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Marlaska ignora las nuevas evidencias e insiste en que nadie murió en suelo español durante la tragedia de Melilla

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados

Gabriela Sánchez

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El Defensor del Pueblo, los diputados que han visto las imágenes de los hechos, los socios de Gobierno y las últimas investigaciones periodísticas contradicen la versión oficial de la tragedia de Melilla. Los propios vídeos de las cámaras de seguridad chocan con parte del relato del Ministerio del Interior, pero Fernando Grande-Marlaska insiste.

Aferrado a su habitual argumentario, el ministro ha reiterado las mismas explicaciones durante su primera intervención en la comparecencia en el Congreso sobre los hechos ocurridos el 24 de junio en la frontera. Después de las nuevas evidencias, que apuntan a que hubo al menos un fallecido en suelo español, Marlaska mantiene que “ningún hecho trágico” sucedió en territorio español, niega la supuesta falta de asistencia sanitaria prestada por las autoridades españolas y defiende la “transparencia total y absoluta” de su departamento.

“Los mismos hechos que les relaté en mi anterior comparecencia, y son los mismos hechos sencillamente porque no hay otros, por mucho que moleste a quienes, desde su sesgo y su verdad preconcebida, querrían otra verdad, que quieren construir pero que no existe”, ha declarado el ministro, cuyo discurso, como de costumbre, ha destacado una y otra vez la supuesta actitud “violenta” de los refugiados durante el intento de salto.

En su primera intervención, Grande-Marlaska ha insistido en situar la totalidad de la tragedia en suelo marroquí. “No tuvimos que lamentar ningún hecho trágico en territorio español. Lo dije y lo reitero: estamos hablando de unos hechos trágicos que suceden fuera de nuestro país. No hubo ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional”, ha recalcado el titular de Interior, que ha recriminado a los diputados del Partido Popular su reacción a la investigación publicada este martes, después de que Esteban González Pons pidiese la dimisión de Grande-Marlaska por sus “mentiras” sobre las muertes de Melilla.

“Quiero dejar claro que cualquier conjetura, especulación o insinuación, como las que he escuchado o leído, por parte de algunas señorías del Partido Popular y de otros grupos, de que la Guardia Civil hubiese permitido que este tipo de hechos trágicos sucediesen en nuestro país sin hacer nada, es una grave irresponsabilidad”, ha declarado el Marlaska, cuya cartera tachó de “especulaciones periodísticas” la investigación desarrollada durante cinco meses por varios medios europeos. “Tengan claro que ante ese tipo de afirmaciones, ante acusaciones tan graves a la Guardia Civil, me van a tener en frente a mí, y a todo el Ministerio del Interior”.

Falta de asistencia

Para el ministro es “una irresponsabilidad” afirmar que no se dio atención sanitaria a los migrantes que la necesitaron. “Había equipos de atención sanitaria, obviamente protegidos porque había un asalto violento y no se podía acceder sin poner en riesgo a sus integrantes, y la prueba de ello son los datos”, ha afirmado. Según apunta, 11 migrantes fueron atendidos aquel día en Melilla tras el salto a la valla. El ministro, sin embargo, se refiere a las cifras de atenciones recibidas por los refugiados que lograron entrar y quedarse en territorio español , que fueron atendidos a cierta distancia del perímetro fronterizo. En cambio, las denuncias sobre la falta de atención médica hablan de los momentos más dramáticos de la tragedia, cuando decenas de personas se encontraban unas sobre otras en la puerta que comunica Marruecos con España.

El titular de Interior ha explicado que los agentes españoles tuvieron que retirarse del interior del paso fronterizo porque “podrían ser objetivo de arrollamiento” por que se desplazaron a la zona de “atrás” con el fin de “poder contener” al grupo de migrantes “en caso de que pasen el paso fronterizo”. Por esta razón, dice, los guardias civiles no prestaron auxilio a quienes se encontraban unas sobre otras, formando un embudo, en la puerta que comunica Marruecos y España. Con la misma razón, salvaguardar la seguridad de los sanitarios, el ministro justifica que la ambulancia desplegada en la zona no se acercase al perímetro fronterizo.

“Imposibilidad” para pedir asilo

A Marlaska le sorprende la insistencia de algunos diputados acerca de los obstáculos con los que se encuentran los migrantes subsaharianos para pedir protección internacional en las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla, que empuja a quienes no tienen recursos para pagar a redes de tráfico a saltar las vallas, la vía más barata para acceder a España de forma irregular. “Se ha llegado a afirmar que las personas que asaltaron nuestras fronteras de forma violenta lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo y sencillamente es falso e irresponsable acusar de este tipo de actuaciones a nuestros empleados públicos”, ha dicho el ministro un día después de que la comisaria de Derechos Humanos del Consejo Europea recriminase al Gobierno la “imposibilidad” para solicitar asilo en la ciudad autónoma sin entrar antes de manera irregular.

