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“Facilitadores” o cómo ayudar ante la Justicia a una víctima con discapacidad

EFE

Madrid —

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Un juez ha dictado la primera sentencia en Madrid de lectura fácil, es decir, “traducida” a lenguaje accesible para personas con discapacidad intelectual. Se ha valido de “facilitadores”, voluntarios que acompañan a las víctimas discapacitadas en todo el proceso judicial, con una labor que ha reducido el número de casos archivados.

David Cubero es el juez que ha firmado esta sentencia, aunque no es la única que se ha redactado de esta novedosa forma en España. Los pioneros fueron los juzgados de Familia de Oviedo, a los que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Asturias les encomendó en 2016 esta experiencia piloto, premiada incluso internacionalmente.

Sin que se pueda asegurar al cien por ciento, en Madrid la sentencia de la que fue ponente Cubero, presidente del tribunal, y firmada también por las juezas Pilar Alhambra y Javier Ballesteros, es la primera que se conoce de “lectura fácil” en el ámbito penal.

Antes de entrar en materia, el fallo -que condena a una mujer y a su madre por estafar a un hombre de 47 con limitaciones intelectivas que se enamoró de la primera- explica en un lenguaje claro y sencillo qué es un proceso penal, una denuncia, quién es el juez, qué es un juicio e, incluso, qué son los fundamentos jurídicos y hasta qué es una pena.

Y así, en lenguaje sencillo, hasta el fallo final dictado por el tribunal que presidió Cubero, precisamente el delegado de discapacidad nombrado para Madrid por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como ha elegido a otros en otras comunidades.

Cubero relata a Efe cómo para la redacción, pero también para todo el proceso judicial, contó con la figura del “facilitador”, una persona de la Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad Intelectual (UAVDI) de la Fundación A La Par.

Un “traductor”, un “puente comunicativo” entre las partes y la víctima o los testigos para facilitar la comunicación y hacer posible un interrogatorio fácil y cómodo para estas personas, muchas de ellas víctimas de abusos sexuales o de estafas, como resalta Cubero, quien espera que cunda el ejemplo entre los jueces, cada vez más sensibles.

Israel Berenguer es psicólogo de la UAVDI de la Fundación A La Par y ha hablado con Efe del trabajo de esta unidad, que de forma totalmente altruista y gratuita atiende a los discapacitados víctimas de delito desde la detección de éste hasta la propia sentencia.

Según datos de la Fundación, sin “facilitadores” el 70 por ciento de los casos con víctimas discapacitadas intelectuales se archiva por la dificultad para entender e interpretar a estas personas. Este porcentaje baja hasta el 30 por ciento cuando se cuenta con ese mediador y se hace un trabajo previo con la víctima.

La Unidad de la A La Par ha atendido a 793 víctimas de delitos y, de ellas, en 350 casos se ha contado con los “facilitadores”, que han acompañado a estas personas con discapacidad en todo el proceso judicial, incluso en la prueba preconstituida para trasladar las preguntas a la víctima de una forma más comprensible.

De este modo, explica Berenguer, pueden responder con más confianza, al adaptar el interrogatorio a su expresión y cognición.

Porque como comprueban cada día estos profesionales voluntarios, muchas de estas víctimas tiene limitada su capacidad de cuantificación y no sabrían responder, por ejemplo, si han sido agredidas dos, siete o diez veces. Tampoco si fue hace un día, dos semanas o un año.

Se trata, continúa el psicólogo, de facilitar el trabajo de todas las partes del proceso y de vigilar que los derechos de la víctima sean salvaguardados, añade el psicólogo de la UAVDI, que cuenta con siete “facilitadores” en Madrid, aunque en muchas ocasiones se trasladan a otras provincias.

Esta figura no está reconocida como parte del proceso, pero tanto las fuerzas de seguridad como los juzgados solicitan cada vez más su participación, por lo que desde hace tiempo se está reclamando su inclusión en el sistema.

Como reza en uno de los folletos de la Fundación, el “facilitador” es un psicólogo que hace una entrevista a la persona con discapacidad intelectual para conocerla y hacer un informe que ayude a otros profesionales a hablar con ella.

Tras este trabajo previo, le acompaña en el proceso, le ayuda a entender lo que está pasando y le explica lo que no entiende y le ayuda a contar a los jueces y abogados lo que le ha pasado.

Estos profesionales de A La Par han formado a otros “facilitadores” de Zaragoza, Ciudad Real o La Rioja, tres provincias que están trabajando bastante con este tipo de víctimas.

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