático y de su estética habitual creo que está más que justificado”, por cuando Sevilla iba a “ser la capital mundial de la música latina”. “No es algo que me guste mucho, pero ser la capital del mundo trae algunos inconvenientes”, apuntó entonces el regidor hispalense.

El valor aún intangible de los anuncios de Andalucía retransmitidos durante toda la gala, de la potenciación del flamenco en esta edición, de haber traído a las estrellas de la música latina a que conocieran la ciudad de Sevilla y la promoción que potencialmente suponga todo ello a corto, largo y medio plazo está por verse.

En cualquier caso, Sevilla—aún con resaca— se irá despojando en las próximas horas de su condición de anfitriona (hasta que surja una nueva cita) y tendrá que evaluar el impacto final de pasar a la historia como la ciudad que consiguió sacar por primera vez los Latin Grammys de Estados Unidos.

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