Respecto a las 470 devoluciones en caliente practicadas por la Guardia Civil el 24 de junio, el ministro ha defendido su legalidad, a pesar del reciente cuestionamiento recibido por parte del Defensor del Pueblo y el Consejo de Europa. “No consta que ningún vulnerable fuera rechazado en frontera”, ha respondido Marlaska. elDiario.es confirmó en julio el retorno de refugiados sudaneses, registrados formalmente como solicitantes de asilo por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Refugiados (Acnur). La propia agencia de la ONU ha advertido de haber recibido “testimonios de personas que fueron devueltas inmediatamente a Marruecos tras entrar en Melilla, muchas de ellas de países donde hay conflictos, que generan refugiados como Sudán, Sudán del Sur y Chad”. Una decena de testimonios de supervivientes entrevistados por este medio aseguraron que entre las personas devueltas había menores. Uno de ellos, con el que pudo hablar este medio, decía tener 15 años y tenía una clara apariencia de niño.

“Mentiras”

En esta segunda comparecencia sobre la tragedia, la mayoría de diputados han presionado con más dureza al ministro del Interior. Ahora, cinco meses después de la tragedia, cuentan con más información que durante la anterior cita en el Congreso. Después de conseguir ver una parte de las imágenes de la Guardia Civil y tras el trabajo de Lighthouse Reports, los diputados de todos los grupos parlamentarios, excepto del PSOE y Vox, han evidenciado las contradicciones existentes entre la versión oficial y los hechos revelados tanto por las grabaciones como por las últimas investigaciones periodísticas. Todos ellos hablan de “mentiras” y reprenden a Marlaska. Aseguran que sí sucedieron hechos trágicos en suelo español, dado que las personas afectadas por la avalancha cayeron a ambos lados del paso fronterizo.

Aunque sus socios de Gobierno no han pedido la dimisión de Marlaska, el diputado de Unidas Podemos, Enrique Santiago, sí ha destacado que “queda claro” que “al menos hubo un migrante fallecido en suelo español”. Desde EH Bildu, han destacado la falta de transparencia que, a su juicio, ha caracterizado la gestión tras la tragedia. “¿Solo usted conoce los hechos? ¿Todo el mundo se equivoca? Si tan claros están los hechos por qué no se activa una comisión de investigación?”, ha respondido el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, que ha recordado que, si “habla de transparencia, ¿por qué no fue a hablar al Parlamento Europeo?”.

Una de las intervenciones más duras ha sido la de Ana Vázquez, del PP, que ha exigido la dimisión del titular de Interior: “No siga envuelto en la mentira y váyase”, ha dicho la diputada popular, que ha acusado a Marlaska de acudir al Congreso “arrastrado por la sociedad, los medios de comunicación y de quienes defienden la verdad”. También ha solicitado la marcha del ministro María Dantas, de ERC: “Usted continúa siendo ministro porque los muertos son negros y pobres, si hubieran sido blancos, usted no sería ministro”.

La última investigación

El ministro declara ante el Pleno horas después de la publicación de la nueva investigación del consorcio de periodistas Lighthouse Reports, que constata que al menos hubo un refugiado fallecido en suelo español durante los sucesos ocurridos el pasado 24 de junio en la valla de Melilla. La revelación, que se suma al revuelo causado por el documental de la BBC, desmiente la tesis defendida por Marlaska de que “ningún hecho trágico” ocurrió en España, sino en el lado marroquí de la frontera. Las imágenes oficiales y varios vídeos de los hechos evidencian que la avalancha que provocó la mayor parte de víctimas mortales se produjo en el lado marroquí de la frontera, justo en la puerta que divide Marruecos de España, pero varios cuerpos acabaron a ambos lados de la alambrada. Un agente marroquí y un testigo apuntan a que al menos uno de ellos había muerto, pero el ministro ha vuelto a recalcar que los hechos “ocurrieron fundamentalmente” en el lado marroquí, sin entrar en valorar el detalle de las nuevas informaciones.

Uno de los vídeos analizados en la investigación muestra varios cuerpos tirados en el lado español de la frontera, justo detrás de la puerta en la que se produjo la avalancha. Las imágenes reflejan a un agente marroquí arrastrando a una de esas personas. Otro de los gendarmes llega a tocar el pulso a uno de los jóvenes inconscientes en el lado español y asegura que “está muerto”.

Según el testimonio de uno de los supervivientes de la tragedia recogido en el trabajo de Lighthouse Reports, ese joven al que un agente marroquí tocó el pulso era Abdul Aziz Yacoub y es uno de los fallecidos de la tragedia. Su cuerpo, aparentemente sin vida, estaba tirado junto a la puerta del puesto fronterizo, en el lado español. Dos fuentes oficiales distintas confirman al grupo de periodistas que, una vez superada esa puerta, comienza el territorio español. Aunque en un primer momento fuentes de Interior insistieron en que se trataba de una zona operativa conjunta y esa área no pertenecía a España, ahora el Ministerio sí reconoce que se trata de suelo español, pero insiste en que todas las muertes ocurrieron en Marruecos. 

La falta de asistencia médica durante los momentos más dramáticos de la tragedia a ambos lados de la alambrada, las 470 devoluciones en caliente, la entrada de agentes marroquíes en España para devolver y golpear a los migrantes que ya habían superado la valla, el uso de material antidisturbios durante la avalancha humana y la falta de vías legales para solicitar asilo en Ceuta y Melilla, son algunas de las cuestiones a las que se enfrentará Grande-Marlaska en uno de sus momentos más complicados.

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