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El debate no iba de esto: los temas ausentes en el cara a cara

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, minutos antes del inicio del cara a cara antes de las elecciones del 23J

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Cada bloque en el debate cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo duraba 15 minutos. En total, casi dos horas de confrontación entre los principales candidatos a presidir España en los que estuvieron ausentes casi todos los grandes temas sociales. Tampoco en el momento dedicado a ello, en el que apenas se pasó de la violencia machista. Y ni siquiera. El líder del PP se encaramó sobre las cifras de excarcelaciones y reducciones de condena provocados por la ley del solo sí es sí, y del otro lado el presidente del Gobierno le afeó que en los sitios donde los populares gobiernan con Vox han eliminado las concejalías y consejerías de Igualdad, han descolgado banderas LGTBI y han boicoteado el minuto de silencio por la últimas mujeres asesinadas.

Del derecho al aborto, la ley trans, la educación, la sanidad, la dependencia, los derechos de la infancia, el medio ambiente, nada de nada. Ni que hablar de la cultura o la ciencia, otras grandes ausentes de un debate que se centró de un batiburrillo de datos económicos contradictorios y en la política de pactos.

Igualdad

El único asunto vinculado con la igualdad que ha aparecido en el cara a cara entre los candidatos ha sido la violencia machista. Si bien ninguno de los dos ha lanzado propuestas en ese sentido, el líder del PP le ha reprochado a Sánchez las revisiones de condenas a agresores sexuales a raíz de la ley del solo sí es sí. “Un error jurídico se corrige, pero una declaración machista a sabiendas no es un error, es otra cosa y tiene consecuencias. Están pactando con un partido machista”, ha respondido Pedro Sánchez.

Ambos mencionaban también el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, sobre el que Feijóo aseguró que lo “han firmado todos menos Podemos”, a lo que el presidente del Gobierno le ha corregido afirmando que es Vox quien no se ha sumado.

La realidad es que la extrema derecha es la única formación que se ha negado a apoyar la renovación y blindaje del acuerdo que todos los grupos parlamentarios suscribieron en noviembre de 2021. Podemos se abstuvo en la votación del acuerdo en septiembre de 2017 al considerar que era poco ambicioso y le faltaba “perspectiva feminista”, aunque sus diputadas trabajaron durante meses en el mismo.

En el debate no ha aparecido la desigualdad laboral o la brecha salarial; tampoco la conciliación o los cuidados.

Aborto

El derecho al aborto no se ha mencionado en ningún momento del debate por parte de ninguno de los dos candidatos a pesar de los múltiples obstáculos que aún enfrentan las mujeres en su acceso. La inmensa mayoría de las interrupciones voluntarias del embarazo, casi el 85%, siguen llevándose a cabo en clínicas privadas concertadas y miles de mujeres se ven obligadas a viajar y desplazarse de provincia para abortar, pero aún la reciente ley que acaba de entrar en vigor y tiene por objetivo acabar con estas lagunas, está pendiente de cumplirse.

Mientras, las derechas amenazan con recortar aún más el derecho, pero ninguna propuesta ha estado sobre la mesa durante el debate. Feijóo ha prometido volver a obligar a las jóvenes de 16 y 17 años a abortar con consentimiento de sus progenitores y los de Santiago Abascal directamente han incluido en su programa electoral la derogación de la ley. Aunque no se nombre de forma explícita el aborto en los pactos suscritos por PP y Vox, la extrema derecha niega tajantemente que el aborto sea un derecho, afirma que es “matar a un niño en el seno de su madre” y ha recurrido la ley al Tribunal Constitucional. Además, el apoyo del PP ha sido fundamental para aupar en las comunidades autónomas a cargos de Vox ultraconservadores de marcado perfil antiaborto.

LGTBI

Tampoco los derechos LGTBI se han nombrado apenas, más allá del reproche que Pedro Sánchez le ha hecho a Feijóo sobre la retirada de banderas arcoíris en ayuntamientos en los que gobierna con Vox y el comentario del líder del PP presumiendo de la ley gallega LGTBI, a pesar de que su formación se ha negado a desarrollarla. Específicamente, la Ley Trans, que tanto PP como Vox pretenden derogar y contra la que tanto han cargado ambas formaciones, no ha sido ni siquiera mencionada.

