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El debate que no fue: los candidatos se 'olvidaron' de la ciencia, el aborto, el colectivo LGTBI o los servicios sociales

GRAF2880. MADRID, 04/11/2019.- Los candidatos a la presidencia del Gobierno, (i-d) Pablo Casado, Pedro Sánchez, Santiago Abascal, Pablo Iglesias y Albert Rivera, momentos antes de comenzar el debate electoral que tiene lugar este lunes en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, y que será moderado por los periodistas Ana Blanco y Vicente Vallés.

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El debate televisivo de candidatos para el 10N tenía un bloque dedicado íntegramente a Políticas Sociales. Lo introdujo la moderadora, Ana Pastor, con un mensaje para los candidatos, todos hombres: “Vais a hablar de paridad, pero esta no es una foto de igualdad”, lanzó. Solo Pedro Sánchez y Pablo Iglesias recogieron el guante; el primero para sacar pecho por el número de ministras en el Ejecutivo y de diputadas en el Congreso, y el segundo para decir que “ojalá” en las próximas elecciones haya una candidata mujer. Ahí, en esos escasos segundos, se quedó el debate sobre igualdad. No se habló de medidas encaminadas a incrementar la presencia femenina en puestos de responsabilidad. Pero no fue, ni mucho menos, el único tema olvidado en el encuentro de este lunes. 

Hubo ausencias absolutas como la normativa atascada para las personas trans, el aborto o la visión –antagónica entre grupos– sobre la gestación subrogada. La ciencia ni asomó. Y otros temas sí mencionados no merecieron atención más allá de alguna referencia aislada, como la dependencia. En cuestiones ambientales, el futuro del agua (o más bien la escasez de este recurso) apenas ocupó una línea. Nada acerca de la pérdida acelerada de biodiversidad en España. 

Paridad, aborto y LGTBI

Entre los silencios absolutos tronó, por ejemplo, el del aborto, que solo mencionó Pedro Sánchez para acusar a Vox de querer ilegalizarlo. Sin embargo, las mujeres de 16 y 17 años todavía siguen dependiendo de la autorización de sus progenitores o representantes legales para acceder a este derecho, algo que introdujo la reforma del PP de la ley de plazos de 2010. Gestación subrogada o prostitución tampoco aparecieron, a pesar de que en estos dos asuntos los partidos tienen marcadas posiciones contrarias.

Ni una sola mención hubo en el debate al colectivo LGTBI ni a las iniciativas que tiene pendiente, entre ellas, la ley integral LGTBI, la ley integran Trans y la reforma de la Ley de Identidad de Género de 2007. Esta última, una de las reclamaciones históricas de las personas tras, acaba con los requisitos médicos a los que les obligan para cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil. Las tres medidas permanecen atascadas en el Congreso de los Diputados desde hace casi dos años, pero ninguna entró en el plató.

Violencia machista

Unos roces dialécticos entre los candidatos fue lo máximo que se escuchó en lo referente a violencia machista, ámbitos en los que casi no profundizaron en medidas concretas. Tanto el representante de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, como el del PSOE, Pedro Sánchez, mencionaron la reforma del Código Penal para incluir el 'solo sí es sí' en la parte de delitos sexuales y este último nombró el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Pablo Casado, por su parte, no hizo ninguna referencia y Abascal entró al debate sobre violencia sexual usando datos falsos y defendiendo la cadena perpetua para violadores. 

Ciencia e investigación

La ciencia y la investigación recibieron cero minutos en el debate. Un silencio que atestiguó la escasa voluntad de impulsar la inversión en ciencia. De hecho, en 2018, España no gastó ni la mitad de lo presupuestado en ciencia. Más de la mitad de esas partidas sin utilizar correspondieron a préstamos que no se llegaron a ejecutar. Es decir, aparecen en las cuentas del año, pero no se gastan. 

De esta manera, problemas recurrentes como la precariedad de los investigadores sigue perpetuándose. El colectivo salió a la calle el pasado octubre para pedir que el 2% del PIB se dedique a investigación. La queja generalizada es que la investigación en España se hace a base de depauperar las condiciones de quienes investigan. España perdió 12.000 científicos entre 2010 y 2017. Pero de esto ni se habló el lunes.

Dependencia y discapacidad

Sobre la dependencia, solo se escucharon algunas frases sueltas. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, recordó que se ha recuperado la cotización a la Seguridad Social de las cuidadoras no profesionales. El candidato del PP, Pablo Casado, deslizó en una retahíla de ideas que pretende que la “lista de espera en sanidad y en  dependencia” no se retrase más de 30 días. Poco más sobre cómo agilizar valoraciones, completar las transferencias y vigilar que el sistema esté suficientemente dotado.

Mientras, la falta de financiación ha engordado la lista de personas que aguardan su prestación y hasta 6.000 grandes dependientes no han accedido a la ayuda reconocida. El número de quienes esperan a ser valorados ha llegado a 140.000, la cifra más alta desde 2012. 

Tampoco la discapacidad y su igualación en derechos tuvo hueco en las propuestas o discusiones entre los cinco candidatos: la accesibilidad de instalaciones y servicios, la esterilización de personas con discapacidad, la educación inclusiva efectiva... nada de esto fue abordado. El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, utilizó para su minuto de oro un texto-testimonio de una persona con discapacidad. 

Medio ambiente: agua y biodiversidad

La crisis climática pasó de puntillas. Algunas de sus consecuencias cada vez más palpables fueron marginadas. El agua, por ejemplo. Hubo alguna referencia por parte de Pablo Casado a la hora de enumerar materias sobre agricultura. No se abordó la escasez que viene impuesta por la reducción de recursos hídricos y la creciente demanda del modelo agrícola y ganadero intensivo. Tampoco de la degradación de los acuíferos subterráneos asociada a la sobreexplotación y la subida del nivel del mar. La gestión del agua no entró en las prioridades de los candidatos.

Tampoco la pérdida de biodiversidad que amenaza desde sectores económicos fundamentales en España como la pesca hasta la producción agrícola. En este sentido, la proliferación de especies exóticas invasoras ni se mencionó: una invasión biológica que daña especies autóctonas, diezma variedades comerciales como los pinos o los castaños, consume millones de euros en planes de contención una vez asentadas en el medio y ha hecho que enfermedades como el dengue se contagien por mosquitos ya establecidos debido a las nuevas condiciones climáticas.

Eutanasia

La eutanasia, que adquirió protagonismo durante la campaña del 28A por el fallecimiento de María José Carrasco y la detención de su marido por ayudarla a morir, Ángel Hernández, ha quedado casi por completo olvidada en el debate para el 11N.

Solo Pedro Sánchez la nombró para prometer una ley que la regule. Una normativa que su partido había tramitado la anterior legislatura pero que se fue retrasando en el Congreso –bloqueda en la Mesa por PP y Ciudadanos– hasta que no salió adelante por el adelanto electoral.

Aunque en el debate a cinco solo el presidente en funciones la nombró, Unidas Podemos lleva en su programa la legislación de “las garantías necesarias para las personas que deciden poner fin a su vida”, mientras que Ciudadanos habla de “regular el derecho a la eutanasia”. El PP, cuyo presidente se ha mostrado abiertamente contrario al asunto, solo propone de extender los cuidados paliativos. Vox, de la “defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural”. Pero para conocer estas posiciones había que leerse los programas, porque en el debate, de todo esto, nada de nada. 

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