El Gobierno es incapaz de controlar si los laboratorios facturan más de lo acordado con el Estado
El Gobierno no puede controlar si se cumplen sus resoluciones sobre gasto farmacéutico respecto a los medicamentos más caros, según indica un informe del Tribunal de Cuentas. Esto hace que tampoco pueda exigir a los laboratorios la devolución de dinero recogida en esas resoluciones en caso de traspasarse el umbral acordado con las compañías.
El informe indica que hay 12 medicamentos sujetos a “techo de gasto”. Son fármacos con restricciones por “cuestiones de seguridad o de limitación para determinados grupos de riesgo...”. En todo caso, “se limita su dispensación” y se fija este tope económico “debido al elevado coste”. Suman 1.197 millones de euros e incluyen, por ejemplo “cuatro medicamentos para combatir la hepatitis C” que suponen 786 millones de euros para un periodo de tres años.
Los techos se establecen mediante una resolución que “no es pública”, como recoge el tribunal. En ellas, a cambio de incorporar esos fármacos a la financiación pública, se incorporan obligaciones para que los laboratorios reintegren al estado lo que venden de más.
Los acuerdos con los laboratorios pueden indicar que las unidades dispensadas por encima de lo pactado tendrán una financiación pública diferente o que serán suministradas de forma gratuita por los laboratorios. O bien se establece una cantidad para el tratamiento completo de cada paciente y, todo lo que supere ese límite, es “gratuito para el sistema”.
Lo que afea el Tribunal de Cuentas es que esas obligaciones se escapan al control, inspección y examen del Ministerio de Sanidad. El Gobierno carece “de la información que los laboratorios y, en su caso, los hospitales tendrían que proporcionar para hacer posible su seguimiento”.
El sistema diseñado por Sanidad no es especialmente útil para cumplir con el control, según el documento. Se han incluido en un mismo tope a diferentes medicamentos de diferentes empresas “lo que ha provocado importantes disfunciones” a la hora de la inspección. La fórmula de techo de gasto para cada tratamiento completo de un paciente ha hecho muy complejo “precisar el número pacientes tratados” con la medicina concreta y el tramo de financiación público concreto.
Datos confidenciales
Los datos de devolución de dinero corresponden a los laboratorios “al considerar confidenciales estos datos”. Es la farmacéutica la que, luego, remite al Ministerio un informe final con los reembolsos efectuados. Para comprobar la veracidad de esos datos, solo se puede consultar con las Comunidades Autónomas donde se ha tratado a los pacientes.
Sin embargo, el informe asegura que no se ha realizado “ningún cruce de los datos de los medicamentos sujetos a techo de gasto remitidos por los laboratorios con otros datos externos”. Se ha dado por bueno lo que las compañías han dicho que ha ocurrido.
El tribunal aconseja que las resoluciones que dicta el Ejecutivo “arbitraran sistemas de fácil seguimiento y control de los suministros y de los posibles retornos a que hubiere lugar, y establecer procedimientos para el contraste y verificación de la información recibida de los laboratorios”. Que se pueda controlar mejor.