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Los agujeros que deja la respuesta de Pablo Casado a la petición de que le imputen por su máster

El presidente del PP, Pablo Casado.

Raúl Rejón

El presidente del PP, Pablo Casado, ha salido este lunes a defenderse de la decisión tomada por la jueza Carmen Rodríguez-Medel de pedir al Tribunal Supremo que impute al político por el caso de su máster. Al desplegar su batería de defensa ha dejado un reguero de imprecisiones. Su intento para resituar el relato está lleno de agujeros.

1. “No estoy investigado por ningún juzgado”

Era imposible. Al ser Casado diputado de las Cortes Generales, solo el Tribunal Supremo tiene la capacidad de hacerlo. De hecho, a lo que ha salido el presidente del PP a contestar es a la petición expresa por parte de la jueza de que el Supremo cite como investigado (imputado) al político del PP. Y argumenta esa solicitud en 54 folios.

2. “Irregularidades que, en cualquier caso, estarían prescritas”

Casado ha recurrido al manual: todo el asunto es lejano en el tiempo, tanto, que si hay algo irregular, la justicia ya no podría perseguirlo por viejo. Sin embargo, es la propia jueza la que contesta y desmiente al político: al tratarse de prevaricación (en el sentido de fraude a la administración) el plazo de prescripción se coloca en los diez años y el curso que afecta al político es el 2008-2009. Además, añade la instructora, el de cohecho impropio (que por su poca pena estaría prescrito) compone un “concurso de delitos” con la prevaricación, lo que implica que se aplique el plazo de prescripción del más grave.

3. “La ANECA ha acreditado que todo es correcto”

Lo que realmente hizo la agencia de calificación es contestar a la instructora que no podía emitir un juicio sobre el máster preciso de Pablo Casado porque la normativa vigente entonces no exigía a la ANECA que hiciera esas evaluaciones previas antes de certificar el curso. Y luego añade que, la legislación aplicable al máster de Casado no obligaba a realizar un trabajo fin de máster. Tampoco lo impedía. Y, de hecho, en esa misma promoción se pidió ese trabajo a algunos alumnos y alumnas, como acreditó el propio Instituto de Derecho Público donde se impartía al evaluar el convenio por el que algunos funcionarios del Ayuntamiento de Madrid estudiaron ese curso becado por el Consistorio.

4. “No es un regalo porque no hay título”

El presidente del PP ha explicado que no puede tratarse de un regalo, una “dádiva” en palabras de la instructora, porque no es “un título habilitante”. “No puedo colgar de la pared un título. Si voy ahora a la secretaria de la universidad, no me entregan nada”. Sin embargo, sí ha utilizado ese curso para, al menos, engordar su currículo. En su biografía online del Congreso de los Diputados sí aparecía que había seguido ese máster en derecho autonómico. No lo utilizó para acceder al doctorado, pero sí para añadir, por lo menos, una línea más en su bagaje académico.

5. “He entregado toda la documentación”

Pablo Casado mostró en twitter el pasado julio unos documentos sobre convalidaciones y la comisión que las decidía de las que la Universidad Rey Juan Carlos dijo a la jueza: “No hay constancia documental de la composición de dicho tribunal”.

6. “Lo que me han hecho a mí no se lo ha hecho a nadie en este país”

El caso del máster de Casado es una derivada del caso de la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes: un episodio en el que la relevancia política provoca que, presuntamente, se obtenga un trato de favor a la hora de superar un curso académico. El escrutinio de ese proceso que afectó a Cristina Cifuentes ha provocado el escrutinio sobre el caso de Pablo Casado. Al menos en esto, no ha sido pionero ni exclusivo.

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