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Un empresario de las vacunas contra la COVID-19 en España gestionó su patrimonio con sociedades 'offshore'

A través de la fundación en Panamá, el matrimonio Gold-Sigman recibió en 2015 dividendos de su grupo por más de 75 millones de euros, por los cuales tributaron ganancias, informaron.

Emilia Delfino

elDiarioAR —

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Hugo Sigman y Marcelo Figueiras son grandes empresarios argentinos de la industria farmacéutica, cuyas compañías tienen presencia en numerosos países del mundo y han producido en los últimos meses vacunas contra la COVID-19. Ambos acudieron a estructuras offshore para realizar inversiones en el extranjero y planificar herencias, de acuerdo con los documentos de Pandora Papers analizados por el equipo argentino del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) que integra elDiarioAR, el periódico hermano de elDiario.es en Argentina, y del que en España forman parte laSexta y El País.

Sigman es la cabeza de Grupo Insud, con una importante presencia en España y en cuyo laboratorio de Guadalajara se fraccionan y envasan dosis de la vacuna de AstraZeneca. En enero de 2021 recibió la visita del entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras la firma del acuerdo con AZ. Insud también fabrica en Argentina, a través de su laboratorio mAbxience, el principio activo del fármaco desarrollado por la Universidad de Oxford, que luego se envía a México para su envasado. Otro laboratorio del grupo de Sigman está en negociaciones con China para producir la vacuna Sinopharm en ese país sudamericano. Figueiras preside Laboratorio Richmond, responsable de la producción en Argentina de la vacuna Sputnik V, y está casado con María Laura Leguizamón, exsenadora del partido en el Gobierno.

En ambos casos, los empresarios declararon su relación con las offshore ante la Administración Federal de Ingresos Públicos argentina (AFIP) y el fisco de España. Tanto Figueiras como Sigman mostraron sus declaraciones juradas fiscales ante el pedido del equipo argentino de ICIJ.

Figueiras y su esposa figuran como directores de una compañía de Belice que se destinó a inversiones inmobiliarias en el estado de Florida, (EEUU) pero las acciones de la compañía son 100% del empresario, según su declaración jurada.

Sigman eligió Panamá para gestionar el portfolio de inversiones de su holding farmacéutico, el Grupo Insud GmbH. La compañía manejó al menos 120 millones de dólares de su nave insignia durante tres años, explicó un portavoz ante la consulta de este periódico. Además, formó una fundación offshore para planificar la herencia de su imperio farmacéutico, una operación que luego canceló junto con su esposa y socia, la empresaria y científica Silvia Gold, cofundadora del holding. A través de la fundación, el matrimonio cobró dividendos por más de 75 millones de euros en 2015.

Gold y Sigman eran en 2020 los sextos más ricos de Argentina, según el ranking de la revista Forbes, con una fortuna de 2.000 millones de dólares. El año pasado, el matrimonio cedió en vida las acciones del grupo a sus tres hijos, actuales accionistas de Grupo Insud, según explicó un portavoz de la compañía.

Sigman, en Panamá

Los movimientos offshore de Sigman detectados en Pandora Papers comenzaron el 25 de octubre de 2006. A través de los servicios del bufete Alcogal, el empresario constituyó la compañía Kep SA en Panamá, con un capital inicial de 50.000 dólares. Como accionistas, figuran dos compañías: Kevilmare Holding GmbH y Faro Investments GmbH.

Kevilmare Holding GmbH es la “madre” del grupo empresarial de Sigman, que opera en 50 países a través de 150 sociedades. En 2020 cambió su nombre por Grupo Insud GmbH y es la compañía central de los negocios del holding en todo el mundo. Sus únicos accionistas fueron Sigman y su esposa, Silvia Gold, hasta que en septiembre de 2020 cedieron toda su participación a sus tres hijos, según consta en una escritura pública realizada en España.

Kevilmare está radicada en Austria, un país que otorga facilidades administrativas y tributarias. Allí, el grupo tiene oficinas y la sede central de las actividades de trading del grupo, informó un portavoz ante la consulta. La actividad productiva, en cambio, se realiza en otros países, en especial, Argentina y España.

Faro Investments GmbH también fue radicada en Viena y tuvo a Sigman y Gold como únicos accionistas. Hay poca información sobre esta sociedad. “Esa empresa no desempeña rol alguno hoy en el grupo pues fue liquidada en 2009”, se limitaron a decir desde el Grupo Insud.

Juntas, Kelvimare Holding y Faro Investments figuraron como accionistas de la panameña Kep SA. Consultados por el equipo argentino de ICIJ, desde el entorno de Sigman señalaron que Kep SA “fue creada con el objetivo de administrar las inversiones líquidas del holding” y que esos movimientos fueron “oportunamente declarados ante las autoridades fiscales argentinas”. “Gestionó inversiones por unos 120 millones de dólares”, respondieron desde Insud. “Incluyó activos financieros líquidos, como fondos de inversión, acciones cotizadas y depósitos”, agregaron.

