La Policía desaloja a los activistas encerrados desde esta mañana en una sucursal de Bankia
Varios agentes de la Unidad de Intervención Policial –UIP– han desalojado a los activistas que, desde la mañana de este miércoles, permanecían encerrados en una sucursal de Bankia situada en la madrileña Calle Mayor. Han ocupado la oficina durante cerca de ocho horas, hasta que, sobre las 18:40 de la tarde, la policía ha comenzado a trasladarles a la calle.
Los manifestantes han ejercido resistencia pasiva permaneciendo sentados ante la reclamación de los agentes de desalojar la sala. Posteriormente han comenzado a pedir el DNI a los activistas para identificarles, según informa Europa Press.
Sobre las 11 de la mañana, decenas de activistas en favor del derecho a la vivienda han entrado a la sucursal con el objetivo de pedir el alquiler social para aquellas familias que han ocupado inmuebles vacíos de la entidad porque “no tienen otro sitio en el que vivir”.
“Queremos que algún responsable se siente a negociar”, sostiene Juan, integrante de la Asamblea de Vivienda del barrio de Chamberí. Algo que, según afirma, han intentado en varias ocasiones sin obtener respuesta. Solicitan que los alquileres sociales tengan un precio que no supere el 30% de los ingresos familiares.
La acción se enmarca en la campaña PrePAHrate Bankia, que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Grupos de Vivienda de toda España han lanzado para visibilizar que “Bankia es la entidad que más desahucia, a pesar de que ha sido rescatada con miles de millones de euros de dinero público”. Además, solicitan que “la venta de hipotecas titulizadas no sea obstáculo para llegar a acuerdos”, apuntan desde el colectivo. Acciones similares se han llevado a cabo en otras ciudades del país como Alicante o Barcelona.
Los activistas han entrado en la sucursal gritando consignas como “no toleramos ni un desahucio más” o “parar desahucios no es ilegal” y han desplegado dos pancartas. En una de ellas se podía leer: “No toques mi casa”. En la otra “Si Bankia es nuestra, estás en casa”.
Una frase que han representado en la propia sucursal. Para ello, han comenzado a atar cuerdas de una columna a otra de la oficina en las que han colgado ropa emulando tendederos. Muchos de los activistas se han ataviado con albornoces y batas, se han sentado en el suelo y han empezado a desayunar “como si estuviéramos en nuestra casa”.
“La ocupación de viviendas es una práctica cada vez más extendida porque la crisis social que vivimos ha hecho que muchas personas recurran a ella”, comenta una de las activistas. La PAH pide soluciones en un máximo de dos meses y alquileres simbólicos para familias sin ningún ingreso.
“Queremos entregarles documentación sobre casos concretos de personas que han perdido sus casas o la van a perder y hablar con los responsables”, sostiene María. Sin embargo, “no queremos tener que negociar siempre cada caso concreto en cada sucursal, sino que pedimos que se abra una mesa de negociación”.
