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El calor extremo empuja una invasión de polvo sahariano: la concentración de partículas supera el límite de seguridad

Concentración máxima de PM10 para el 11 de julio.

Raúl Rejón

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Una nube gigante de polvo del Sahara alcanza España empujada por el calor extremo. La intrusión llevará la concentración de partículas en el aire por encima del nivel legal de seguridad, según ha alertado el Servicio europeo de Observación por Satélite Copernicus.

La llegada de este polvo coincide con la ola de calor que está atravesando la península ibérica ya que “ambos fenómenos están influidos por la masa de aire caliente que procede desde el Sahara”, explica Copernicus.

La cuestión es que la nube de polvo impacta en la calidad del aire “sobre todo en España” donde se espera que el pico se produzca este martes, dice el Servicio. “En las zonas más afectadas se prevé que se supere el umbral de seguridad para la exposición media diaria a micropartículas PM10 establecida por la normativa europea”, advierte el Servicio. Ese límite está trazado en 50 microgramos por metro cúbico de aire.

Se trata de una intrusión intensa en el este peninsular y Baleares“, dice el meteorólogo de la AEMET Rubén del Campo. ”La población va a poder percibir ese polvo en suspensión por los cielos turbios que provoca“. La calima está compuesta por ”partículas sólidas extremadamente pequeñas, invisibles al ojo humano“, señalan en la Agencia Estatal de Meteorología. Cuando son lo suficientemente numerosas pueden ”darle al cielo una apariencia opalescente“.

En todo caso, las partículas son inhalables y penetran hasta los pulmones. Irritan las vías respiratorias y los ojos. A corto plazo se asocian al empeoramiento de enfermedades respiratorias como el asma o episodios agudos de obstrucción pulmonar. A largo plazo, aunque sus daños concretos no están tan claros, se asocian a una mayor mortalidad por problemas respiratorios y el cáncer de pulmón. 

La proyección que Copernicus hace sobre el movimiento y avance de la intrusión de material en el aire es que las concentraciones son más elevadas en toda la parte sur y este de la península ibérica. Del Campo incide en que “se prevé superar con bastante probabilidad el umbral máximo de 50 microgramos el martes y el miércoles, aunque irá marchándose, también tiene probabilidad alta.

Las partículas son inhalables y penetran hasta los pulmones: a corto plazo se asocian al empeoramiento de enfermedades respiratorias como el asma o episodios agudos de obstrucción pulmonar

La Agencia Estatal de Meteorología explica que, durante el pico de la intrusión, las concentraciones por encima del límite se registrarán en Jaén, este de Córdoba, norte de Granada y Almería así como en el sur de la provincia de Albacete. También otorga un 90% de probabilidades en Ciudad Real, Toledo, Cuenca, la Región de Murcia y entre un 70% y 80% en todo la zona del levante, Catalunya, Aragón y las Islas Baleares.

“Este transporte de partículas y la ola de calor en España están relacionadas con un mismo origen: la masa de aire cálido sobre el Sahara” –explica uno de los científicos que monitorizan la intrusión en Copernicus, Mark Parrington– “A diferencia con lo que ha ocurrido en otros episodios de intrusión sahariana en el Mediterráneo este año, nuestra predicción indica niveles mayores de concentración de micropartículas en la superficie además de en las capas altas de la atmósfera”.

Las 'fuentes' de polvo africano son cada vez más extensas

“Evidentemente están relacionados”, abunda Rubén del Campo. “En el norte de África hubo tormentas de polvo que dejaron las partículas en suspensión y ese aire recalentado las trae. Así que, ambos efectos pueden combinarse sobre España: temperaturas extremas y mala calidad del aire”.

La llegada de polvo proveniente de África, conocida como calima, es un fenómeno natural no extraño en España. Si la llegada del material se queda en esa capas altas pasa más inadvertido. Cuando la calima también alcanza la zona más baja se deja sentir al velar la luz del Sol y producir una visión de tonos rojizos.

El meteorólogo de la AEMET explica que “hay incertidumbre” respecto a la influencia del cambio climático en la frecuencia e intensidad de las intrusión de polvo sobre España. “Por un lado –añade– las fuentes de polvo son más extensas ya que el norte de África se está convirtiendo en cada vez más árido. De hecho se calcula que el desierto del Sahara ha crecido un 10% en el último siglo”. Pero, luego hace falta que se den la condiciones meteorológicas para que ese polvo se transporte. “Y sobre eso hay más incertidumbre por eso debe seguir investigándose”, remata Del Campo.

 

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