Según los documentos de Pandora Papers, Kep SA dio un giro en 2008, cuando Sigman decidió emitir 120.774.384 de nuevas acciones de un dólar cada una, que fueron divididas en partes iguales entre Kevilmare Holding GmbH y Faro Investments GmbH. Esa operatoria se realizó para inyectar los 120 millones de dólares a la sociedad panameña. “Las inversiones se aportaron al capital de la sociedad a través de la emisión de acciones”, especificaron desde Grupo Insud. El 3 de abril de 2009, Sigman y Gold decidieron disolver Kep SA.

¿Por qué el Grupo Insud canalizó sus inversiones a través de América Central? “Panamá ofrecía un modelo de operación que permitía cumplir con el objeto anteriormente mencionado”, respondieron desde el holding.

Herencia y dividendos

En 2010, Sigman y Gold intentaron planificar su herencia a través de una fundación de Panamá. Ese mismo año, el matrimonio había mudado su residencia fiscal desde Argentina hacia España.

El 12 de febrero de 2010, constituyeron en Panamá, a través de Alcogal, el fideicomiso (trust, en inglés) hereditario Davington Foundation. Apenas registrado, firmaron un acuerdo y aportaron “con carácter irrevocable” las acciones de la austriaca Kevilmare Holding GmbH a la fundación, pero se reservaron su usufructo vitalicio, según surge de un documento de los Pandora Papers. La intención era que las acciones del grupo quedaran a nombre del fideicomiso para que sus hijos las heredaran a través de esta estructura, tras la muerte de ambos padres.

Sin embargo, el matrimonio dio marcha atrás. “Davington Foundation nunca cumplió su propósito hereditario, por lo que fue liquidada en 2019. Las acciones de Kevilmare Holding GmbH fueron siempre declaradas por Hugo Sigman y Silvia Gold ante las autoridades fiscales españolas”, señalaron desde Grupo Insud.

Aún así, la fundación panameña registró movimientos millonarios. Un documento fechado el 20 de noviembre de 2015 indicó: “La fundación ha recibido dividendos de Kevilmare Holding GmbH, una sociedad austriaca. Corresponde que la fundación ponga a disposición de ambos usufructuarios –Sigman y Gold– los dividendos que les pertenecen y que ascienden a la suma de 75.197.947 euros”. El escrito ordenaba que Davington Foundation acreditara los fondos “en las cuentas personales de ambos”.

“Los 75 millones de euros que Sigman y Gold recibieron en 2015 provinieron íntegramente de Kevilmare Holding GmbH. Ambos declararon y tributaron por este importe tanto en Argentina como en España”, aseguraron en el Grupo Insud.

Inmuebles de Figueiras

El dueño de Richmond eligió una sociedad radicada en Belice, en América Central, para canalizar inversiones inmobiliarias. Forsett Ventures Corp. se inscribió el 13 de abril de 2017.

Tanto Figueiras como Leguizamón figuraron en los papeles como directores de esa sociedad offshore para concretar inversiones inmobiliarias en Estados Unidos y reducir los riesgos legales asociados. “Utilizamos esa sociedad para comprar tres departamentos en Miami; uno lo utilizamos nosotros y los otros dos los adquirimos para alquilarlos”, indicó Figueiras ante la consulta de ICIJ, que no pudo verificar de manera independiente si Leguizamón, como exsenadora nacional y exfuncionaria, fue identificada por los gestores como persona políticamente expuesta (PEP).

Según aseguró Figueiras, su intención fue registrar todo a su nombre. “Pero los mismos operadores inmobiliarios nos recomendaron poner todo a nombre de una sociedad para evitar demandas si surgiera un inconveniente con un alquiler”. Esos abogados se encargaron de contactar a la firma Cititrust para colocar los tres inmuebles de Miami bajo el control de una firma offshore.

Según corroboró ICIJ, Forsett Ventures Corp fue declarada por Figueiras ante la AFIP (la agencia tributaria argentina) y su esposa también la declaró ante la Oficina Anticorrupción (OA) en el legajo reservado donde la exsenadora informó los bienes a nombre de su esposo. Figueiras aportó toda la documentación.

Figueiras explicó que recurrieron a esa sociedad offshore para ordenar el patrimonio familiar y evitar así las elevadas alícuotas del impuesto a la herencia en Estados Unidos. “Está todo en la declaración jurada tributaria que presenté ante la AFIP, e incluso fue computado al pagar el impuesto a la riqueza”, afirmó.

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