Eso en un contexto en el que arrecia la ofensiva ultra contra los derechos del colectivo en todo el mundo y en el que continúa la violencia hacia las personas LGTBI: España es uno de los países en los que mayor visibilidad existe, pero aún un tercio de las personas asegura no ir a algunos lugares por miedo y la mitad de quienes tienen pareja evita darse la mano en público, según la encuesta más grande hasta la fecha, de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. La situación se recrudece para las personas trans, de las cuales un 63% afirma haber sufrido discriminación en el último año.

Crisis climática

En medio de una nueva ola de calor en España, con temperaturas más altas de lo que corresponde a la segunda semana de julio, y tras batirse unos días el récord de calor medio registrado en la Tierra, la crisis climática no ha conseguido colarse en el debate de candidatos a la presidencia del Gobierno.

Apenas una mención de Sánchez a la hora de enumerar las iniciativas internacionales del Gobierno: “Hemos organizado la COP para demostrar el compromiso contra el cambio climático”. Hasta ahí ha llegado la cuestión. Nada más.

Si el secretario general de la ONU, Antonio Guterres definió el cambio climático como “la mayor amenaza para nuestra supervivencia como especie y ya está amenazando los derechos humanos por todo el mundo”, no ha tenido eco en el cara a cara electoral. Así que nada de conocer cómo se afrontará la crisis del clima o la adaptación del país a las consecuencias del calentamiento global.

Cultura

La cultura no estaba prevista en los bloques del debate ni los candidatos han buscado una oportunidad de hablar sobre ella, ni tan siquiera mencionarla. No se ha dicho si el PP unificaría el ministerio de Cultura con el de Educación ni si el PSOE promoverá un Pacto de Estado. No se ha hablado de si el cine, el teatro, los libros, la música o los videojuegos necesitan más ayudas o menos, o qué es lo que necesitan, si acaso los candidatos lo saben. Quizá si hubieran entrado al detalle, habrían descubierto, puede que con asombro, que los dos partidos llevan algunos puntos idénticos en sus respectivos programas, como la reforma del INAEM.

A pesar de todo eso que no se ha dicho, el nombre de una escritora apasionante y pionera para el feminismo se ha mencionado dos veces: Virginia Woolf. Las dos veces, en boca de Pedro Sánchez: “Ustedes han tragado con la censura de una obra de Virginia Woolf al pactar con Vox”, le ha dicho a Núñez Feijóo. Y también: “¿Qué hubieran votado en Valdemorillo si hubieran sabido que iban a censurar una obra de Virginia Woolf de hace 100 años?”. Las dos únicas alusiones culturales eran una sola dicho de manera diferente: una advertencia de Sánchez a los votantes del PP de que podrían ver a su partido gobernar junto a Vox y cometer censuras que han sido rápida y ampliamente contestadas en el mundo de la cultura y las artes.

Sanidad

Tras el batacazo de la izquierda el 28 de mayo y la perdida de poder territorial de los socialistas, el PSOE se habían afanado en esta campaña de hablar de lo que, dicen, importa a la ciudadanía, lejos de las consignas habituales de la derecha en la campaña de las autonómicas y municipales. Pero, en el primer y único cara a cara entre Sánchez y Feijóo, las propuestas en materia sanitaria han brillado por su ausencia. Ninguno de los candidatos ha mencionado sus planes para vertebrar la sanidad de los próximos años, con una atención primaria en crisis, que ha salido a la calle en los últimos meses en diferentes comunidades autónomas, y con los ciudadanos con problemas para acceder a una consulta con su médico o médica de familia o para ver al especialista o someterse a una intervención quirúrgica.

Han pasado muchas cosas desde el inicio de la legislatura, incluida una guerra civil en el Partido Popular y un cambio de liderazgo, tras defenestrar a Pablo Casado, pero si por algo serán recordados estos años es por una crisis sanitaria, que no ha tenido eco en los discursos del debate. Feijóo ha mencionado, eso sí, la huelga de sanitarios en Ceuta y Melilla, los únicos territorios sobre los que tiene competencias directas el Ministerio de Sanidad. Pero con una mentira: ha dicho que llevan nueve meses de paros, cuando llevan tres.

Educación

Ha estado ausente también el debate sobre la educación pública, que no hace tantos meses se había convertido en el caballo de batalla entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el Gobierno central, a cuenta de la Lomloe, impulsada por el Ejecutivo de coalición. Tampoco ha habido propuestas para mejorar la llave a la igualdad de oportunidades, ni para reducir las ratios en las aulas o el abandono escolar. Pese a los pactos del PP con Vox, ni siquiera se ha mencionado el veto parental, que defiende la extrema derecha con el beneplácito, implícito o explícito de los conservadores, al permitir que los perfiles más ultras entren en los gobiernos o se pongan al frente de las instituciones

Las únicas referencias en materia educativa han sido, por parte del presidente del Gobierno, para reivindicar al millón de estudiantes que se han visto beneficiados por las becas. Feijóo, por su parte, se ha comprometido a garantizar la gratuidad de 0 a 3 años, financiado al 50% por las comunidades autónomas y el gobierno central.

Feijóo ha mencionado la universalización de la educación de 0 a 3 años y ha puesto como ejemplo a Galicia, comunidad, ha dicho, pionera en llevarla a cabo. Sin embargo, la iniciativa de la Xunta no consiste en una universalización de la educación infantil pública, sino en el pago de esa etapa educativa a todas las familias. Desde el curso 2022-2023, todas las familias pueden acceder a una plaza en una escuela infantil de manera gratuita, sea ese centro de titularidad pública o privada. La Xunta abona directamente a los centros el pago de esas plazas de septiembre a julio. Si las familias necesitan horario ampliado o servicio de comedor, sí deben costearlo.

Ciencia

La ciencia fue otra de las grandes ausencias del cara a cara, a pesar de que los portavoces de PSOE y PP reclamaban hace solo unos días que debía ser el foco del debate y el principal motor para el desarrollo de España. Solo Pedro Sánchez la mencionó dos veces explícitamente, aunque de pasada, al presumir de la reconstrucción del sistema nacional de ciencia y de haber contribuido a unir el país pactando los programas que tienen que ver con la investigación. 

Migraciones

Los candidatos no han dedicado ni un solo minuto a migraciones a pesar de haberse convertido en un tema clave de la última legislatura, especialmente tras la tragedia de Melilla. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho referencia a su papel en Europa en la acogida de refugiados ucranianos y afganos, pero únicamente para defender su rol en materia internacional.

A lo largo de las dos horas de debate, ni los candidatos ni los moderadores del debate han buceado en las políticas migratorias del Gobierno ni las propuestas de los candidatos en inmigración de cara al 23J. Ni una referencia para la tragedia de Melilla, en la que al menos 23 personas murieron en la frontera, aún sin aclarar, a pesar de que los fallecimientos forzaron al ministro del Interior a comparecer en dos ocasiones.

Tampoco se ha tratado ninguna de las otras crisis de acogida surgidas en la pasada legislatura, como la llegada de 12.000 personas a Ceuta en 2021 o la devolución ilegal de menores, que mantiene procesadas a la exdelegada del Gobierno en la ciudad y a la exvicepresidenta ceutí; o la gestión de las entradas en patera a Canarias. Aunque en los últimos días han tenido lugar varios naufragios en el Atlántico, en los que han muerto decenas de personas, ninguno de los candidatos a tenido palabras para sus víctimas.

Sánchez ha incidido en varias ocasiones en algunos de las políticas o derechos que están en peligro en caso de un Gobierno de coalición entre PP y Vox, pero el líder socialista no ha mencionado el enfoque antiinmigratorio y xenófobo del discurso de Vox.

El único asunto colindante a las migraciones surgido en el debate ha sido el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo de Sánchez y Marruecos, que ha supuesto el giro de la posición española con respecto al Sáhara Occidental y que conlleva un mayor control fronterizo por parte de las autoridades marroquíes. Sin embargo, Feijóo solo ha querido citar sus consecuencias en política internacional y nacional, evitando preguntar sobre sus efectos sobre los migrantes que tratan de llegar a suelo español. 

Con información de Marta Borraz, Ana Requena, David Noriega, Raúl Rejón, Elena Cabrera, Antonio Martínez Ron y Gabriela Sánchez

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